Título original: Castle Rackrent
Autor: Maria Edgeworth
Editorial: Littera
Año de publicación: 1800
Año de edición :2001
Número de páginas:128
Genero: Ficción, Novela, Clásico, Ficción histórica, Literatura irlandés,
Siendo esta la primera y más conocida novela de María Edgewoth, viene a posicionarse como una inusual historia de la literatura irlandesa como de ficción, aunque algunos críticos la consideran como la primera novela histórica de la literatura inglesa. A su vez, se le ha colocado en la mira como la primera novela escrita en un dialecto no estándar, la cual la hace pasar por novela provincial o regional, derribado así también como novela de dichos y hechos de la vida de la clase terrateniente protestantes angloirlandeses. Es decir, fue una novela, aunque corta en páginas, pero ha sido valorada por la crítica como la génesis de novelas, un hito importante en la evolución de la novela.
“Por mi parte, estoy harto de desear nada de este mundo después de todo lo que he visto, pero no diré nada. Sería una tontería enemistarme a mi avanzada edad. Jason no se casó, ni pensó en casarse con Judy, como yo había profetizado, y no lo lamento. ¿Quién lo lamenta? En cuanto a todo lo que he apuntado aquí de memoria y las habladurías sobre la familia, no hay más que verdad en todo, desde el principio hasta al final, de eso pueden estar seguros. ¿Qué sentido tiene mentir acerca de cosas que todo el mundo conocía tan bien como yo?”
La historia que nos cuenta el narrador, que lleva por nombre Thady Quirk, el sirviente de la familia Rackrent, y como bien dice el prólogo, nos lo dice con una lengua difícil de traducir al inglés corriente que si no fuese por: “la autenticidad de su historia hubiese sido puesta en duda de no haber sido narrada en su manera característica” pero aparte de lo difícil de su lengua, fue toda una labor convencerlo para dejar por escrito la historia de la familia Rackrent. El castillo de Rackrent narra la decadencia de la fortuna y ruina final de la familia Rackrent motivado por el mal manejo de su patrimonio de los herederos, los cuales eran unos incompetentes e irresponsables. Todo lo que nos narra el libro son extraídos de hechos reales dado en Irlanda del siglo XVIII, como bien lo afirma la autora.
En resumida, este texto nos trasmite el trasfondo histórico y político de la Irlanda del siglo XVIII, el cual su narrador, Thady Quirk, dejan a las claras las obvias fallas en la vida política y social del momento. Pero independientemente de las fallas que se pueden apreciar política y socialmente, hay ocasión para ver como de la clase pobre, surgen personajes con el deseo de escalar, como es el caso del hijo de Thady Quirk, Jason Quirk: “Jason Quirk, aunque sea mi hijo, debo decir que fue un buen estudiante desde su nacimiento y un chico muy
listo” “Viendo que era tan buen oficinista como el mejor de la región, el agente le dejaba las cuentas de los arrendamientos para que las copiara, lo cual hizo Jason, en primer lugar, por el placer de complacer al caballero y, además, se negaba a aceptar pago alguno por su trabajo porque siempre estuvo orgulloso de servir a la familia. Tiempo después quedó en manos de Su Señoría una buena granja que lindaba hacia al Este con la nuestra y mi hijo presentó una oferta. ¿Por qué no podía pedirla él como cualquier otro? Las propuestas fueron enviadas a Bath, al amo, quien sabía de sus tierras menos que un niño antes de nacer, pues tan sólo vino una vez a cazar en ellas antes de marcharse a Inglaterra. Como el valor de las tierras caía cada año, según le informó el agente, Su Señoría respondió en una escueta carta que dejaba todo en sus manos, que las adjudicara en las mejores condiciones al mejor postor y le enviara 200 libras a vuelta de correo. De esta forma el agente me dio una pista y yo hablé en favor de mi hijo e hice saber por toda la región que nadie debía pujar contra nosotros. De manera que su oferta fue la adecuada y él resultó un buen arrendatario.” Otros aspectos que podemos ver es lado religioso en el caso de la esposa Sir Kit, la cual era judía de una gran fortuna, que por su religión quiso marcar territorio prohibiendo el cerdo y las salchichas: “Su luna de miel, al menos su luna de miel irlandesa, aún no había terminado cuando una mañana mi amo me dijo: «Thady, ¡cómprame un cerdo!». Y entonces se dio orden de preparar las salchichas, y en ese momento saltaron a la vista, por primera vez, los problemas de mi señora. Bajó personalmente a la cocina para hablar con la cocinera acerca de las salchichas y expresó su deseo de no verlas nunca más en su mesa. Bien, mi amo las había pedido y mi señora lo sabía.” Otra historia a tomar en cuenta es la muerte de Sir Patrick, a que fue sometido su cuerpo ya muerto:” ¡Feliz el hombre que apenas conseguía ver el coche fúnebre! Pero ¿quién lo hubiera pensado? Justo cuando todo iba tan bien, cuando estaba pasando por su propio pueblo, el muerto fue detenido y secuestrado a causa de sus deudas, maliciándose que la muchedumbre pediría un rescate. El heredero, que asistía al funeral, estaba en contra por temor a las consecuencias al ver que los malvados actuaban bajo el disfraz de la Ley.”
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