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Las pequeñas virtudes

Título original: Le piccole virtú

Autor: Natalia Ginzburg

Traducción: Celia Filipetto Isicato

Editorial: Acantilado

Año de publicación:1962

Año de edición : 2002

Número de página:168

Genero: Biografía, Textos, Colección

 

Escritora, política y dramaturga italiana. Una vida marcada por el asesinato de su esposo, un intelectual antifascista de origen ruso y profesor de literatura rusa, y quien había estado en la cárcel en 1934 y 1936, Leone Ginzburg, de él obtuvo su apellino, ya que antes, sobre todo en la publicación de su primera novela de 1942 El camino que a la ciudad, firmaba bajo el seudónimo de Alessandra Tornimparte, y es en 1945 cuando reedita, pero bajo el nombre que conocemos hoy. Se crio en el seno de una familia donde prosperaba las ideas antifascistas, rodeada de la formación y la enseñanza de sus padres, un profesor universitario de anatomía y su madre, hija de un abogado socialista.  

 

Las pequeñas virtudes de Ginzburg muestra una hábil ligereza de tacto en estas conmovedoras piezas escritas entre 1944 y 1960. Once ensayos que harán que el lector fluctúe sin obstáculos por sus páginas. Conmovedora, encantadora, donde muchas veces en buen termino cae engañado en sus trampas y te hace parte de su vida. La forma como va describiendo, tienes la


percepción más profunda de que es una escritora que lo hace de corazón, que no es una ficción sino una ensayista personal, que lidió con la sombra de escribir desde la mentalidad de un escritor, no pensar como un escritor, sino como una escritora. Es muy personal que encanta con asombro y gracia.

 

Es un texto que explora todos los detalles mundanos como las ineludibles catástrofes de la vida personal con la gracia y el ingenio que le han asegurado un puesto en la literatura. Escribe sobre la perdida de un amigo, Cesare Pavese, o lo inexpugnables acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, o los Abruzzi, donde vivió gran parte de su vida bajo el dominio fascista, la importancia del silencio, uno de los textos que mas, me gusto, y que decir, del par de zapatos gastados. Con su estilo sobrio, irónico y poéticamente resonante atrae a sus lectores.

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