Ir al contenido principal

Francia se apoya en la ciencia ficción para preparar las guerras del futuro


Autores de literatura de anticipación asesoran al Ministerio francés de los Ejércitos con escenarios de conflictos entre 2030 y 2060.

Son un puñado de escritores, guionistas y dibujantes de ciencia ficción, un auténtico comando de creadores acostumbrados a construir relatos y escenarios del futuro y a imaginar lo inimaginable. Están embarcados en una misión para las Fuerzas Armadas de su país, Francia: diseñar escenarios de conflictos —algunos posibles y otros que ahora pueden parecer inverosímiles— para ayudar al Ministerio francés de los Ejércitos a preparar las guerras del futuro.

El nombre oficial del equipo es Red Team, diez creadores de ciencia ficción que, desde hace dos años, desarrollan un encargo atípico y a primera vista desconcertante: anticipar las amenazas que podría afrontar Francia a mediados del siglo XXI. No es un ejercicio de prospectiva, un análisis racional y razonado de los futuros más o menos previsibles. El objetivo es situarse en el límite entre lo verosímil y lo inverosímil, como suele hacer la ciencia ficción, para contemplar lo que hoy parece imposible, pero que puede acabar sucediendo y, por el efecto sorpresa, desestabilizando un país.

“Lo que nos pedía el Ejército era: ‘Ponednos en una situación desagradable, dadnos escenarios que no hayamos anticipado, aunque no sea muy realista’”, dice uno de los miembros del Red Team, Laurent Genefort, prolífico escritor de ciencia ficción y autor, entre otros, del Ciclo de Omale o la trilogía Spire (no traducidos al castellano). “Para un novelista como yo, que utiliza su imaginación para algo tan inofensivo como una novela o para cuentos, sin impacto en lo real, era una manera de medirme con lo real. Siempre pienso, cuando trabajo para el Red Team, que todo puede tener una implicación en la realidad, lo que no es el caso cuando simplemente soy autor de ciencia ficción”.

La editorial Équateurs acaba de publicar Ces guerres qui nous attendent. 2030-2060 (Estas guerras que nos esperan. 2030-2060), un libro que incluye cuatro escenarios en los que ha trabajado el Red Team. Esta es la parte desclasificada de su trabajo; hay otra que permanece guardada bajo llave. Y es una ventana a un mundo inquietante y asombroso. La nómina de autores, aparte de Genefort, incluye a DOA, Xavier Dorison, Romain Lucazeau, Xavier Mauméjean, Virginie Tournay, Jeanne Bregeon y François Schuiten, entre otros.

“Afrontamos un futuro incierto, con acentos tumultuosos”, declaró la ministra de los Ejércitos, Florence Parly cuando, a finales de 2020, se desvelaron detalles de los primeros escenarios. “Hay que atreverse a pensar diferente, creer en lo imposible, imaginar lo inimaginable y cuestionar lo que ayer todavía nos parecía inmutable”.

Desastres naturales y confederaciones de piratas

Hay, en los escenarios, desastres naturales, refugiados climáticos y confederaciones globales de piratas. Fronteras porosas y ciudades móviles y flotantes. Una humanidad dividida entre quienes aceptan un chip “capaz de conciliar la seguridad sanitaria y la capacidad individual de desplazamiento”, y quienes lo rechazan. Estados-nación que se desintegran o viejas potencias coloniales que a la vez son colonizadas por los nómadas del mar, y otras que se enrocan en “hiperfortalezas” como en una nueva Edad Media.

El escenario 3 imagina un mundo compuesto de “esferas seguras que adaptan la percepción del mundo exterior a la realidad que cada cual desee darle”, resume uno de los videos del Red Team. “En 2040, más del 90% de europeos están conectados a ellas, por lo que ya no hay una realidad común compartida”.

Una vez establecido el marco, el Red Team introduce el elemento de conflicto: un atentado biológico el 2 de octubre de 2045 en Grande-City (los escenarios evitan nombras países y ciudades concretas, pero es fácil imaginar que se trata de Londres). Francia lanza la Operación Omanyd para repatriar a los ciudadanos franceses y de la Unión Europea, pero topa con el rechazo de muchas personas que viven encerradas en sus esferas seguras y bombardeadas por noticias falsas. Epílogo: en 2047, la UE lanza la Operación Asegurar Lo Real para desmantelar las zonas de realidad alternativa. “Los dispositivos de manipulación cognitiva quedan proscritos o severamente reglamentados”, se lee en el libro, “lo que permite una desideologización de poblaciones a gran escala”.

El Read Team se mueve en un territorio a medio camino entre la ciencia ficción más fantasiosa y la prospectiva al uso. No hay personajes que viajen en el tiempo. Pero sí cables que nos lleven al espacio con un ascensor. O las esferas seguras que son una proyección hiperbólica, pero no inimaginable, de un fenómeno real: la polarización ideológica y cultural alimentada por redes sociales y medios de comunicación que cultivan los prejuicios de sus audiencias.

Hay algo de juego en estos escenarios, pero es algo más. “Para el Ejército es muy serio. Para los autores en ciertos momentos hay una parte lúdica, y es importante, pero para ellos también es serio”, afirma Cédric Denis-Rémis, vicepresidente de la Université Paris Sciences et Lettres (PSL), institución que participa en el proyecto y suministra los expertos universitarios necesarios. “En el Ejército hay personas que se dedican a la prospectiva, pero el problema es que la prospectiva no puede hacer ciertas cosas: hoy nos muestra, por ejemplo, que no es posible hacer el ascensor espacial, porque los científicos estarán de acuerdo en que no se puede fabricar el cable para subir directamente al espacio. La ciencia ficción, en cambio, tiene derecho a decir: ‘No hay problema, nosotros lo fabricamos”.

El artífice del proyecto se llama Emmanuel Chiva, director de la Agencia de la Innovación de Defensa (AID), dependiente del Ministerio de los Ejércitos. Fue él quien, en 2016, siendo oficial de reserva en la Marina, acompañó a su mujer, aficionada a la ciencia ficción, el festival Utopiales de ciencia ficción en Nantes. “Allí”, recuerda, “descubrí a una comunidad que mezclaba la creatividad, el arte, la ciencia”.

Una vez nombrado al frente de la AID en 2018, decidió poner en marcha el proyecto. “A fin de cuentas, me dije, esta comunidad puede ayudarnos a pensar de manera distinta de la manera de pensar de un ingeniero, un científico o un militar”.

El uso práctico del Red Team es evidente, en la opinión de Chiva. “Hay resultados concretos”, explica. “Le voy a dar ejemplo: acabamos de lanzar un proyecto llamado Myriade en el terreno de la guerra cognitiva. Y es el resultado de un estudio de amenazas de la Red Team. Es verdaderamente lo que queríamos: nuestros autores piensan en el futuro muy lejano y nosotros pensamos en qué podemos hacer desde hoy para evitarlo”.

Cuando el pasado noviembre la ministra Parly anunció el proyecto Myriade, habló de “una nueva forma de amenaza que combina las capacidades de manipulación de información, de desinformación, de cibernética, de psicología, de ingeniería social, de biotecnologías”. Sonaba a los escenarios del Read Team. Y de hecho, lo citó varias veces.

“La guerra cognitiva es la capacidad de explotar las vulnerabilidades del cerebro humano recurriendo a los métodos que he mencionado”, dijo Parly. “No es en absoluto ciencia ficción”.

Fuente:elpais.com

    Comentarios

    Entradas populares de este blog

    Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

    No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

    Grandes esperanzas (Fragmentos)

    «En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

    Las muchas lenguas de Kundera

    La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente”...