El jurado del galardón, concedido por el Ministerio de Cultura y que está dotado con 20.000 euros, ha destacado que «es la primera vez que el Premio Nacional de Ensayo se concede a un libro monumental centrado en la música»
Al tratarse de un ensayo, no corremos el peligro de destripar el final si reproducimos su último párrafo: «En todo arte, en toda filosofía, en toda ciencia, también en toda mente suena una música de fondo, a veces, de tan tenue, imperceptible, una lengua donde acaban las lenguas [citando a Rilke]. Por eso nos hace libres al pensar que deja de nombrarnos». El ensayo ‘Filosofía y consuelo de la música’ (Acantilado), de Ramón Andrés, es un canto de amor a esta forma de arte que nos acompaña, como si fuera un matrimonio, en la riqueza y la pobreza; en la salud y en la enfermedad. De hecho, el extenso e intenso volumen repasa las visiones que han tenido sobre la música pensadores desde antes de Pitágoras, y muchos de ellos coinciden en destacar su poder curativo. Y, al mismo tiempo, su capacidad de consolarnos. De ahí el título.
Ramón Andrés ha sido distinguido con el premio Nacional de Ensayo de 2021 por este viaje musical por la historia del pensamiento, que también podría ser un viaje filosófico por la historia de la música. Es la primera vez que el galardón se concede a una obra sobre esta temática, y el escritor toma así el relevo de Irene Vallejo, ganadora en 2020 con ‘El infinito en un junco’. Si en aquella ocasión el premio sirvió para encumbrar a una mujer joven y hasta entonces poco conocida, este año el jurado ha optado por un autor que, desde el silencio reposado de sus lecturas, lleva años acompañando a un público tan heterogéneo como fiel.
Nacido en Pamplona en 1955, de joven se ganó la vida como cantante, centrándose en los repertorios medieval y renacentista. Redirigido hacia la escritura, en 1988 empezó a publicar artículos y más tarde llegaron los libros. Casi todos los ha publicado en la editorial Acantilado, donde se estrenó con ‘Johann Sebastian Bach. Los días, las ideas y los libros’ (2005), un meticuloso perfil del compositor a partir de los volúmenes que se incluían en su biblioteca al morir. Más tarde llegarían otros que, siempre haciendo equilibrios entre la erudición y la visión poética, reflexionarían sobre el hecho musical desde diferentes perspectivas. ‘El mundo en el oído’ (2008) repasa el nacimiento de la música en la cultura humana; ‘El luthier de Delft’ (2013) versa sobre las relaciones entre música, ciencia y pintura en los tiempos de Vermeery Spinoza, y así podría seguir una larga lista, a la que habría que incluir incursiones a otros temas, como fue ‘Semper dolens’ (2015), donde traza la historia de una cuestión tan tabú y escurridiza como el suicidio en las culturas occidentales. Además, ha publicado diversos volúmenes de poesía y ha traducido autores como Dylan Thomas y Jean de La Bruyère.
Hombre tranquilo donde los haya, la paciencia y la constancia son sus claves para destilar toda la sabiduría que emana de sus páginas. «El saber es lento, muy, muy lento», me advertía durante una charla de presentación del volumen ahora premiado. Aseguraba que con las fichas de lectura que acumula tendría material suficiente para escribir durante varias décadas más, pero que ‘Filosofía y consuelo de la música’ sería su último libro de estas dimensiones. El próximo, más breve pero seguramente no menos lleno de saber, está previsto que se centre en uno de sus músicos más apreciados: el francoflamenco del siglo XVJosquin Desprez. Verá la luz, si todo va bien, en 2022.
Fuente:abc.es
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