Darme por entero a la lectura de un libro, viene a ser la recreación de aquellos fantasmas que yacen dormidos por un poco de tiempo en las cavernas de mi biblioteca. La lista es algo extensa, comprometida, pero si el tiempo no se convierte en Fidón de Argos, en Cípselo de Corinto, en un déspota y tirano, creo determinantemente, que el que caiga en mis manos será un cómplice mas de mi experiencia literaria. Aproximarnos a la lectura nos conduce a lo lúdico del lenguaje, a la evocación de mundos imaginarios, donde nos convertimos en actor y espectador a la vez de lo
que leemos, en receptor y exponente de una fuente de capacidad donde fluyen la crítica y acrítica de lo visual e imaginario, donde gozamos la libertad de razonar en controversia la grandeza y debilidad de esas letras que en principios nos arropan, pero que en el transcurso pueden irse desvaneciendo sino chocan con lo que esperábamos.
Asir la palabra escrita como herramienta de recreación, nos proporciona la belleza de la realidad, creando ilusiones tallada sobre el viento, poniendo en relieve los contornos de aquello que no vivimos, pero desearíamos aproximarnos a las huellas que dejaron los tiempos. Toda lectura es un viaje al simbolismo, un abordaje a la imagen como recurso de lo ficticio o lo real. Un teatro lleno de fuerza y fecundidad, un caserio que fragua la reputacion de los sueños, donde no hay barreras , ni reglas de algo incubado en si mismo.
"La lectura es la palabra usada para referirse a una interacción, por lo cual el sentido codificado por un autor en estímulos visuales se transforman en sentido de la mente del autor". Es ponernos en contacto entre objetivo-autor y objetivo-lector, donde explosiona la satisfacción
personal, entre personas que ni por asomo visuales, ni de tiempo se conocen. "Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía" J.F. Kennedy. "Adquirir el hábito de la lectura y rodearnos de buenos libros es construirnos un refugio moral que nos protege de casi todas las miserias de la vida" W. Somerset Maugham.

Asir la palabra escrita como herramienta de recreación, nos proporciona la belleza de la realidad, creando ilusiones tallada sobre el viento, poniendo en relieve los contornos de aquello que no vivimos, pero desearíamos aproximarnos a las huellas que dejaron los tiempos. Toda lectura es un viaje al simbolismo, un abordaje a la imagen como recurso de lo ficticio o lo real. Un teatro lleno de fuerza y fecundidad, un caserio que fragua la reputacion de los sueños, donde no hay barreras , ni reglas de algo incubado en si mismo.
"La lectura es la palabra usada para referirse a una interacción, por lo cual el sentido codificado por un autor en estímulos visuales se transforman en sentido de la mente del autor". Es ponernos en contacto entre objetivo-autor y objetivo-lector, donde explosiona la satisfacción

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