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Mielkina, casi me mata un rayo, pero me cambio

Un 2 de julio de 1505 en las cercanías de Stotterhein ocurrió un suceso que cambiaria la vida de uno de los hombres que ha sido recordado como el gran reformador de la iglesia, Martin Lutero. Este después de graduarse de magister y en los inicios de sus estudios de jurisprudencia en la universidad de Erfurt, de regreso en una pequeña visita a sus padres, fue sorprendido por un grave temporal, en medio de la tempestad eléctrica, un rayo un cayó tan cerca de él que lo echó a tierra. Este acontecimiento lo marcó tanto, que invocó a Santa Ana prometiendo: quiero ser monje. Lo demás es historia.

Rayando el alba para un nuevo día de la Reforma Protestante, aquel acontecimiento, que hirió las puestas de la iglesia del Castillo de Wittenberd, aunque algunos quieran negar la herida. Durante el siglo XVI, la intentona de producir cambios en los usos y costumbres de la Iglesia Católica en Europa Occidental, hizo estragos, que hasta el día de hoy vemos las secuelas de dicho movimiento.

Este movimiento religioso intento producir reformas en la iglesia cristiana buscando la revitalización del cristianismo primitivo con el apoyo de grupos de príncipes y monarcas que reaccionaron contra una decisión de su emperador. Urdiendo sus raíces en las mismas tradiciones católicas medievales, el gran iniciador de este movimiento, Martin Lutero, hijo de un minero que logro cierto desahogo económico, siempre confesor ser hijo de campesinos. De educación rigorosa y desde la niñez vivió una religiosidad comprometida con el temor, no tuvo la menor decisión de hacerle frente a sus adversarios religiosos.

El 31 de octubre de 1517 habituado del temor que le caracterizaba, no un temor, que provenía de las orbes humanas, sino de aquel temor que había aprendido de los evangelios y especialmente, de la Cartas a los Romanos pone en claro su gran tesis en 95 verdades que darían inicio a la gran movimiento. Este destello de descernimiento que tuvo en las escalinatas, acerca de que el justo vivirá por la fe únicamente en Cristo Jesús, constituyo el gran movimiento inmemorable que ha marcado todo la historia.

Las 95 tesis, todas están tienen como escenario: La justicia, el pecado, la fe, la sumisión, la conversión, el arrepentimiento, el perdón, la cruz, la seguridad, la relación, la obediencia, la ley, las obras, el crecimiento, la permanencia, la testificación, la tentación, la victoria, la perfección y Jesús, es un mensaje de aplicación eterna. La teoría de la justificación por la fe es una dinamita, inmediatamente se le entiende, nunca más puede ser el mismo. A este camino fue que quiso intercambiar Martin Lutero y los demás que hicieron estallar las reformas necesarias para la iglesia, entre lo real y lo imaginario de lo religioso que operaba en aquel entonces. Aquella desconstrucción de lo religioso tradicional, trajo consigo el desmesuramiento de las teorías religiosas del alto clero.

Hablar de las causas y sus seguidores, de los principios de reformas, de los resultados en la vida de Martin Lutero, de las ventajas y desventajas de la reforma, sería tema para otro post.

La iglesia de las diez mil cabeza….. Sonó sarcástico

A correr fanático

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