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Es la primera vez que me ejecutan

Cada vez que tomo un libro en mis manos, este viene a ser un caudal de enseñanza, la cual nunca se detiene. Pues en unos de esos libros que te sorprenden cuando uno ve historia que en algunas ocasiones te hacen reir o llorar, pero en esta ocasión me hizo reir de manera irónica al ver una frase que aunque le parezca algo extraña, pero tuvo en el tiempo su realidad.

"Es la primera vez que me ejecutan"

Maximiliano, mejor conocido como Fernando José de Habsburgo, archiduque de Austria, y quien naciera en Viena en 1832. Casado con la princesa Carlota Amalia, hija del rey Leopoldo I de Bélgica en 1857. fue nombrando gobernador del reino lombardo-véneto. Después de unos enfrentamiento entre las tropas del emperador Napoleón III de Francia ayudadas por tropas austríacas y española, invadieron a México, pero gracia a la interversion de Prim quien consideron la expedicion como un desastre, el contigente decidio retirarse de México, quedando allí sola las tropas francesas.

El 10 de julio de 1863, en una reunión de notables personalidades proclamaron el Imperio mexicano ofreciendolo la corona Maximiliano, que hablaba español, pero no fue hasta un año después que Maximiliano bajo el Convenio de Miramar decide ocupar el puesto, desembarcando en Veracruz el 28 de mayo, y llegando a la capital el 12 de junio. Desde el principio confrontó serias dificultades con pocas posibilidad de supervivencia. Pero, no fue hasta tres años después cuando las fichas del Imperio méxicano caen, quedando Maximiliano solo con unos pocos fieles, su esposa, Carlota, se retiró a Europa a pedir auxilio a Napoleón III y al Papa, donde solo obtuvo sendas palabras de agradecimientos, pero poca acción.

Para eso entra en escena Benito Juárez, quien estaba al mando de fuerzas republicanas quizo abdicar, pero era demasiado tarde. Para el 14 de junio de 1867 fue sometido a un consejo de Guerra, Maximiliano, condenado a muerte. No fue hasta 19 de junio del mismo año, cuando en el llamado Cerro de las Campanas, Maximiliano de Habsburgo, Tomás Mejía y Miguel Miramón fueron colocado ante el pelotón de ejecución, y en un momento dado se escuchó el toque de trompeta

Preguntó el Emperador:

-General, ¿es ésta la señal de la ejecución?

- No lo sé, señor, es la primera vez que me ejecutan

Con esta respuesta, sereno y valiente, se enfrentó a la muerte con impavidez el descendiente de los emperadores aztecas.

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