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La muerte de Ivan Ilich

Una de las mejores introducciones a la vida de Tolstoi la encontramos en los Recuerdos (1921) del escritor ruso Máximo Gorki. Este escritor, quien basado en sus visitas al novelista a principio del siglo XX, ya a sus setenta y dos años, residía en Crimea, y aprecia lo acuartelado de su mala salud y a la vez excomulgado por la iglesia ortodoxa rusa. En la obra de Tolstoi se refleja toda una época de la vida de Rusia, desde la abolición del régimen de servidumbre de 1891 hasta la primera revolución rusa del año 1905. Los comienzos de Tolstoi se suscriben a mediados del siglo XIX, época en la que aun existía en Rusia el régimen de servidumbre, y muriendo poco antes de la revolución de 1917.

Tolstoi ha sido considerado un artista de la realidad. "Escribir para el pueblo es escribir para el hombre de nuestra raza, de nuestra tierra, de nuestro hablar... Es llamarse Cervantes en España, Shakespeare en Inglaterra, Tolstoi en Rusia" Nadie ha descrito los aspectos eternos del destino del hombre con mas veracidad que Tolstoi. Los personajes de sus novelas parecen haber sido engendrados, suscitados del mismo modo que los seres reales, enganchado al mundo laminado por sus crueldades y sus ilusiones de tener lo no ganado, de procurarse esculpir un ideario desprovisto de la exactitud. Mas que un escritor, Tolstoi fue un filosofo, un divulgador y fundador de una nueva religión, y defensor de los derechos del hombre. En, En que consiste mi fe, expresa: "Yo creo que mi vida, mi razón y mi luz ha sido dadas exclusivamente para iluminar a los hombres. Creo que mi conocimiento de la verdad es un talento que se me ha prestado para tal objeto".

Leer: Guerra y Paz, Ana Karenina, Resurrección, entre otros de sus escritos es arriesgarse a ser tragado por el realismo que impera en sus personajes, es vernos involucrado bajo la inventiva de su autor, sin ningún escape a sepultarnos de la llovizna de la maldad, de la malicia, de la envidia, de lo cruento, de lo inhumano y de la codicia. Podríamos vernos frente a una situación de alguna trama y ser poseídos por el personaje. Por tal razón, los críticos rusos han expresado que sus novelas y relatos retratan lo familiar con tal extrañeza que todo parece recien acuñado.

En lo que respecta a La muerte de Ivan Ilich, un relato que pertenece a la gran escuela realista rusa del siglo XIX, nos agrieta un sendero para visibilizar la sociedad la cual vivió Tolstoi. Las apariencias, se revisten de decencia, son las mentiras de la vida y el protagonista descubre, ya muy tarde, cuando ya el tiempo se discurre entre nuestros dedos que no hay momento para el cambio, para dejar atrás el sueño de Gregor Samsa, que solo nos vemos anclado y consolado por los recuerdos de la infancia. Ivan Ilich es un típico personaje del común denominador, laborioso y mediocre funcionario, un procurador del tribunal del distrito de Tula que murió de Cáncer, después de caerse y golpearse al reparar unas cortinas, comienza a sentir dolor e ir en progreso su mal estado de salud. Casado con Praskovia Fiodorovna, hijos y Guesarim, quien fue su alivio hecho carne durante sus últimos días, era su mujik , aunque al principio le turbaba el aspecto de aquel joven. "Ivan Ilich veía que se estaba muriendo y se hallaba en un estado de constante desesperación. En el fondo del alma, sabia que se estaba muriendo, pero lejos de hacerse a esa idea, sencillamente no lo comprendía, no lograba comprenderlo de ningún modo"

La muerte de Ivan Ilich, busca patentizar y evidenciar el costado real del hombre. Ante la muerte de nuestro protagonista, vemos las diligencias y laboriosidad de Praskovia Fiodorovna, que no es mas que la representacion del desamor por Ivan, en busca de la pensión del difunto, sus colegas disputándose y polemizando el puesto de este. Es una escena que a diario vemos cuando un cercano muere, sus allegados se hostilizan en los bienes perecederos del difunto .Eso fue lo que nos mostró Tolstoi, el enfrentamiento entre los pensamientos íntimos y las acciones, entre el aparentar y el ser. Es una mirada a ese vacio que tanta angustia nos proporciona, la muerte. A nuestro protagonista le gusta las apariencias limpias, resplandecientes, inanimadas. La muerte de Ivan Ilich es muy parecida a la de su autor, pues este último huye de su casa para refugiarse en un convento porque todos le han abandonado, y no puede pasar de la estación de Astapovo.

Seamos parte de ese mundo que nos muestra nuestro querido Lev. N. Tolstoi, escritor que no olvidaran, mientras vida tengan, se verán reflejado en cada uno de sus personajes.

Que este libro sea uno mas de los presuntos implicados.

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