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Y siguen en la pelótica, mejor dicho política

La política como actividad humana tendente a gobernar y dirigir la acción o destino del Estado en beneficio de la sociedad, como toda ciencia se va transformando con el tiempo. Platicar de esa política que en algún tiempo fue escenario de un marco atestado de imágenes y tipos, de señales que atenuaba la renovación ciudadana a costa de la interrelación mágico – religioso se fueron esfumando con las ideas pragmáticas que el hombre ha ido procesando e incorporando a su corpus dogmático. Los tanteos teocráticos que el hombre se adjudicó como buenos y validos fueron dejando en el camino una estela de duda que hizo que hombre, a través de una revolución ideológica convirtiera la institución establecida. Ese proceso social se fue orientando hacia las tomas de decisiones para la consecución de los objetivos de un grupo. Aunque el termino como tal fue utilizado en Atenas a partir del siglo V antes de Cristo, sobre todo en las obras de Aristóteles, y en especial Política. El mismo Aristóteles ha definido a ser humano como un animal político por excelencia.


La política va más allá de las transformaciones sociales, sobre todo de las transformaciones que se dieron en las sociedades griegas. El Neolítico se puede instaurar como punto de partida para poder enlazar esta ciencia social. Fue donde el hombre empezó a organizar la sociedad jerárquicamente, trayendo a tras luz el poder de uno sobre los demás. Era un poder que era caracterizado por el más fuerte o el más sabio de grupo, con una estructura absolutista, como ya se han encontrado vestigios de pueblos centroeuropeos y del mediterráneo, o como en Atenas y Fenicia, donde ya se practicaba la democracia parcial. Pero el sistema absolutista, que estaba personificado por una sola persona no cambio hasta fin del Antiguo Régimen con la Revolución Francesa en Europa y la constitución de los Estados Unidos.


Son muchos los sistemas políticos que ha brotado, pero la misma sociedad los va derribando con el tiempo, es común hablar de: Autocracia, Comunismo, Dictadura, Democracia directa, Democracia, Progresismo, Socialdemocracia, Liberalismo, Monarquía absolutista, Monarquía parlamentaria, Teocracia, Socialismo, Conservadurismo, entre otros. Hoy día todos estos sistemas políticos tienen entre si algo común, el interés, el poder sobre la masa, una masa que esta a merced del engaño, del regalo de un caramelo envenenado, del manejo de la ignorancia de los gobernantes sobre los gobernados, de la astucia del político sobre una sociedad pobre que no reconoce quien es su verdugo, pero si reconoce el poco de dinero que puede obtener del político, a sabiendo que va en detrimento de los recursos del Estado, y mas en estos países “tercermundistas” donde se percibe mas la carencia de fuertes estructuras ideológicas. Todos estos países “tercermundistas” son las mismas vainas, se encierran creyendo que sus gobernantes harán lo mejor por su nación, pero olvidan o al menos que no lo quieran reconocer que hay poderes mas allá de nuestros territorios. Hoy se habla de las elecciones en los Estados Unidos de America, y todos los países tiene su mira al Norte, pues todos dependen de lo que suceda por allá, que si Obama o Mccain. Pero aunque gane Obama, que es el que todas las encuestas dan por seguro ganador, la política norteamericana seguirá siendo la misma sobre las demás naciones que dependen de ella. La política dejo de ser ese instrumento de fortalecimiento de las estructuras de la sociedad, paso a ser un mecanismo de trampa, engaño, donde cada cuatro o seis años los políticos se apersonan para hacerte creer y ofertarte que ellos resolverán los problemas de la nación, “Cuanto mas siniestros son los deseos de un político, mas pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje” Aldous Huxley, cuando una vez están en sus curules o tronos se olvidan de esa masa desprotegidas que una vez volvió a ser engañada. “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados” Groucho Marx, por tal razón la población se deja engañar, porque el que menos sabe de política, más político se hace. Esa política de ensueño ya paso, esa idea de que la política era una empresa noble, que tenía como pretensión cambiar la realidad a través de la razón quedo varada en el sano juicio de sus protagonistas. Platón, uno de los grandes teóricos de la política, dejo a un lado sus pretensiones por la imposibilidad de tener éxitos políticos y mantener los principios éticos. En casos muy especiales como el de Gandhi en la India o el de Václav Havel, presidente Checo, donde hombre moral tuvo éxito, donde la solidaridad se volvió defensor de los derechos humanos. Ni hablar de la manera conductual que proclama Maquiavelo de los gobernantes si quieren mantenerse en el poder, partiendo de una pobre idea sobre el ciudadano común (egoísta en extremo y oportunista siempre). El fin justifica los medios, y uno de esos medios es justamente la distorsión de los hechos, y la mentira es un gran medio para adormece a un masa carente de recursos cognoscitivos.


La política en si es buena, pero sus practicantes desaprueban las perspectivas que de ella se tiene.

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