Los poemas perdidos que en un momento de la vida de Aberlado vinieron a ser a veces dialécticas y teología. Porque el Filósofo había experimentado un cambio del cual él era el primero en sorprenderse, dio un vuelco a su vida. Pues, las cuestiones que discutía con tanto ardor unos meses antes, en lo sucesivo no las
encuentraba de interes. Solo le ocupaba la poesía amorosa. Al responder a la llamada de los sentidos no se imaginaba ni un solo instante que ello iba a dar lugar a que brotara un sentimiento capaz de transformarle. Mucho mas tarde , en la senetud, se percibirá el eco de la estupefacción con que comprobó lo que se operaba en él.
"Cualquiera que fuere la especie del pájaro de presa
más apto para apresar, la mujer es más fuerte que él.
Ningún ser se adueña mejor que la mujer de las mentes humanas"
La violencia con que se entregaba a esta nueva pasión influye en todo su comportamiento: "A medida que la pasión del placer me invadía, pensaba cada vez menos en el estudio y en la escuela. Me molestaba en extremo ir o quedarme en ella. Me suponía también una gran fatiga, puesto que las noches las dedicaba al amor y los días al trabajo" "Las lecciones las daba únicamente con indiferencia y sin entusiasmo. No hablaba ya de inspiración sino de memoria. No hacia más que repetir las lecciones dadas y, si la mente estaba suficientemente predispuesta para componer algunas obras en verso, era el amor, no la filosofía el que me las dictaba."
De esta formar quedó doblegado el espíritu de uno de los más grandes representantes de la dialéctica, cuando se le cruzó una mujer que le daría 180 grado a la vida de este filosofo. Ni mas ni
menos, Eloísa transformó la vida de Aberlardo, de un hombre que promovía las grandes discusiones filosóficas-religiosas, a una vida enteramente dedicada a una mujer, que más luego entre ambos dieron forma a escritos puramente teológicos, con fuertes versos llameantes donde predominaba el amor.
Es una de mis más grandes historias de amor. Tan hermosa que ambos fueron enterrado desde 1817 uno a la lado del otro, en uno de los cementerios más celebres, el cementerio parisino de Pére-Lachaise, para proseguir esa historia de amor eterno.

"Cualquiera que fuere la especie del pájaro de presa
más apto para apresar, la mujer es más fuerte que él.
Ningún ser se adueña mejor que la mujer de las mentes humanas"
La violencia con que se entregaba a esta nueva pasión influye en todo su comportamiento: "A medida que la pasión del placer me invadía, pensaba cada vez menos en el estudio y en la escuela. Me molestaba en extremo ir o quedarme en ella. Me suponía también una gran fatiga, puesto que las noches las dedicaba al amor y los días al trabajo" "Las lecciones las daba únicamente con indiferencia y sin entusiasmo. No hablaba ya de inspiración sino de memoria. No hacia más que repetir las lecciones dadas y, si la mente estaba suficientemente predispuesta para componer algunas obras en verso, era el amor, no la filosofía el que me las dictaba."
De esta formar quedó doblegado el espíritu de uno de los más grandes representantes de la dialéctica, cuando se le cruzó una mujer que le daría 180 grado a la vida de este filosofo. Ni mas ni

Es una de mis más grandes historias de amor. Tan hermosa que ambos fueron enterrado desde 1817 uno a la lado del otro, en uno de los cementerios más celebres, el cementerio parisino de Pére-Lachaise, para proseguir esa historia de amor eterno.
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