
La historia esta plagada de este tipo de acontecimiento, donde “religiosos”, con el supuesto lábaro del cristianismo o amen creencias, manipulan los medios para justificar sus actos. Estos hechos son una clara advertencia de que la historia, en su referente religioso, es un círculo embriagador, donde el hombre que hace fila en la religión no termina de entender, que aunque crea en Jesús o cualquier otra personalidad, hay en su ser, en su interior un hombre que se llama orgullo, rencor, envidia, ira, avaricia, soberbia. Que esa ira, transformada en pasión arrebatadora, esa furia que de vez en cuando nos arrebata, nos convierte en verdaderas fieras. Ambos grupos enfrentados en apariencia se hacen notar como los demás, pero ante el más pequeño punzón o provocación reaccionan y muestran que son en realidad. No importando el tiempo que tenga en las filas del cristianismo, no te da la certificación de que eres mas papista que papa, que aunque seas el mas grande anacoreta de todos los tiempos no demuestra que tiene comprado el cielo, que el mejor acto de religión es reconocer primero que eres humano, ante todo, y no esconderte detrás de un hábito, de una Biblia haciéndote creer que eres el mas santo de todos. Cuan bella sería la vida sin dejamos a un lado las denominaciones religiosas y unifiquamos esfuerzo por transformar la humanidad a través de la enseñanza, de esa historia que a diario nos enseña algo nuevo, que “Lo peor fue que, esta guerra, las armas que habían sido tomadas en defensa de la religión aniquilaban toda religión” Castelnau, Memorias. Que nuestra religión se apropie en la búsqueda de la verdad, si es que esta existe.
Este enfrentamiento me recordó en algo a Jesús, cuando en el Templo convertido en mercado municipal, arrebató a los mercaderes sus mercancías, mostrando su naturaleza humana. Estos monjes expusieron el lado “oscuro” de su vida, claro, si es que es oscura esa pasión del alma que causa indignación y enfado. Si por no ser invitado a una conmemoración, imagínense estos grupos religiosos en una guerra religiosa, y no hablaremos de las grandes guerras religiosas que han parido la iglesia o cualquier otra institución con fines religiosos, pues lo cansaría, hablando de las cruzadas, de las guerras judaicas asociadas a la religión, de las luchas internas entre Papas, de los conflictos eclesiásticos que devastan
Qué le parece, es necesario llegar a ese término en la actualidad, de que dos grupos que creyendo ser unísonos en la creencia de Dios, se estén enfrentando. Vaya, cuanto hemos avanzado….
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