El renombrado padre intelectual del humanismo ateo contemporáneo, llamado también ateísmo antropológico, se había formado en la teología luterana en Heidelberg, donde mas luego se traslado a Berlín a estudiar teología con Schleiermacher y filosofía con Hegel. Qué se podríamos espera de este hombre que estaba bajo la sombra de dos grandes en sus respectivas áreas, escribir, el cual desde su desarrollo intelectual ya proponía que la inmortalidad es una creación humana y que es germen vislumbrado de la antropología de la religión.
Una vez iniciado el viaje en el tren: La esencia del Cristianismo nos da la sensación de encontrarnos con un escritor que nos dará las pautas implícitas sobre la esencia del cristianismo, porque con toda sinceridad, me pareció una manzana el libro. Feuerbach es uno de estos escritores que no se desligas de lo que cree, tal como había generado una escándalo con un libro anónimo, podríamos decir, que con este libro vino a pasarle un paño “tibio”, el cual no se percibió, pues fue tildado de anticristiano, pues en ese libro polémico (Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad) asume las tendencias panteístas del antiguo profesor Hegel, pero mucho menos obviando las de Schelling y la Naturphilosophie donde incluso se puede apreciar una inversión del esquema de la Fenomenología de Hegel. El planteamiento de Feuerbach ve la inmortalidad como una no-correspondencia del individuo, sino de la especie.
El libro La esencia del Cristianismo esta estructurado en dos partes, pero precedido por los dos primeros capítulos que tratan sobre: La esencia del hombre en general y La esencia de la religión en general. Podríamos decir, que estos dos capítulos encierran hacia dónde van los demás capítulos, establecen cual es su afinidad ideológica o creencia, principalmente pues el primer capítulo nos muestra la trinidad divina en el hombre y donde descansa la diferenciación entre hombre y animal, donde la base principal de dicha diferenciación está sellada por la conciencia que dispone el hombre y no el instinto de los animales. “Donde hay consciencia, allí existe la aptitud para la ciencia” “en el sentido estricto, solo se encuentra (conciencia) allí donde un ser tiene como objeto su propia esencia, su propio genero” “Dios es la esencia objetivada del hombre, y sólo a través del objeto (Dios) el hombre es consciente de sí mismo. Pero este objeto es religioso porque es objeto del sentimiento en el hombre (lo único que se puede objetivar y definir como esencia del hombre es la naturaleza del sentimiento; Dios es el sentimiento puro, ilimitado y libre)”
La primera parte es denominada: La esencia verdadera, es decir, antropología de la religión. Esta parte nos da un paseo filosófico por: Dios, como esencia del entendimiento, donde establece una marcada división entre el hombre y su propia esencia (Dios), y encierra la esencia (Dios) como la esencia objetivada del entendimiento. Dios como esencia moral, es otro de los capítulos que dan lugar a esta parte, entre otros capítulos que van dirigido a: el misterio de la encarnación, el misterio de Dios que sufre, el misterio de la trinidad, de los logos, del principio de la creación, de la providencia. De la fe, de la resurrección, entre otros.
La segunda parte: La esencia falsa o sea la teología de la religión. Es el capítulo más negativo, como el mismo autor lo establece, por lo referente a la esencia inhumana de la religión. Esta segunda parte tiene el mismo objetivo al anterior, demostrar que el contenido y objeto de la religión es totalmente humano, que el misterio de la teología es la antropología, que el misterio del ser divino es la esencia humana. El autor trata de probar la tesis en una dirección diferente, pues antes se constataba que los principales elementos y misterios que configuran a la religión cristiana tienen su origen en la misma esencia humana, ahora se mira a la religión, concebida al modo usual, edificada sobre contradicciones. Esta segunda parte muestra las divergencias entre los predicados teológicos y los predicados antropológicos donde establece una certeza falsa. El punto de vista esencial de la religión, las contradicciones en la existencia de Dios, las contradicciones en la revelación de Dios, de la trinidad, de los sacramentos, de entre la fe y el amor, entre otros capítulos más dan cierre al libro.
Como en este mundo se dan todo los casos, a mi entender este libro es excelente, claro habrán algunas personas que de entrada tendrán un espíritu crítico-destructivo y hasta de menosprecio, donde no vemos la crítica, como una solución al problemas, sino como punto de agudización de la crítica , aquí podría hablarse de ese espíritu egoísta que hace mención Feuerbach de los judíos y muchos cristianos de decir que su Dios es el verdadero y que los demás son fantasías, caminos desviados y errores apreciativos de una real adoración a un ser divino como Dios , que no dan espacio a dejar fluir un estudio bien sabido de lo tratado, tema este también tratado en el libro. Lo importante es el jugo de la naranja y no el bagazo, lo inservible del producto.
Amennnnn……
Comentarios
Tengo hace mucho el libro, pero le llego el tiempo de leerlo, bien bueno tipo. ahora voy a tirarme Pensamiento sobre la muerte y la inmortalidad
consígueme el libro en pdf cuando puedas.