Ir al contenido principal

ILUSIONES Y ENSUEÑOS

En este gran universo de ideas, ideas y propuestas que en algún punto del espacio se entretejen, sobre todo cuando están motivadas por el desmedido afán del ser humano en querer llevar por caminos tortuosos a otros que se dejan confundir e intrincar ante prerrogativas falsas, que se suponen en el tiempo con algún beneficio pecuniario, hacen que otros se encumbren y crean una revolución ideológica, si es que esta existe como brújula antojadiza por el hombre en un momento determinado. La presunción absoluta que tienen algunos en resolver los problemas que atañen al hombre sobre discusiones que desde el punto de vista legal o moral, nos crean consideraciones adversas a lo que hemos absorbido desde nuestra niñez por las impresiones e influencias que nuestros padres nos han entregado en educación, hacen que nuestras argumentaciones racionales y sobre todo, la madre de nuestra acción, la voluntad , nos fuercen a erigir una cadena de realidades que se confundan en las sombras oníricas de un ser-estar desbastado por las tempestades que a diario vemos al hojear las páginas de un periódico que será noticia pasada, adorno de zafacón, ceniza y holocausto del dios que suspira su olor. Ante este inmenso océano de ideas y dudas, la nostalgia del hombre en querer posar sus miradas, no en especulaciones estériles, lo hacen volver a la cuestión-función-social que le atañe. El colisionar con noticias desalentadoras, como el indultar a varias personas que desfalcaron al Estado y a instituciones bancarias, lo hacen cultivar las ideas de los otros, mientras mas roba, mientras mas usurpa las arcas del Estado, mas chances tienes para tener tus pies fuera de las rejas. La sociedad se enrumba por una pendiente peñascosa, donde los llamados a dar el mas firme ejemplo sobre la impunidad, se hacen coparticipe de una acción desaprobada por un pequeño grupo de la sociedad, el cual percibe un estadio sombrío, caduco, estéril e inicuo los sueños de una colectividad donde se castigue al culpable.

Comentar de la guerra de Iraq, de la crisis económica que ha sumergido a Estados Unidos en su derrotero, de la caída de las bolsas de los países europeos, de la caída de las bolsas asiáticas, de las ejecuciones llevada a cabo por los narcos en México y otros países, de las crisis económicas que se esta dejando sentir en los pequeños países que son patios de las grandes potencias y de todos los problemas que son obra y fin de todos los hombres que su único objetivo es el individualismo feroz, nos hacen sumergirnos en ilusiones y ensueños que se deslizan en el viento. Solo nos queda asistir a la fiesta del mas cruel realismo cimentado bajo la confesión de rudimentos inestables, entretejidos con telarañas con proporciones inimaginables.

Sálvese el que pueda, siempre mirando tu responsabilidad ante la sociedad y los tuyos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente”...