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La invención de Morel

A modo de resumen, y que quede claro, por resumen un breve paso al deslinde de todo el libro. La novela del argentino Adolfo Bioy Casares es un planteamiento al tema del eterno regreso, la cual en cierto modo procura un despliegue de la discusión sobre la percepción del hombre plantado en un mundo que no decidió elegir, pero que paradójicamente se alimenta de olvidos, y que a su vez mezcla pasado y futuro.

“La obra trata de un preso, condenado a cadena perpetua, que se fuga y llega a la isla de Villings, del Archipiélago de las Ellises. Allí se da cuenta de que viven otras personas, entre ellas una mujer joven, pero el preso quiere pasar inadvertido y se mantiene escondido por temor a ser visto. Tras días de enfermedad y hambre, y sin dejar de pensar en la mujer, un día decide entablar conversación con ella, pero como si éste fuera invisible la mujer llamada Faustine le ignora en repetidos encuentros.
Finalmente se da cuenta de que todo es una farsa. La gente forma parte de un nuevo invento creado por uno de los habitantes, Morel. Este se trata de una máquina que tras realizar una grabación, proyectaba esas imágenes en el espacio. Morel, reúne a todos los moradores de la isla y les cuenta su invento, es entonces cuando uno de ellos se da cuenta de que todos van a morir.
El preso decide vivir tranquilo en el museo, y allí descubre por casualidad el invento de Morel, en ese momento se percata de que a perdido a Faustine y que Morel había realizado toda esta trama para matar a todos sus amigos y lograr su inmortalidad junto a su amada Faustine. Es entonces cuando comienza a estudiar las filmaciones  tratando de involucrarse y suprimir a Morel, para ser él el que viviera dicha eternidad junto a la joven Faustine“.

Un personaje que se vive editando así mismo, pero a partir de un esfuerzo ineludible arrojándose al futuro, pero que ese posible ya no es, sino un recurrir de lo que ocurrió, y que intenta recordar halando de la historia un asomo de los hechos y reconstruyendo el horizonte de sus sentidos. Toda su situación es fantástica, la cual le permite extender su concepto de realidad y evalúa sus consideraciones hacia la realidad y lo fantástico. Lo que juzgó importante mientras lo vivió no es lo que juzgará importante a la hora de recurrir a explicar los hechos donde construye en su isla el tema de la percepción del tiempo, a través del eterno retorno, y de lo fantástico como elemento que construye la realidad humana.

Un fugitivo, del cual no tenemos nombre, más bien un ser anónimo, llega a la isla en un barco frágil, con hambre, y luego, al encontrar a los turistas se siente invisible. Ya de por sí, el sentirse invisible, le despierta una relación con el mito ficcionario  moderno de lo otro, de la diferencia y de la ausencia, llevándolo a plantearse la cuestión de su propio destino, y que en su interioridad percibe que el ser humano no es un momento alguno, sino que su ser consiste en estar-siendo-en-el-mundo, de replantearse su puesto en la isla, y por osmosis en el mundo, que es sobretodo la más peculiar característica de lo humano, la cual consistirá en que su ser siempre está delante de suyo como si nunca estuviera completo sino que, involucrado en las cosas, siempre estará lanzado a las cuestiones de la vida, recordando que es un fugitivo.

“La mezcla del espacio del protagonista y del de las imágenes lo hacen admitir la representación como elemento que constituye la realidad, que también es  una ficción“.

Un fugitivo, Faustine y Morel son los tres principales personajes, los demás son apoyo a su informe.  En los papeles de Morel se encuentra la clave de su descubrimiento. El inventor describe pormenorizadamente todos sus sacrificios y esfuerzos hasta llegar a conseguir el artilugio en cuestión. El prófugo admira la capacidad de Morel, la imaginación que le ha llevado al desarrollo de su obra. Pero para el prófugo Morel se ha limitado a conservar las sensaciones; sólo ha tanteado la perpetuidad. Las imágenes no viven. Considera también la conveniencia de inventar otro aparato con el que se pueda averiguar si las imágenes sienten y piensan. Con un aparato más completo, "lo pensado y lo sentido en la vida -o en los ratos de exposición- será como un alfabeto, con el cual la imagen seguirá comprendiendo todo (como nosotros, con las letras de un alfabeto podemos entender y comprender todas las palabras). La vida será, pues, un depósito de la muerte"

“He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta.” Jorge Luis Borge

Creo que sin lugar a dudas, lo que hace grande a esta obra es su final, que en realidad viene a darnos el conjunto de todo lo que hay, y que descansa en una presencia constante de un informe el cual el mismo narrador nos da la pauta para entenderlo, que si bien es cierto su inicio es ir hilvanando un panal en busca de construir una trama, pero no es hasta el final donde en realidad vemos la grandeza  de esta obra, pues nos da el permiso de plantearnos cualquier inversión filosófica: la vida, el eterno retorno, el tiempo, las complejidades de las teorías poblacionales, la fenomenologia, la memoria política entre otros puntos.

“Creo que perdemos la inmortalidad porque la resistencia a la muerte no ha evolucionado; sus perfeccionamientos insisten en la primera idea, rudimentaria: retener vivo todo el cuerpo. Sólo habría que buscar la conservación de lo que interesa a la conciencia“.
 

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