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Paseos literarios recorren la etapa adolescente de Octavio Paz

Realizan un paseo por antiguas construcciones que marcaron el camino del Nobel de Literatura mexicano, de la mano de Armando González Torres CIUDAD DE MÉXICO (14/AGO/2011).- De la mano del escritor Armando González Torres, esta tarde se realizó un paseo por antiguas construcciones que marcaron el camino del Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz (1914-1998), desde la casa de su abuelo, don Irineo Paz, en Mixcoac, hasta el Antiguo Colegio de San Ildefonso, donde pasó su vida universitaria.

Organizado por la Coordinación de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el recorrido estuvo lleno de anécdotas, escenas familiares y la lectura de fragmentos de "Hoguera que fue. Octavio Paz Solórzano", compilado por Felipe Gálvez.

El trayecto comenzó en la Plaza Gómez Farías en San Juan Mixcoac, frente a lo que algún día fue la casa de Don Irineo Paz, abuelo del literato y compadre del presidente Gómez Farías.

La antigua casa, que fue hogar de Octavio hasta los 23 años, es ahora un convento de monjas dominicas que, como una excepción, permitieron ingresar a los paseantes al recinto, donde se apreciaron las únicas tres salas que se conservan de la construcción original.

En lo que fue el salón de fiestas, se ve una capilla que mantiene el estilo porfirista de la antigua casa, aunque el techo que era de vidrio fue cubierto. Las dos salas aledañas a la capilla también lucen casi sin ninguna modificación.

El resto de la casona, que era en realidad para la familia una vivienda de campo y que se conformaba por un jardín, una piscina y otros curtos, ha sido remplazada por habitaciones para las monjas.

De las tres salas que se pudieron admirar en el paseo, una fue la biblioteca del abuelo de Paz, lugar que el escritor por tanto tiempo rememoró.

Una de las religiosas dominicas que colaboró en esta parte del recorrido comentó que en algún momento el heredero de la casa intentó recuperarla pero desistió al encontrarla tan cambiada.

También compartió su opinión sobre el escritor, cuyos libros le agradan, con excepción de uno que tiene que ver con Sor Juan Inés de la Cruz.

Octavio Paz fue hijo único y no tuvo una infancia tan idílica, comentó el guía, mientras dirigía a los asistentes a la calle de Venecia, donde nació y vivió el escritor ya de adulto.

De niño convivió con su abuelo y su tía Amalia principalmente. El escritor tuvo una fuerte inclinación literaria desde pequeño, añadió Armando González Torres, quien destacó que Paz se educó en una familia conflictiva, con una madre hermosa y abandonada y una tía trastornada, lo cual refleja en su poema "Pasado en claro".

Una vez en la calle Venecia número 14, en la colonia Juárez, el guía explicó como Paz se dedicó activamente a defender a zapatistas y campesinos. Allí se admira la casa que fue receptáculo del nacimiento de Octavio, aunque casi inmediatamente se le llevó a Mixcoac. Posteriormente regresó a Venecia, cuando se casó con Elena Garro.

Cabe destacar que la vivienda está ubicada justo en frente del número 13, donde habitó el poeta Amado Nervo.
También se llevó a cabo una lectura del libro "Hoguera que fue", compilado por Felipe Gálvez, que recrea la muerte del padre de Octavio Paz en Santa Martha Acatitlá, donde fue arrollado por un tranvía que destrozó su cuerpo, suceso que afectó fuertemente al célebre escritor.

El paseo finalizó en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, donde se narró la vida del literato en el barrio universitario, el cual se encontraba lleno de cafeterías, cantinas, bibliotecas y casas de huéspedes.

El autor de ensayos como 'El arco y la lira' o 'El laberinto de la soledad' siempre añoró vivir como muchos de los estudiantes de su época y dejar su casa en Mixcoac, así como su posición de burgués.

En los corredores de San Ildefonso se veía a Octavio fumando en los barandales, de ahí el nombre de la primera revista de la que formó parte y que junto con su compañeros llamó "El barandal", que tenía una tendencia un tanto militante, comentó González Torres.

Los asistentes pudieron luego contemplar la Sala Octavio Paz, en el Antiguo Colegio, la cual se nombró así en honor del creador de 'Piedra de sol', quien tomó clases en este recinto.

La actividad se llevó a cabo como parte del ciclo Lecturas de la Ciudad, paseos literarios, que fue denominado "Paz, el poeta adolescente".

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