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Mostrando entradas de marzo, 2014

Las verdades de José Luis Sampedro

La conciencia de la agonía fue plena en el escritor  José Luis Sampedro (Barcelona, 1917-Madrid, 2013).  Murió a los 96 años sabiendo y aceptando que aquello se acababa. “La muerte me lleva de la mano, pero se está portando bien porque me deja pensar”, le dijo a una amiga. Con su envidiable lucidez y calma, la frase pervive ahora grabada en el lomo azul de  Sala de espera  (Plaza y Janés), libro póstumo del escritor que se publica esta semana como homenaje al primer año de su ausencia. Sampedro falleció un 8 de abril dejando multitud de anotaciones y textos inéditos, escribió hasta el final. Dos de sus últimos proyectos,  Los Ríos  y Sala de espera,  ven ahora la luz por decisión de su compañera y legataria, Olga Lucas, quien explica que dejará “aparcadas” las obras inconclusas iniciadas en “un pasado remoto” pero se ocupará de los inéditos del final de su vida. “Es decir de aquellos de los que tengo seguridad y conocimiento directo acerca de sus intenciones”, afirma en el prólogo

Un animal que imagina

Estas lecturas retrospectivas han provocado en mí emociones y sentimientos contradictorios: simpatía y repulsión, por el que yo fui; aprobación y disgusto, por lo que escribí. El asentimiento y la negación conviven y batallan en mi interior. Así, no puedo ni siquiera juzgarme. No me condeno ni tampoco me absuelvo. Me limito a verme y, para decir la verdad, a soportarme. No obstante, en la medida que puedo ser objetivo, que es muy pequeña, advierto que cambio y continuidad son dos notas constantes en mis trabajos poéticos, dos polos, dos extremos contrarios que me han atraído desde que comencé a escribir. Siempre me ha interesado y, más, me ha apasionado, la experimentación y la exploración de formas y territorios poéticos poco conocidos, nuevos. Desde este punto de vista mi poesía se inscribe dentro de la tradición de la literatura moderna, que es una literatura de exploración y de invención. He procurado definir esta tradición en varios trabajos críticos, especialmente en  Los hi

¿Arde París?

No bastó un estallido de cólera de Adolfo Hitler en expresar: “Quien tiene a París, tiene a toda Francia”. Perder a Francia, era perder a todo Alemania, pues esta vendría a ser un gran refugio de cemento armado y acero frente al encaminado poderío de los Aliados contra los desquiciados intentos políticos del Führer Desde el 15 de junio de 1940, las únicas banderas tricolores de todo un patriotismo francés que podía apreciarse, solo era las banderas de los Inválidos, guardadas en las vitrinas del Museo del Ejercito. Paris brûle-t-il? Título en francés de ¿Arde París? de los escritores Larry Collins y Dominique Lapierre , revive n los acontecimientos reinante durante la ocupación de Francia por los alemanes y la liberación por parte de los Aliados. El ambiente tenso, y no es de menos, se apoderó de todos los franceses. Es una historia llevada a cabo por las muchas entrevistas a cientos de alemanes, franceses y es tadounidenses, desde el general E isen hower al general von

Juan Bonilla gana la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa

Vladímir Maiakovski, el poeta que "escribía poesía lírica pero roncaba como un poeta épico" ha vuelto gracias a Juan Bonilla y con el impulso de Mario Vargas Llosa. La vida del vanguardista ruso, recreada por el escritor español en  Prohibido entrar sin pantalones  (Seix Barral), se ha convertido en la primera obra en ganar la I Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, en Lima. "Una obra redonda y nabokoviana", según J. J. Armas Marcelo, director de la Cátedra Vargas Llosa. Y escrita, recuerda su autor, bajo el influjo de "los violentos y apasionados poemas vertiginosos de la juventud de Maiakovski, los propagandísticos de la Revolución rusa y las sátiras épicas de sus últimos años". Un libro con una biografía de aire  maiakovskiano : hace unos 30 años el ímpetu y los apasionados versos del poeta ruso y su romántica y trágica vida sedujeron al joven Bonilla (Jerez, 1966); hace 13 años al escritor se le ocurrió la novela cuando el poeta ruso se le cruzó en

El buscador de almas

El buscador de almas fue la única novela escrita por Georg Groddeck, uno de los padres fundadores del movimiento psicoanalítico. Rechazada inicialmente por numerosas casas editoriales que se escandalizaron por su contenido, fue el propio Sigmund Freud quien en 1919 la publicó en la editorial oficial del movimiento psicoanalítico, Psychoanalytischer Verlag, dándole la bienvenida al autor con las siguientes líneas: «Deberíamos todos darle las gracias por la sonrisa deliciosa con la cual, en su Buscador de almas, ha representado nuestras indagaciones sobre el alma, por otra parte siempre tan serias». Inscrita en la tradición de la novela picaresca, El buscador de almas cuenta la historia de August Müller, un burgués de mediana edad que lleva una vida convencional hasta que se ve aquejado de escarlatina y desarrolla una obsesión con las chinches de su habitación, a las que se propone exterminar por todos los medios. A partir de ahí se embarca en un delirio que lo tran

José Carlos Somoza: “La realidad virtual puede beneficiar a la humanidad”

—Oh, Johann, ¿por qué te burlas de mí? Las historias sobre las fiestas del duque vienen desde mucho antes de que llegáramos a Weimar... —María, mi música era honrada  antes  de que yo naciera. Hablan  Johann Sebastian Bach  y su primera mujer, María Salomé. Lo hacen en las palabras de  José Carlos Somoza  (La Habana, 1959), que en su última novela engarza la música de Bach en el núcleo de la realidad virtual de Órgano, su  Matrix  particular, para contar una verdad muy diferente a la que se suele proclamar cuando se habla de la vida al otro lado del velo digital: "La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Qué nos obliga a ser infelices en el mundo? ¿Un pecado original? ¿La voluntad de un ser supremo? La realidad virtual es la expresión de lo que deseamos ser y puede mejorar la condición humana". En el real, es un jueves a media mañana, en el número 21 de Recoletos: el  Café Gijón . Una mesa al fondo y agua mineral para beber. Somoza elige este lugar para la tertulia s

Plenilunio

Esta novela trata en un primer intento de buscar el desenlace y solución de la muerte de una niña de nueve años, la cual fue violada y asesinada, por el victimario y pescador que por un breve tiempo le pasó por el frente a los investigadores del caso. Este asesinato   se convirtió en un acontecimiento donde la inmediatez contrastó con el desasosiego de los ciudadanos por el temor a que ocurriese el mismo caso con otro párvulo.  El encargado de la pesquisa, tras unas series de investigaciones, descubre su pasado, que no tanto la descubre, sino que se la hace descubrir el Padre Orduña, llegando al traste de ser un miembro de la ETA y ver su final con la muerte. El traslado del inspector desde las zonas norteñas, especialmente   desde el país Vasco, para que investigara la muerte de Fátima, se produjo por las continuas amenazas que recibía él como su esposa. Tras pasado un tiempo, nuevamente el victimario vuelve actuar, ahora sobre la niña Paula, bajo el mismo lineamien