Ir al contenido principal

Los 50 libros que todos los niños deberían leer (o que todos nosotros deberíamos haber leído

Michael Gove, secretario de Educación del Reino Unido, afirmó que los niños de 11 años deberían leer 50 libros al año para mejorar sus niveles de alfabetización. A ojo cubero, eso supone un libro por semana.

Así que el periódico británico The Independent solicitaron a tres de los principales autores para niños del país y dos expertos más que seleccionaran individualmente 10 títulos imprescindibles.

La lista que quedó tras juntar la selección de los 5 seleccionados fue la siguiente:

“Alicia en el país de las maravillas” y “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí” de Lewis Carroll.
“Pinocho” de Carlo Collodi.
“Las joyas de la Castafiore” de Hergé.
“Canción de Navidad o Un cuento de Navidad” de Charles Dickens.
“El príncipe feliz” de Oscar Wilde.
“La isla del tesoro” de R.L. Stevenson.
“El viejo y el mar” de Ernest Hemingway.
“El jardín secreto” de Frances Hodgson-Burnett.
“El diario de Greg” de Jeff Kinney.
“El Hobbit y El señor de los anillos” de JRR Tolkein.
“Imágenes en Acción” de Terry Pratchett.
“Las aventuras de Sherlock Holmes” de Arthur Conan Doyle.
“El curioso incidente del perro a medianoche” de Mark Haddon.
“Rebelión en la granja” de George Orwell.

Podéis leer el resto de la lista aquí.

El artículo procede de un diario británico, así que la mayoría de recomendaciones son de autores ingleses. ¿Dónde está El Principito, por ejemplo?

Si tiro del hilo de la memoria, las obras que más me impactaron fueron algunas del maestro Jordi Sierra i Fabra, sobre todo su Ciclo de las Tierras: la primera vez que leía ciencia ficción con trasfondo moral. Y no menos importantes fueron para mí aquellos librillos de Elige tu propia aventura. ¿Y vosotros? ¿Qué libro creéis que falta en la lista?

Vía | The Independent

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

Cine siglo XXI. Directores y direcciones

Además de explorar lo que en estos momentos se está produciendo en el ámbito cinematográfico en los cinco continentes, el objetivo principal de "Cine XXI. Directores y direcciones" es plantear cuáles son las obras pasadas que todavía mantienen su actualidad y ver de qué manera el pasado y el presente trazan un posible mapa del cine en el futuro. El criterio de partida ha consistido en incluir a los creadores en activo después del año 2000 (incluso cuando la mayor parte de su obra se realizara durante el siglo pasado), con la única premisa de que tuviesen detrás una obra importante, vigente o prometedora. También se ha procurado que cubrieran los diferentes formatos, contextos e impulsos en los que circulan hoy en día las imágenes en movimiento, desde las salas convencionales hasta los museos, desde el universo analógico hasta el digital... Para ello, se han tenido en cuenta los caprichos y limitaciones del medio, en busca de una nómina de directo...