Ir al contenido principal

Un cuarto en la azotea

Ganadora del John Llewellyn Rhys Prize y primera novela de Ruskin Bond, Un cuarto en la azotea narra la historia de Rusty, un huérfano de colonos en una India que comienza a reestructurarse tras la caída del Raj. Vive bajo la estricta tutela de su tío en una pequeña comunidad inglesa en las montañas, cercana a Dehradun, aislada de su entorno y anclada en el pasado. Pronto la curiosidad y el empuje propios de la juventud llevarán a Rusty a buscar más allá de las estrechas fronteras de su hogar, y a comenzar una nueva vida entre las calles y gentes de un país recién dividido.  

CAPÍTULO 1
La leve lluvia de primavera cabalgaba sobre el viento hacia los árboles, volando carretera abajo; impregnaba el aire de una fragante frescura, un olor a tierra, un aroma de flores; prestaba una sonrisa a los ojos del chico de la carretera.
     El largo camino asfaltado circunvalaba y horadaba las montañas, subía y bajaba y torcía hacia Dehra1; descendía de las montañas y atravesaba los bosques y el valle y, después de cruzar la ciudad, terminaba en algún punto del bazar. Pero nadie sabía exactamente dónde acababa, ya que el bazar era un lugar desconcertante, en el que las calles se desvanecían con facilidad.
     El chico se encontraba a tres millas de Dehra. Cuanto más lejos pudiera estar de la ciudad, más feliz sería. Justo en ese momento se hallaba solo a tres millas, así que no se sentía especialmente contento, y, lo que era todavía peor, estaba recorriendo el camino de vuelta a casa.
     Era un chico pálido, con los ojos gris azulado y el cabello claro; la cara era redonda y bien definida y el labio inferior colgaba pesado y flácido. Llevaba las manos en los bolsillos y la cabeza baja; así era como siempre caminaba, lo que le daba un engañoso aire de hastío. Era una persona perezosa, pero no hastiada. 
     Le gustaba cuando la lluvia le moteaba de agua la cara, le gustaban su olor y su frescura; no miraba a su alrededor ni era consciente de lo que lo rodeaba, su mente, como de costumbre, estaba muy, muy lejos, pero percibía el ambiente y sonreía.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

El murmullo de las abejas

Título original:  El murmullo de las abejas         Autor:  Sofía Segovia Editorial: Lumen Año de publicación:2015 Año de edición :2016 Número de página:496 Genero: Ficción, Literatura, Realismo mágico, Histórica, Novela   El libro El murmullo de las abejas, como su escritora, Sofía Segovia, me llega por recomendación del algunos lectores, pues me habían hablado de lo maravilloso del texto. Una novela con un matiz tierno que expone por medio del realismo mágico la historia familiar anclada en los ojos de un  niño   en el discurrir de los inicios de la revolución de 1910 en México, pero con la salvedad de que en si la novela no es una novela historia, sino que pone pinceladas de los hechos históricos que salpicaron a la terrateniente familia de los Morales en Linares, Monterrey y Florida.   Leer el Murmullo de las abejas es posibilitarnos a creer, que aquellos que es inconcebible en la realidad, en la novela todo ocurre como algo nor...

Los primeros exámenes confirman que Pablo Neruda padecía un cáncer avanzado

La historia oficial señala que el premio Nobel de Literatura Pablo Neruda murió a las diez y media de la noche del 23 de septiembre de 1973 en la clínica Santa María, de Santiago de Chile, a causa de un cáncer de próstata. Sin embargo, Manuel del Carmen Araya Osorio, el chofer chileno que trabajó a su servicio durante sus últimos meses, declaró en 2011 que murió envenenado mediante una inyección letal que le aplicaron en el estómago durante su convalecencia en la clínica, 12 días después del golpe de Estado que perpetró Augusto Pinochet. Tras conocerse la declaración del chófer, el Partido Comunista de Chile presentó una querella para conocer la verdad sobre la muerte de quien tal vez fuera su militante más conocido. Finalmente, los restos del poeta fueron exhumados el lunes 8 de abril en el balneario de Isla Negra, a la orilla del Pacífico, a 100 kilómetros de Santiago de Chile. Ahora, los primeros exámenes radiológicos y de tejidos orgánicos entregados al juez Mar...