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En busca de Klingsor



"Quieren a Klingsor, -Pero ni siquiera nosotros sabemos quien es Klingsor"

Solamente las múltiples tareas que realiza un lector le hace despegarse de este formidable libro: En busca de Klingsor de escritor mexicano y ganador del premio Biblioteca Breve de la Editorial Seix-Barral en 1999.

“Ya te lo he dicho: creo que Links te está conduciendo a un callejón sin salida, eso es todo”

Este libro encierra todo un circulo de aspectos que van desde la historia de la física pasando por sus grandes hombres del siglo XX: Einstein con su teoría de la relatividad, Planck con el descubrimiento de los quantas de energía, Stark y Broglia; y la observación del comportamiento de luz, Heisenberg y la descripción de un electrón, Bohr y la interferencia del instrumento de observación y Lise Meitner y el fenómeno de la fisión nuclear; la construcción de la bomba atómica, la conjura del fracasado intento de asesinato al Fuhrer por importantes oficiales de la Wehrmachtel del 20 de julio de 1944, el turbulento amor del narrador Gustav Links, preso entre dos mujeres, el arriesgado trabajo de investigación del joven estadounidense físico y militar Francis Bacon, quien guiado por Links es encomendado apresar al criminal Klingsor.

“¿Era Klingsor un criminal verdadero? ¿Creía, como Hitler, su amo, que su tarea estaba encaminada a salvar a la humanidad? ¿Era otro de esos místicos de la desesperación que se paseaban con uniformes negros e insignias de las SS, dispuestos a llevar a cabo las operaciones más ingratas para servir a un fin superior? ¿Era, como todos los grandes hombres, un portador de la fe? ¿Un esclavo del deber?”

Tras el enmarcado que muestra la portada del libro, de un personaje sin rostro, de ahí viene la incuestionable búsqueda de saber quien fue este físico, mano derecha en las decisiones a tomar por el Fuhrer en los aspectos de la física, y podríamos decir en otras aspectos, pues al producirse el derrumbe del régimen alemán al terminar la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos se proponen a la casería de este físico, bajo la dirección del joven Bacon, que se entrevista con todos los físicos y hombres cercanos al régimen para dar con el criminal, que a la larga, la disolución, la incertidumbre y el fracaso de toda una vida no dieron con el mismo, hasta el punto de llegar a creer que Klingsor era su principal colaborador en los aspectos de entrevistarse con los físicos del momento, el narrador Links.

En la misma obra se hace honor al origen del nombre Klingsor, que fue un personaje de la opera Parsifal del compositor alemán Richard Wagner. Este personaje de la opera, incapaz de controlar su libido se castra a si mismo, lo cual mas luego es echado de la Orden del rey Amfortas a la cual pertenecía. Ya exiliado construye su propia tierra con placeres y flores diabólicas con el fin de atrapar a los caballeros de la Orden de Amfortas e izarse con el reino. El titulo de la novela también lo podríamos asociar al escrito del alemán Hermann Hesse y su libro El ultimo verano de Klingsor, así como un seudónimo utilizado por el escritor peruano Clemente Palma para su cuento: El día trágico.

Rotundamente, esta novela para aquellos lectores con inclinaciones científicas le llevara de las manos, aquellos que buscan el aspecto histórico que hay detrás del régimen alemán, como en mi caso, que me hizo recordar algunos libros que en una ocasión ya había leído: Las entrevistas de Nuremberg de Leon Goldensohn, El pecado de los dioses: La alta sociedad y Nazismo de Frabrice D’ Almeida, como entre otros  así como emparentar el aspecto policiaco de la novela, como es el caso del libro En nombre de la rosa de Umberto Eco, así como otros que buscan el desenlace amoroso del narrador y el investigador, tendrán la oportunidad de aprecia la grandeza de este escrito.

“LEYES DEL MOVIMIENTO TRAIDOR

LEY I

Todos los hombres son débiles.

¿Por qué somos débiles? Por la simple razón de que no conocemos el futuro. Vivimos en un presente eterno, obsesionados con desentrañar el porvenir. Somos, todos nosotros, miserables buscadores de lo incierto. ¿Qué hacemos entonces para ocultar nuestra debilidad? Inventar, imaginar, crear. Nos empeñamos en la idea de que hemos sido arrojados a este océano con el objetivo, sutilmente diseñado por una mente perversa, de resolver al menos alguna de estas dudas. A partir de esta primera pista, suponemos que somos detectives en busca de un villano escondido en alguna parte. Observamos la realidad como un crimen y, entusiasmados con esta metáfora policíaca, nos lanzamos a resolverlo como si fuese un puzzle de cientos de millones de piezas. El científico y el astrólogo, el chamán y el médico, el espía y el apostador, el amante y el político no son sino variantes, apenas disimuladas, del mismo patrón.”


En sus manos os dejo y recomiendo.

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