Ir al contenido principal

Profesora Haná


«La protagonista, apasionadamente independiente en una sociedad dominada por los hombres, es un personaje memorable. El libro es a la vez raro, curioso, fascinante, ingenioso, frustrante y absorbente. Haná perdurará por mucho tiempo en mi memoria.» WhichBooks
En la víspera de su cuarenta cumpleaños la profesora Haná, una brillante catedrática de la Universidad de El Cairo, se siente especialmente sola. Va a cumplir cuarenta años y todavía es virgen. Ha conseguido triunfar profesionalmente en un entorno donde los hombres ejercen el poder académico pero todavía no ha disfrutado de los placeres de la vida. Justo cuando decide que esa misma noche tiene que perder la virginidad, en su despacho aparece Jáled, su joven adjunto que es guapo, pobre y devoto creyente.
Profesora Haná es a la vez una novela de campus y de lucha por el poder y una historia de amor llena de pasión y de contrastes. Los conflictos que sacuden a sus protagonistas nos muestran las múltiples caras del Egipto actual, una sociedad moderna y al mismo tiempo muy enraizada en sus tradiciones. Reem Bassiouney ha escrito una novela cuya trama oculta es la situación de las mujeres en el mundo árabe y de su derecho a poder escribir su propio destino.

Capítulo 1

Hay días en la vida que pasan tranquilos y monótonos. Otros que transcurren en una euforia desenfrenada. Días que se suceden entre la indolencia y el hastío. Y días… ¡Dios nos libre! Ese día particular parecía no tener fin y era más deprimente de lo normal. Era el día de su cumpleaños… Su cuarenta cumpleaños.
A los veinte se había jurado a sí misma que al cumplir los cuarenta organizaría una gran fiesta a la que invitaría a su marido, a la familia de su marido, a los amigos de sus hijos, a todos los oficiales, todos los funcionarios, todas las amas de casa, a todo aquel que tuviera autoridad y derecho a adoptar decisiones, a todo aquel que tuviera su vida en sus manos, todo aquel que forjara su destino, a todos los obreros y los campesinos.
Pero cuando llegó el día, Haná estaba sola en su guarida de solterona. Tan sola como un gato salvaje.
Solterona. Qué palabra tan horrible.
Pero ella no era una solterona. Ni por asomo parecía estar en los cuarenta. Se miró en el espejo. Aparentaba treinta. Puede que veinte. Era menuda y sus muñecas, finas y delicadas. Una mujer madura cuando sus muñecas pierden el encanto de la juventud. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

La extraña muerte de Fray Pedro

En 1913, el nicarag ü ense Ruben Dario presenta este cuento, el cual relata la historia de un fraile que muere en nombre de la ciencia. Un ser pertubado por el maligno espiritu que infunde la ciencia, el cual fragmentaba sus horas coventuales entre ciencia y oracion, las disciplinas y el laboratorio que le era permitido. Con este texto, Ruben Dario, deja en claro que la fe es un acto de fidelidad, que se sobreentiende en el corazón sin pasar por la cabeza. “No pudo desde ese instante estar tranquilo, pues algo que era una ansia de su querer de creyente, aunque no viese lo sacrilegio que en ello se contenia, punzaba sus anhelos” Toda la historia tiene lugar en el cementerio de un convento, cuya visita va dirigida por un religioso. la guia advierte a sus seguidores sobre la lapida de Fray Pedro, personaje central del cuento. Un personaje “flaco, anguloso, palido” e incluso de espiritu perturbado cuya desgracia se veia venir con su sed de conocimiento. El fraile persuade a

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss