Ir al contenido principal

Degas danza dibujo

En estas páginas maravillosamente escritas, los fragmentos biográficos y los detalles técnicos se mezclan con elucubraciones sobre la danza, intuiciones sobre la fotografía y reflexiones sobre la poesía para conformar un homenaje al «dibujante más inteligente, más reflexivo, más exigente, más empecinado del mundo». Pocos libros han captado tan sentida y tan vívidamente un intercambio creativo como Degas danza dibujo. En él hallamos los imaginativos saltos de una generación a otra, el enfrentamiento entre la precaución y la libre invención, el encuentro de la palabra y la imagen, pero, sobre todo, los rastros de un diálogo productivo entre dos de las más refinadas mentes de la época, una evidencia del hermanamiento entre el arte y la más elevada inteligencia.

DEGAS
Igual que el lector, ensimismado a medias, garabatea en los márgenes de una obra y genera, al albur de la abstracción y de la punta del lápiz, seres pequeños o inconcretos ramajes junto a los bloques legibles, eso mismo voy a hacer yo, según el capricho de la mente, en la contigüidad de estos pocos estudios de Edgar Degas.
     Acompañaré las imágenes de una cantidad breve de texto de cuya lectura pueda prescindirse, o que sea posible no leer de un tirón, y no tenga con esos dibujos sino el parentesco más laxo y las relaciones menos estrechas.
     Sólo será esto, pues, un a modo de monólogo, en el que se repetirán como ellos quieran mis recuerdos y las ideas varias que me he hecho de un personaje singular, de gran envergadura y artista austero, esencialmente voluntarioso, de inteligencia poco común, vivaz, aguda e inquieta, que ocultaba, tras lo absoluto de las opiniones y la rigurosidad de los juicios, no sé qué duda en lo referido a sí mismo ni qué falta de esperanza en llegar a satisfacerse, sentimientos amarguísimos y nobilísimos cuyo desarrollo propiciaba en él ese exquisito conocimiento que de los maestros poseía, la codicia que experimentaba por los secretos que les atribuía, la perpetua presencia que en la mente tenía de sus perfecciones contradictorias. No veía en el arte sino problemas de determinada matemática más sutil que la otra, que nadie ha sabido explicitar y cuya existencia muy pocos pueden sospechar. Gustaba de hablar del arte sabio; decía que un cuadro es el resultado de una serie de operaciones... Mientras que a una mirada candorosa le parece que las obras nacen del halagüeño encuentro entre un tema y un talento, un artista de esa categoría tan profunda, más profunda quizá de lo recomendable, retrasa el goce, crea la dificultad, teme los caminos más cortos.

Boomerang

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

La extraña muerte de Fray Pedro

En 1913, el nicarag ü ense Ruben Dario presenta este cuento, el cual relata la historia de un fraile que muere en nombre de la ciencia. Un ser pertubado por el maligno espiritu que infunde la ciencia, el cual fragmentaba sus horas coventuales entre ciencia y oracion, las disciplinas y el laboratorio que le era permitido. Con este texto, Ruben Dario, deja en claro que la fe es un acto de fidelidad, que se sobreentiende en el corazón sin pasar por la cabeza. “No pudo desde ese instante estar tranquilo, pues algo que era una ansia de su querer de creyente, aunque no viese lo sacrilegio que en ello se contenia, punzaba sus anhelos” Toda la historia tiene lugar en el cementerio de un convento, cuya visita va dirigida por un religioso. la guia advierte a sus seguidores sobre la lapida de Fray Pedro, personaje central del cuento. Un personaje “flaco, anguloso, palido” e incluso de espiritu perturbado cuya desgracia se veia venir con su sed de conocimiento. El fraile persuade a

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter