Ir al contenido principal

León Tolstói desnudó su alma a los periodistas al final de sus días

Unas conversaciones que van desde la pianista polaca que va a visitarlo a su hacienda y toca sus piezas favoritas, hasta otra mujer que le acusa ante la prensa de haberla plagiado o la de un periodista que quiere entrevistarlo durante una visita de Tolstoi a San Petersburgo, y al no poder hacerlo escribe "una magistral crónica" de la visita de Tolstói a la ciudad

MADRID, España.- Si viviera hoy León Tolstói sería uno de los grandes referentes y gurús de los medios de comunicación, ya que en el siglo XIX fue uno de los primeros escritores en ser entrevistado de forma asidua, como muestra el libro "Conversaciones y entrevistas", que se publica por primera vez en castellano.

"Conversaciones y entrevistas. Encuentros en Yásnaia Poliana" es el título completo de este bello y revelador libro, con edición de Jorge Bustamante y publicado por Fórcola, que reúne un material periodístico de primer orden con una veintena de entrevistas al escritor ruso entre 1885 y 1910, año de su muerte.

Unos últimos años que el autor de "Guerra y paz" o "La muerte de Ivan Illich" pasó en "Yásnaia Poliana", que en ruso significa "Claro del bosque", una finca rural a 12 kilómetros al suroeste de Tula, y que hoy es casa museo, al lado de la escuela que fundó para los niños de los campesinos y un parque donde está su tumba.

Un lugar que se convirtió en una peregrinación para los periodistas de diarios y revistas rusos y extranjeros que buscaban al gran escritor para obtener su opinión o análisis sobre diferentes temas de su tiempo o sobre cuestiones de su país o del mundo, como dice en el prólogo el editor y traductor Jorge Bustamante García.

Estas entrevistas nunca fueron recogidas y permanecieron perdidas hasta para "los más escrupulosos biógrafos" y fue el crítico e historiador Vladimir Lakshin quien se dedicó a compilar el material, buscando en las hemerotecas, archivos y bibliotecas, para reunirlo un siglo después en un volumen con más de 106 entrevistas.

De todas ellas, Bustamante seleccionó 24 y fue un proceso difícil, explica a Efe.

"Me interesaba que tocasen aspectos novedosos pero también que mostrarán a Tolstói como un ser de carne y hueso, con sus virtudes y sus defectos. Hubo conversaciones que empecé a traducir, pero que luego dejé, porque me parecían que se alejaba de ese propósito. Y así fui configurando el espíritu del libro", añade Jorge Bustamante García (Zipaquirá, Colombia, 1951).

Unas conversaciones que van desde la pianista polaca que va a visitarlo a su hacienda y toca sus piezas favoritas, hasta otra mujer que le acusa ante la prensa de haberla plagiado o la de un periodista que quiere entrevistarlo durante una visita de Tolstoi a San Petersburgo, y al no poder hacerlo escribe "una magistral crónica" de la visita de Tolstói a la ciudad.

Temas como las novedades literarias, la música, pintura, política, religión, filosofía o cualquier aspecto que estuviese en ese momento en el ambiente era tratado por este gran escritor de la literatura mundial, un moralista cuya pluma escudriñaba el alma humana mejor que cualquier tratado filosófico.

Así, en estas páginas, el autor de "Anna Karénina" habla sobre la felicidad, al responder a la pregunta de "¿Qué es la felicidad?".

"¡La felicidad! ¡Acaso es posible hablar de ese tema así tan apresuradamente! La verdad es que allá, en el extranjero, la prensa acostumbra ahora a tratar superficialmente los asuntos más serios", dice el escritor, para quien la felicidad es imposible sin la luz del sol o con la ruptura de los lazos del hombre con la naturaleza.

"Creo en Dios porque reconozco su presencia en mi alma" le comenta a otro periodista, pero también este novelista asceta habla de Chejov, de los avances técnicos o de la rusia zarista, entre otras cosas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Los primeros exámenes confirman que Pablo Neruda padecía un cáncer avanzado

La historia oficial señala que el premio Nobel de Literatura Pablo Neruda murió a las diez y media de la noche del 23 de septiembre de 1973 en la clínica Santa María, de Santiago de Chile, a causa de un cáncer de próstata. Sin embargo, Manuel del Carmen Araya Osorio, el chofer chileno que trabajó a su servicio durante sus últimos meses, declaró en 2011 que murió envenenado mediante una inyección letal que le aplicaron en el estómago durante su convalecencia en la clínica, 12 días después del golpe de Estado que perpetró Augusto Pinochet. Tras conocerse la declaración del chófer, el Partido Comunista de Chile presentó una querella para conocer la verdad sobre la muerte de quien tal vez fuera su militante más conocido. Finalmente, los restos del poeta fueron exhumados el lunes 8 de abril en el balneario de Isla Negra, a la orilla del Pacífico, a 100 kilómetros de Santiago de Chile. Ahora, los primeros exámenes radiológicos y de tejidos orgánicos entregados al juez Mar...

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...