El 25 de agosto de 1968 tuvo lugar en Chicago la
Convención del Partido Demócrata. Cinco mil personas entre anarquistas,
pacifistas, hippies, comunistas, exponentes de la nueva Izquierda,
radicales, militantes negros, llegaron a la ciudad y se acamparon en el
Lincoln Park. Junto a Ginsberg estaban Norman Mailer, William
Burroughs, Jean Genet. La respuesta de las Fuerzas Armadas, inmediata,
masiva y violenta hizo historia. Soldados, agentes de policía,
detectives del FBI, un total de 24.000 hombres se lanzaron en una
despiadada caza al hombre.
Aunque un
informe oficial estableció que la violencia fue provocada por las
fuerzas del orden, los organizadores de las protestas de Chicago fueron
procesados y condenados. Delante de los jueces desfilaron las
personalidades más representativas de la nueva cultura norteamericana:
entre ellos por supuesto estaba Allen Ginsberg.
Durante el interrogatorio y el contrainterrogatorio, el autor de Aullido
salmodió y recitó sus poemas, indiferente a toda clase de burlas por
parte de la corte y determinado a explicar las razones profundas de
aquellas protestas.
Testimonio en Chicago
recoge las actas del interrogatorio con un prólogo de Fernanda Pivano y
la crónica de la comparecencia de Ginsberg delante de los jueces que
se publicó en The New York Review of Books en 1970 firmada por Jason Epstein, editor, escritor, periodista y co-fundador de la revista.
TRANSCRIPCIÓN DEL TESTIMONIO DE ALLEN GINSBERG
Primer interrogatorio de Weinglass, abogado de la defensa.
P: ¿Podría por favor indicarnos su nombre completo?
R: Allen Ginsberg.
P: ¿A qué se dedica?
R: Soy poeta...
P: ¿Ha estudiado en alguna ocasión en el extranjero?
R: Sí... En la India y en Japón.
P: ¿Puede precisarles al Tribunal y al jurado en qué... consistieron dichos estudios?
R: Mantra yoga, ejercicios de meditación, cánticos, aprender a sosegar
la mente permaneciendo en silencio, ejercicios de respiración para
sosegar cuerpo y mente..., pero sobre todo una rama llamada mantra yoga,
que es un tipo de yoga que entraña oraciones y cánticos.
P: ¿Cuánto tiempo estuvo estudiando?
R: Estuve en la India un año y cuatro meses, y luego fui a Japón,
al monasterio de Daitokuji... Allí aprendí los ejercicios zazen para
centrar el cuerpo y sosegar la mente.
P: ¿Sigue estudiando con alguno de sus antiguos maestros?
R: Sí, con el swami Bhaktivedanta... Lo he visto y he cantado con él
durante los últimos años por distintas ciudades. De hecho me ha pedido
que siga haciéndolo, sobre todo en convocatorias públicas.
El País
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