Ir al contenido principal

Editada al completo una novela de niñez de Emilia Pardo Bazán

De jovencita, casi una niña, Emilia Pardo Bazán ya había comenzado escribir. Aunque ya se conocían extractos de una obra temprana, esta se puede observar a partir de hoy en su totalidad: la Fundación Lázaro Galdiano, dedicada a la preservación del patrimonio español, ha presentado esta mañana la novela Aficiones Peligrosas, que la escritora gallega (1851-1921), autora de Los Pazos de Ulloa o La madre naturaleza, redactó cuando tenía 13 años.

Del manuscrito autógrafo, que fue hallado por partes en la biblioteca de la fundación que lo ha presentado, y que ha sido reconstruido y ordenado, emana la idea del derecho a la mujer a formarse y a ser creadora, que la escritora fue capaz de desarrollar y plasmar a tan corta edad. “Es sorprendente: escribe muy bien, tiene imaginación, mantiene el hilo conductor…Y además hace reflexiones que no son propias de su edad, como esta del papel de la literata”, explica Juan Antonio Yebes, el director de la Biblioteca Lázaro Galdiano.

El leitmotiv de la novela, reconocida como la primera en la dedicatoria de la autora, versa sobre el papel de la lectura en la formación de las personas. “Habla de que hay que leer libros edificantes, y de cómo te puede transformar una literatura no conveniente”, añade Yebes. “En general, los temas que trata aquí los tratará en su obra posterior”, añade el director de la biblioteca. La novela está estructurada en diez capítulos además de un epílogo, de los que ya se habían editado los dos primeros y parte del tercero, cuarto y quinto.

La obra, que fue originalmente publicada por entregas en el periódico El Progreso de Pontevedra en el año 1866, y que hoy coeditan la Fundación Lázaro Galdiano, Analecta y la Casa de Emilia Pardo Bazán, fue rescatada parcialmente en 1989 por Juan Paredes Núñez. El mecenas José Lázaro Galdiano, editor y amigo de la literata, no publicó la obra completa en su momento, pero sí conservó la obra entre su colección, gracias a lo que se ha podido reconstruir la imagen del precoz talento de Pardo Bazán.

“Lázaro era un apasionado de los autógrafos, por eso le pidió a Pardo Bazán unos manuscritos”, explica el director de la biblioteca de la fundación. Además de esta novela, entre los alrededor de “80 o 90.000 documentos” que atesora la institución, se encuentran también otros de la escritora coruñesa, como correspondencia y, sobre todo, textos poéticos, “la mayoría probablemente de antes de que cumpliera los 20 años”, junto a otros de diferentes autores sobre todo del siglo XIX, aunque también de los siglos XVIII y XVII.

Además de su valor literario, Aficiones Peligrosas aporta también un interés documental, al mostrar las correcciones y los fallos ortográficos ocurridos durante el proceso creativo. “El texto es de gran provecho para los especialistas en Emilia Pardo Bazán, pero también para los lectores”, añade Yebes.

Aficiones peligrosas, además de sumar un título a la bibliografía de la escritora gallega, sirve también de introducción a la colección Textos inéditos y olvidados, un compendio de los textos más desconocidos que alberga la Biblioteca de la Fundación Lázaro Galdiano, y que incluyen obras de creación, ensayos o estudios de carácter histórico.

El País

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Los primeros exámenes confirman que Pablo Neruda padecía un cáncer avanzado

La historia oficial señala que el premio Nobel de Literatura Pablo Neruda murió a las diez y media de la noche del 23 de septiembre de 1973 en la clínica Santa María, de Santiago de Chile, a causa de un cáncer de próstata. Sin embargo, Manuel del Carmen Araya Osorio, el chofer chileno que trabajó a su servicio durante sus últimos meses, declaró en 2011 que murió envenenado mediante una inyección letal que le aplicaron en el estómago durante su convalecencia en la clínica, 12 días después del golpe de Estado que perpetró Augusto Pinochet. Tras conocerse la declaración del chófer, el Partido Comunista de Chile presentó una querella para conocer la verdad sobre la muerte de quien tal vez fuera su militante más conocido. Finalmente, los restos del poeta fueron exhumados el lunes 8 de abril en el balneario de Isla Negra, a la orilla del Pacífico, a 100 kilómetros de Santiago de Chile. Ahora, los primeros exámenes radiológicos y de tejidos orgánicos entregados al juez Mar...

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...