Ir al contenido principal

Navid Kermani pone a dialogar el Islam con la literatura alemana

Berlín, 10 sep (EFE).- El autor se llama Navid Kermani y los personajes de su novela coral "Dein Name" son, entre otros, él mismo, miembros la vida académica y literaria alemana, el futbolista Zinedine Zidane y algunos soldados germanos destinados a Afganistán.

A cada uno de ellos, con la excepción del propio Kermani, les corresponde unas pocas páginas de la monumental "Dein Name" ("Tu nombre", publicada en la editorial Hanser). La razón, dice, es que no debe haber jerarquías porque, como le recordaba al autor su abuelo, todos los hombres son iguales y el único que está por encima de ellos es Dios.

La novela aparece en el décimo aniversario de los atentados del 11 de Septiembre que, en su momento, propiciaron debates en el mundo sobre el diálogo entre el Islam y la cultura occidental.

En Alemania, Kermani (1967) ha sido uno de los protagonistas de ese diálogo que continúa en esta novela que a veces parece infinita.

Kermani, que habla de si mismo en tercera persona, usa a veces su nombre propio, en otras ocasiones se refiere a "el novelista" o "el reportero", cuando está cumpliendo esas funciones, y en otras es también "el lector", como cuando lee la obra de Friedrich Hölderlin.

Un pasaje ensayístico sobre Hölderlin y sus similitudes con la mística sufí da paso al registro de la ejecución de Saddam Hussein y a una serie de informaciones sobre el tumor de una mujer en Múnich cuyo tamaño se está reduciendo gracias a una quimioterapia.

Se trata del intento de escribir una novela sobre prácticamente todo: sobre la historia de Irán, sobre las diversas sectas del Islam, sobre la literatura alemana o sobre los esfuerzos de un musulmán que vive y crece en Alemania por definir su identidad.

Y también se trata de la historia de como ese musulmán, ese escritor que se llama, como el autor Nevid Kermani, trata de escribir esa novela y lee paralelamente las obras de Hölderlin y unas memorias inéditas de su abuelo persa.

En el camino el narrador viaja como reportero a Afganistán, participa en debates radiofónicos sobre lo sagrado, discute sobre literatura alemana con el presidente de Alemania y le explica que el escritor alemán por excelencia es Kafka por su identidad múltiple y escribe además una serie de notas necrológicas.

Es una colección de escritos varios, de diversos géneros, que van del diario al ensayo. Y, pese a que la estructura descosida y anárquica del libro lo aleja del género novelístico, "Mein Name" está entre las 20 obras candidatas al Deutscher Buchpreis, que se concede a la mejor novela en lengua alemana del año.

"Una papelera sin argumento, sin tema, sin estrategia narrativa y, lo que es peor, sin final", escribe Kermani definiendo su libro.

Según Kermani, el libro sólo podía terminar con su muerte, pero al final terminó porque el editor puso una fecha límite de entrega y, pese a los recortes que le impuso, sobrepasa la mil páginas.

Se trata de un libro que, sin duda, le pide mucho al lector y solo recompensa su esfuerzo a plazos, cuando lo amarra a uno u otro fragmento como ocurre, por ejemplo, con una evocación metafórica de la final del mundial de fútbol de 2006 en la que Zidane, musulmán europeo, termina destruyendo su propio monumento con la agresión al italiano Marco Matterazzi.

Se trata, en buena parte, de una especie de "Suma" en el sentido medieval de la palabra. Allí está todo Kermani. El erudito estudioso de las religiones monoteistas, el escritor que se declara parte de las tradición literaria alemana -y que encuentra en Hölderlin restos de la tradición sufí- y, ante todo, un hombre que viaja por el mundo tratando de entenderlo.

Kermani tiene una página web y al abrirla el lector se encuentra con este recibimiento: "Yo a usted no lo conozco".

Por Rodrigo Zuleta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

El murmullo de las abejas

Título original:  El murmullo de las abejas         Autor:  Sofía Segovia Editorial: Lumen Año de publicación:2015 Año de edición :2016 Número de página:496 Genero: Ficción, Literatura, Realismo mágico, Histórica, Novela   El libro El murmullo de las abejas, como su escritora, Sofía Segovia, me llega por recomendación del algunos lectores, pues me habían hablado de lo maravilloso del texto. Una novela con un matiz tierno que expone por medio del realismo mágico la historia familiar anclada en los ojos de un  niño   en el discurrir de los inicios de la revolución de 1910 en México, pero con la salvedad de que en si la novela no es una novela historia, sino que pone pinceladas de los hechos históricos que salpicaron a la terrateniente familia de los Morales en Linares, Monterrey y Florida.   Leer el Murmullo de las abejas es posibilitarnos a creer, que aquellos que es inconcebible en la realidad, en la novela todo ocurre como algo nor...

Los primeros exámenes confirman que Pablo Neruda padecía un cáncer avanzado

La historia oficial señala que el premio Nobel de Literatura Pablo Neruda murió a las diez y media de la noche del 23 de septiembre de 1973 en la clínica Santa María, de Santiago de Chile, a causa de un cáncer de próstata. Sin embargo, Manuel del Carmen Araya Osorio, el chofer chileno que trabajó a su servicio durante sus últimos meses, declaró en 2011 que murió envenenado mediante una inyección letal que le aplicaron en el estómago durante su convalecencia en la clínica, 12 días después del golpe de Estado que perpetró Augusto Pinochet. Tras conocerse la declaración del chófer, el Partido Comunista de Chile presentó una querella para conocer la verdad sobre la muerte de quien tal vez fuera su militante más conocido. Finalmente, los restos del poeta fueron exhumados el lunes 8 de abril en el balneario de Isla Negra, a la orilla del Pacífico, a 100 kilómetros de Santiago de Chile. Ahora, los primeros exámenes radiológicos y de tejidos orgánicos entregados al juez Mar...