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El corazón de la nación. Ensayos sobre política y sentimentalismo

Leer a Berlant no es cosa sencilla: su potente instrumental analítico, que apela a la cultura popular, al cine, a los personajes de la esfera pública, a la subordinación de lo femenino y lo infantil, a los modelos de vida buena y la interpelación constante al sentimiento, hace que resulte difícil encasillar su obra en una lógica disciplinaria. 

Pensadora de intersticios, la autora se centra en dos aspectos relevantes para iluminar la realidad actual: en primer término, el planteamiento de un poderoso vínculo entre la elaboración de los mundos políticos y las emociones como experiencias de articulación de “lo nacional” y de lo identitario. 

En segundo lugar, la clave transclasista de esta sentimentalidad que tiende a producir la fantasía de la desaparición de las desigualdades y estructuras de clase. Un libro como el de Lauren Berlant es una bocanada de aire fresco y un redoblado impulso crítico para repensarnos como sociedades. 

PRÓLOGO
PENSAR DESDE LOS BORDES:
LO POLÍTICO Y SU CLAVE EMOCIONAL

La saturación de la escena contemporánea vuelve cada vez más compleja la tarea de comprender y, especialmente, la de producir un mínimo de inteligibilidad desde el pensamiento crítico. Desgastadas las categorías para nombrar el mundo y, con ello, dotarlo de sentido; arrinconados o desdibujados los saberes críticos por la emergencia y proliferación de “expertos” mediáticos que trazan sin pudor las coordenadas de nuestras catástrofes y orientan los debates en la agenda pública, y de cara a la aceleración de los indicios e indicadores sobre el fracaso incontestable del modelo económico-político dominante, un libro como el de Lauren Berlant es una bocanada de aire fresco y un redoblado impulso crítico para repensar-nos como sociedades. 

La lectura del texto de Berlant no es sencilla: hay en su escritura una tensión entre la reposición del contexto al que permanentemente alude (la cultura estadunidense) y el plano abierto de la discusión en torno a la contemporaneidad. A lo largo de las páginas que conforman el libro que el lector tiene hoy en sus manos, no pude dejar de recordar la conferencia que Pierre Bourdieu1 dictó en la Casa Franco- Japonesa en Tokio en octubre de 1989, a propósito de su obra La distinción. Ahí señaló: “al hablar de Francia no cesaré de hablarles de Japón”. Y añadió: “Hablaré de un país que yo conozco bien, no sólo porque en él nací y del que hablo su lengua, sino porque lo he estudiado mucho: Francia”. El sociólogo coloca a mi juicio varias cuestiones relevantes para discutir con El corazón de la nación. Ensayos sobre política y sentimentalismo.

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