Ir al contenido principal

Emilio Renzi, habitual personaje de otras novelas de Ricardo Piglia, ha llegado al campus de una prestigiosa universidad de Nueva Jersey para impartir un seminario sobre los años argentinos de W. H. Hudson. Fue invitado por la directora del departamento, la bella y belicosa Ida Brown. Renzi acaba de divorciarse e imagina que el viaje le ayudará a poner las cosas en perspectiva; la distancia y la estadía en un lugar extraño, donde apenas le conocen, quizás le devuelvan el hilo perdido de su vida.
Pero ese plan se desbarata apenas arriba. Una extraña llamada telefónica la primera noche lo pone en alerta. Luego, la pasión lo arrastra e inicia un romance imborrable y clandestino con Ida. Pequeños incidentes y extraños equívocos culminan con la trágica muerte de la profesora Brown en un inexplicable accidente. Que incluye un detalle inquietante: Ida tiene la mano quemada, y eso parece conectarla con una serie de atentados contra figuras del mundo académico.
Entonces el campus se puebla con policías y agentes del FBI. Renzi no es sospechoso, aunque tampoco está libre de sospecha. Como todos, tiene algo que ocultar. Su problema es que esconde un hecho que puede comprometer a la muerta y a él mismo. Recurre a un detective privado de Nueva York, que además de iluminar su situación, le brinda varias lecciones prácticas sobre la violencia en los Estado Unidos.
Cuando finalmente se descubre al responsable de los atentados, el asombro es mayúsculo. Se trata de Thomas Munk, un brillante ex alumno de Harvard, profesor de matemáticas en Berkeley, mente privilegiada de su generación y autor de un radical Manifiesto sobre el capitalismo tecnológico. Renzi reconstruye el pasado de Munk y viaja a California para entrevistarlo en la cárcel. Intuye que el destino de Ida está en juego y que nada volverá a ser como antes. Más de lo que esperaba, de algún modo.
Inspirándose libremente en el caso del Unabomber, esta novela combina una sutil trama sentimental con una indagación sobre el poder de reinventar una vida que parece detenida. Narrada en primera persona por Renzi, con una escritura hipnótica que pasa naturalmente de la autobiografía al registro policial, El camino de Ida confirma a Ricardo Piglia como uno de los grandes escritores contemporáneos.
 

I. El accidente

Capítulo Uno

1

En aquel tiempo vivía varias vidas, me movía en secuencias autónomas: la serie de los amigos, del amor, del alcohol, de la política, de los perros, de los bares, de las caminatas nocturnas. Escribía guiones que no se filmaban, traducía múltiples novelas policiales que parecían ser siempre la misma, redactaba áridos libros de filosofía (¡o de psicoanálisis!) que firmaban otros. Estaba perdido, desconectado, hasta que por fin – por azar, de golpe, inesperadamente– terminé enseñando en los Estados Unidos, involucrado en un acontecimiento del que quiero dejar un testimonio.
Recibí la propuesta de pasar un semestre como visiting professor en la elitista y exclusiva Taylor University; les había fallado un candidato y pensaron en mí porque ya me conocían, me escribieron, avanzamos, fijamos fecha, pero empecé a dar vueltas, a postergar: no quería estar seis meses enterrado en un páramo. Un día, a mediados de diciembre, recibí un correo de Ida Brown escrito con la sintaxis de los antiguos telegramas urgentes: Todo dispuesto. Envíe Syllabus. Esperamos su llegada. Hacía mucho calor esa noche, así que me di una ducha, busqué una cerveza en la heladera y me senté en el sillón de lona frente a la ventana: afuera la ciudad era una masa opaca de luces lejanas y sonidos discordantes.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

La extraña muerte de Fray Pedro

En 1913, el nicarag ü ense Ruben Dario presenta este cuento, el cual relata la historia de un fraile que muere en nombre de la ciencia. Un ser pertubado por el maligno espiritu que infunde la ciencia, el cual fragmentaba sus horas coventuales entre ciencia y oracion, las disciplinas y el laboratorio que le era permitido. Con este texto, Ruben Dario, deja en claro que la fe es un acto de fidelidad, que se sobreentiende en el corazón sin pasar por la cabeza. “No pudo desde ese instante estar tranquilo, pues algo que era una ansia de su querer de creyente, aunque no viese lo sacrilegio que en ello se contenia, punzaba sus anhelos” Toda la historia tiene lugar en el cementerio de un convento, cuya visita va dirigida por un religioso. la guia advierte a sus seguidores sobre la lapida de Fray Pedro, personaje central del cuento. Un personaje “flaco, anguloso, palido” e incluso de espiritu perturbado cuya desgracia se veia venir con su sed de conocimiento. El fraile persuade a

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter