Ir al contenido principal

Fricciones

Narrativa. Dicen las malas lenguas, y haberlas haylas, que a principios de los cincuenta Gallimard supo publicitar en su catálogo el Ficciones de Borges, titulándolo Frictions. En todo caso, si non è vero è ben trovato, de la nada inocua r sobrante se aprovecha Pablo Martín Sánchez (cerca de Reus, 1977) para dar forma, fondo y personalidad a su propio Fricciones, un magnífico conjunto de 27 relatos que, como ocurre con los mejores archipiélagos, están unidos por aquello que los separa. En la anécdota está el dato sociológico; en la errata, el literario. En la primera parte del libro, 'Roces', el autor coge de entrada y de las solapas a las contraintes de rigueur y fricciona una serie de historias breves con un denominador común: declararle su amor a toda narración. Escribir relatos de relatar, cuentos de contar: he aquí, pues, una sana costumbre friccional que en la segunda parte, 'Caricias', llega al protagonista principal de la obra -el lector- como un desfile de textos, metatextos y paratextos instructivos, de cuando instruir era jugar. Finalmente, 'Abrazos' abre los brazos y se olvida de cerrarlos a dos preciosas novelas cortas: si 'Accidente' es un ejercicio de estilo donde que sí, que no, que se nos cuela Queneau, 'Entropía' es un estilo de ejercicio que desnuda el modus scribendi del autor, muy capaz de exprimir las palabras y las cosas, no tanto para engarzarlas como para ver la manera en que (se) pueden despegar. ¿Significa esto, quizás, que le gusta más la pelota que el fútbol, la escritura que la literatura? Eso, ¡oh Zaratustra!, no lo sabe nadie. Pero lo que sí sabemos es que, desde lo alto del acantilado, muy pronto Pablo Martín Sánchez volverá a arrojarse sobre nosotros y sobre la realidad -que son lo mismo- con una recién terminada novela de novelar, El anarquista que se llamaba como yo, con la que sin duda obtendrá también la mejor recompensa posible: la satisfacción del trabajo bien hecho. Aquí estaremos, esperándolos.

El País

Comentarios

Entradas populares de este blog

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

El murmullo de las abejas

Título original:  El murmullo de las abejas         Autor:  Sofía Segovia Editorial: Lumen Año de publicación:2015 Año de edición :2016 Número de página:496 Genero: Ficción, Literatura, Realismo mágico, Histórica, Novela   El libro El murmullo de las abejas, como su escritora, Sofía Segovia, me llega por recomendación del algunos lectores, pues me habían hablado de lo maravilloso del texto. Una novela con un matiz tierno que expone por medio del realismo mágico la historia familiar anclada en los ojos de un  niño   en el discurrir de los inicios de la revolución de 1910 en México, pero con la salvedad de que en si la novela no es una novela historia, sino que pone pinceladas de los hechos históricos que salpicaron a la terrateniente familia de los Morales en Linares, Monterrey y Florida.   Leer el Murmullo de las abejas es posibilitarnos a creer, que aquellos que es inconcebible en la realidad, en la novela todo ocurre como algo nor...