Ir al contenido principal

Apuntes autobiográficos y otros poemas


 "Estoy escribiendo una autobiografía. Tengo la esperanza de que el resultado me provea de un manto protector, como una especie de inmensa venda de gracia y ámbar gris para mis nervios heridos". De esta forma alude Robert Lowell -uno de los más grandes poetas norteamericanos del siglo XX -a los apuntes aquí reunidos, que empezó a redactar en 1954 por recomendación de uno de los médicos que lo trataban en una clínica psiquiátrica de Nueva York, en la que permanecía ingresado tras uno de sus periódicos ataques maníaco-depresivos.
El autor evoca en estos textos su infancia en Boston, y recuerda en particular la figura de sus padres, cuyo patetismo observa con la mirada inmisericorde del hijo único, imbuida a la vez de crueldad y ternura. Tales vivencias nutrieron también algunos de los más celebrados poemas de Lowell, de los que se entrega aquí una cuidada selección. Así, además de permitir al lector confrontar el tratamiento que una misma materia autobiográfica recibe en dos géneros distintos, este volumen ofrece la posibilidad de asomarse a la obra -muy escasamente traducida al castellano- de quien es considerado el padre de la llamada "poesía confesional".
"No solamente la singuralidad de su obra poética, también su capacidad de hacer buen uso de su herencia constituyen la marca de la originalidad de Robert Lowell".
- T. S. Eliot


LA EPOPEYA DE UNA CONCIENCIA
Sergio Coddou
Un preludio en mi menor
 “Todo en estos poemas es personal, confesional, palpable, pero el modo en que se siente es alucinación controlada, la autobiografía de una fiebre”. Esto que Robert Lowell escribe en 1966 para el prólogo de Ariel, el libro póstumo de Sylvia Plath, podría aplicarse perfectamente a su propia obra.
Poco después, en un post scriptum (“Afterthough”) incluido en Notebook 1967-1968, Lowell dice que “el hilo que unifica toda mi obra es mi autobiografía, es un preludio en pequeña escala, escrito con diferentes estilos y lleno de digresiones”; palabras que de manera directa establecen un contraste entre su obra y ese monumento poético que es The Prelude (An Autobiographical Poem or The Growth of a Poet’s Mind), de William Wordsworth. Para Lowell, su proyecto poético no tenía la vocación didáctica y reveladora de la ambiciosa e inconclusa obra de Wordsworth. Todo lo contrario: lo suyo no iba a ser un gran fresco de la “evolución de la mente de un poeta”, sino una serie de bocetos dispersos del hombre a secas, del individuo que está por debajo de la vestimenta de poeta, que no es una figura fija ni una naturaleza muerta, sino un ser complejo, inabarcable y contradictorio. En caso opuesto, dice, su obra sería como “el peregrinaje de un zombie”. Lejos de eso, Lowell sale triunfante de su empeño, y esa obra, que podríamos titular Preludio en mi menor, se alza como una composición que, con distintas tonalidades, con ritmos y timbres variables, ausculta de manera exitosa la realidad, esa incontenible nebulosa que es un “todo indivisible en flujo perpetuo”, en palabras de David Bohm.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

La extraña muerte de Fray Pedro

En 1913, el nicarag ü ense Ruben Dario presenta este cuento, el cual relata la historia de un fraile que muere en nombre de la ciencia. Un ser pertubado por el maligno espiritu que infunde la ciencia, el cual fragmentaba sus horas coventuales entre ciencia y oracion, las disciplinas y el laboratorio que le era permitido. Con este texto, Ruben Dario, deja en claro que la fe es un acto de fidelidad, que se sobreentiende en el corazón sin pasar por la cabeza. “No pudo desde ese instante estar tranquilo, pues algo que era una ansia de su querer de creyente, aunque no viese lo sacrilegio que en ello se contenia, punzaba sus anhelos” Toda la historia tiene lugar en el cementerio de un convento, cuya visita va dirigida por un religioso. la guia advierte a sus seguidores sobre la lapida de Fray Pedro, personaje central del cuento. Un personaje “flaco, anguloso, palido” e incluso de espiritu perturbado cuya desgracia se veia venir con su sed de conocimiento. El fraile persuade a

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter