Una historia épica, divertida y apasionada donde se entrelazan el
amor y la venganza, es una excusa permitida en la maestria que nos deja Salman Rushdie y su novela Shalimar el payaso. Todo comienza con el asesinato de Max Ophuls, un
político comprometido en la lucha contra el terrorismo internacional.
Sin embargo, el móvil no es político, sino pasional. Shalimar, el
payaso será el encargado de relatarnos la historia de su hija, de Max y
del asesino, una densa trama donde se fundirá la realidad con la
leyenda.
Con gran estrategia ubica su objetivo, el autor, en el fanatismo y el extremismo
conducente a actividades terroristas que partiendo de un asesinato y un
flashback, con desarrollo principal en Cachemira, sin olvidar escenarios
como California, Inglaterra o Francia, indaga en las causas y el germen
del odio que puede traducirse en violencia, pero no deja de ser
equívoco y tramposo que las motivaciones íntimas que maneja Rushdie como
justificación condicionen tal fanatismo.
"Aunque la historia en su esencia es un sencillo relato de venganza,
convivencia, amor y odio, la novela muestra un talento apreciable para
enriquecer tal esencia en un desarrollo que, a pesar de redundancias
sobrantes que pueden hastíar en algunos pasajes y escasa profundidad en
varios personajes importantes, parece acoger con fluido ritmo y cierto
semblante poético-filosófico múltiples géneros, desde la intriga
criminal y política con apuntes históricos, al apasionado romance, el
realismo mágico o la comedia".
Os dejo en sus manos
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