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El escritor vasco Miguel de Unamuno y Jugo fue el primer intelectual verdaderamente moderno del país. Su vida, su obra y su muerte, en plena guerra civil, ilustran las contradicciones del decisivo periodo histórico que le tocó transitar. Ningún otro miembro de la generación española del fin del siglo XIX -la llamada «generación del 98»- buscó con tanto ahínco como don Miguel transformar su vida en metáfora del destino nacional. Ésta se convirtió en el resultado de un compromiso entre las circunstancias inevitables y aleatorias de la España de su época y el empeño personal de construirse, a la manera quijotesca, desde una voluntad autónoma y opuesta a todo conformismo. En esta biografía, Jon Juaristi analiza con rigurosa minuciosidad (no exenta de distancia irónica y paradójica simpatía) las influencias que Unamuno asimiló en un pensamiento tan asistemático como profundamente original, así como la que el propio escritor ejerció en los españoles de su tiempo, siguiendo el hilo de una existencia agónica, en permanente lucha con su entorno histórico y en un inacabable debate interior entre la razón desencantada y el ansia de eternidad. 


1. UNAMUNO / JUGO 
Las tensiones entre la ciudad y el campo son tan antiguas como los primeros castros forti!cados del Neolítico, muy anteriores a la aparición de la escritura. A través de la historia, los hombres de las ciudades y los de los campos circundantes han luchado entre sí con toda suerte de pretextos. En la España del siglo &'&, sobre la oposición arquetípica ciudad/campo se proyectó el con(icto armado entre los liberales y los partidarios de la vuelta al Antiguo Régimen. El Progreso contra la Tradición. Desde 1810 hasta el Sexe- nio Democrático, las ciudades españolas emergieron como islotes de constitucionalismo en un mar de contrarrevolución agraria.

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