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Tres años de libertad

Varios libros arrojan nueva luz sobre el Trienio Liberal, el tiempo de apertura que se produjo en la España absolutista entre 1820 y 1823

Desembarco de Fernando VII en el Puerto de Santa María.museo del romanticismo

En la España del primer tercio del siglo XIX destacan los años del denominado Trienio Liberal. Este periodo, que se inau­gura en 1820 con un pronunciamiento y concluye con una nueva invasión francesa de la península Ibérica en 1823, constituye un momento de apertura política amparada por la Constitución de 1812, entre dos periodos absolutistas.

En 2020 se conmemoró el bicentenario del inicio del Trienio. La situación sanitaria contribuyó a deslucirlo, aunque, a diferencia de países como Portugal, tampoco estaban previstas grandes celebraciones. No resulta fácil explicar esta desidia. Los años 1820-1823 representaron una experiencia única de libertad y de aprendizaje de la política. Los mitos del fracaso revolucionario o del sectarismo liberal siguen pesando en demasía a la hora de valorar esta etapa. Aunque la producción historiográfica sobre el Trienio no haya sido, en 2020, demasiado extensa, sí ha resultado, en cambio, sólida e innovadora, desmintiendo prejuicios y presentando un relato amplio y abierto.

El pronunciamiento del primer día de enero de 1820 de Rafael del Riego, aprovechando el malestar de las tropas que debían embarcar y dirigirse a América del Sur para hacer frente a las revoluciones de independencia, provocó, a pesar de su relativo fracaso, un movimiento político que condujo a la recuperación de la Constitución de 1812 y a su aceptación a regañadientes por parte de Fernando VII. En 1820 y 1821 gobernaron los liberales moderados, mientras que desde 1822 lo hicieron los llamados exaltados. Personajes de gran talla, como Argüelles, Martínez de la Rosa o Calatrava, dirigieron la política de la época. Fue un tiempo en el que se avanzó notablemente en el proceso de politización de los españoles.

'Mariana Pineda en capilla', cuadro de 1862 de Juan Antonio de Vera Calvo.CORTESÍA

En el Trienio Liberal cristalizaron las posibilidades abiertas por las Cortes y la Constitución de Cádiz, que la restauración del absolutismo frustró en 1814. Se asistió a un esfuerzo de desmontaje de las estructuras del Antiguo Régimen. España estuvo en el centro de todas las miradas y en países como Portugal, Piamonte o Nápoles se ensayaron experiencias parecidas. Los sucesos en los territorios americanos de la monarquía condicionaron la gobernanza. La experiencia liberal terminó en 1823 como consecuencia de la invasión francesa de España, apoyada por las potencias absolutistas, que actuaron tras la impotencia de la contrarrevolución interior para derrocar el régimen.

Durante muchas décadas, el principal libro de referencia sobre el Trienio Liberal fue el que editara en 1980 Siglo XXI, obra de Alberto Gil Novales. Formaba parte de la preciada colección Estudios de Historia Contemporánea, que también acogió los breviarios de Aymes sobre la guerra de la Independencia, de Tuñón de Lara sobre la II República o de Juliá sobre el Frente Popular. La síntesis El Trienio Liberal ha sido oportunamente reeditada por Prensas de la Universidad de Zaragoza. El nombre de Gil Novales está muy identificado con dicho periodo: junto con la referida síntesis, merecen ser destacados los dos volúmenes de Las sociedades patrióticas (1820-1823) o el Diccionario biográfico del Trienio Liberal; las ediciones de escritos de Del Riego y Romero Alpuente, o, asimismo, la revista Trienio. Ilustración y Liberalismo, fundada en 1983. Dos años después del fallecimiento del historiador se organizó en Huesca un congreso-homenaje para analizar su trayectoria y su obra, que dio lugar, en 2019, al interesante volumen Alberto Gil Novales (1930-2016). Los mundos del historiador.

Cuarenta años después de la publicación del libro de Gil Novales ha visto la luz una obra de título y formato parecidos, aunque con planteamientos sensiblemente distintos: El Trienio Liberal en la monarquía hispánica. Revolución e independencia (1820-1823), escrito por Pedro Rújula y Manuel Chust. No exagero al afirmar que se trata de la perfecta síntesis del estado actual de nuestros conocimientos sobre el periodo. Supone una vuelta a las fuentes documentales e incorpora las nuevas visiones e interpretaciones sobre el primer tercio del ochocientos en España y América Latina. Atrás quedan el debate sobre la revolución burguesa y el estigma del fracaso, que permeaban el breviario de Gil Novales. Ningún futuro estaba escrito de antemano. Se evitan, asimismo, miradas ideologizadas, deterministas o presentistas.

Ejecución del impresor Antonio Miyar en la Plaza de la Cebada de Madrid el 11 de abril de 1831. Imagen incluida en el libro 'Los mártires de la libertad española' (1853), de Ametller y Castillo.CORTESÍA

Con cuidadas estructura y escritura, en la obra se introducen un par de perspectivas fundamentales. En primer lugar, una visión no centrada en exclusiva en España, sino en la monarquía hispánica: los territorios europeos y americanos formaban parte entonces de una misma entidad. América resulta esencial para entender aquellos años: el propio pronunciamiento de Del Riego, las dificultades fiscales y el descontento social vinculados con la interrupción de la llegada de remesas ultramarinas, el impacto de la Constitución de 1812 al otro lado del Atlántico, la participación de los diputados americanos en las Cortes, los avatares de las numerosas guerras civiles, las consecuencias del plan de Iguala (1821) y el ulterior nacimiento de nuevas entidades estatales. La declinante monarquía bicontinental e imperial de 1820 acabó dejando paso, en 1823 —y, más todavía, tras la batalla de Ayacucho (1824)—, a un Estado-nación monárquico peninsular con algunas pocas posesiones coloniales, entre las cuales Cuba.

Consiste la segunda de las perspectivas en considerar el Trienio como un momento excepcional de la política y de lo político, que implicaron de una u otra manera a toda la sociedad. Estamos ante una etapa clave en el aprendizaje de la política en España, en especial en el medio urbano, gracias a los múltiples procesos electorales, las nuevas leyes liberales, los periódicos y la opinión pública, las nuevas sociabilidades (cafés, sociedades patrióticas, masonerías), la milicia y la guerra o la ocupación de las calles.

Tanto esta como la anterior perspectiva pueden encontrarse, con gran detalle y en forma de estudios puntuales, en los volúmenes colectivos El Trienio Liberal (1820-1823). Una mirada política, coordinado por Rújula y Frasquet, y ¡Mueran las cadenas! El Trienio Liberal en América (1820-1824), a cargo de Chust. Estos libros, dedicados a un público más especializado, resultan complementarios de la magnífica síntesis El Trienio Liberal en la monarquía hispánica. Repensar este importante periodo, como hacen todas estas obras, forma parte de la necesaria y completa revisión, todavía en ciernes, de la historia del siglo XIX español.

'¡Mueran las cadenas!'

Manuel Chust (editor). 

Comares, 2020.

265 páginas. 25 euros.


Fuente: Elpais.es-Babelia




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