México, 19 abr (EFE).- Fernando Savater recibió hoy el
Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz en un acto que
sirvió para ensalzar la figura de ese filósofo español, su apuesta por
la libertad de pensamiento y hasta su gusto por las camisas floreadas.
A Savater, de 65 años, le fue concedido el premio el 16 de noviembre
pasado, y hoy lo recibió en un homenaje que también sirvió para recordar
la figura del poeta mexicano Octavio Paz (1914-1998) y la estrecha
amistad que mantuvo con el filósofo español.
"Es el pesimista más alegre que conozco", afirmó el historiador y
ensayista mexicano Enrique Krauze, presidente del jurado que concedió el
premio a Savater, en una breve semblanza de este autor.
"Piensa, cree, sabe que todo termina mal, pero sabe también que
mientras llega la cita postrera nos quedan muchos refugios gozosos",
agregó Krauze.
El autor de obras como el ensayo "Ética para Amador" y novelas como
"Los invitados de la princesa" recibió el premio, dotado con 100.000
dólares, que le fue concedido teniendo en cuenta su "trayectoria
intelectual y cívica".
Precisamente ésa fue una de las vertientes de la figura de Savater
que fueron destacadas en la entrega del galardón, en un auditorio del
Colegio Nacional, un edificio colonial del corazón histórico de la
capital mexicana.
"Su defensa de la libertad ha sido tan apasionada como la de Octavio
Paz", dijo Krauze respecto a Savater. "En su caso, una libertad
amenazada por adversarios muy concretos, no sólo ideológicos, sino
físicos, y más aún, armados", sostuvo.
"Savater ha sido, sigue siendo, el baluarte intelectual de España contra el fanatismo de la identidad nacionalista", agregó.
En el mismo acto, la viuda del poeta mexicano, Marie-Jo Paz, recordó
que para Octavio Paz "la poética siempre iba de la mano de la ética".
De Savater ensalzó apuestas parecidas, su "lucidez crítica y valentía
apasionada", pero también su gusto por las gafas coloridas y su afición
por "extravagantes camisas floreadas".
Bajo un relieve de bronce con una gran águila que preside el salón
principal del Colegio Nacional y con la asistencia de algo más de un
centenar de personas, el secretario de Educación de México, Emilio
Chuayffet, fue el encargado de entregar a Savater el galardón.
Del premiado, Chuayffet destacó el hecho de que el filósofo y
ensayista español haya hecho "de la palabra un faro en la niebla
asfixiante del fanatismo y la intolerancia".
"La obra de Savater es puente y fuente de inspiración para cada generación", agregó el alto funcionario.
En un discurso improvisado de ocho minutos, después de recibir el
galardón, Savater recordó la amistad que le unía a Octavio Paz y sus
estrechos vínculos con México, desde sus gentes hasta su gastronomía.
"Tengo el corazón 'partío', como dice la canción, y tengo medio en México y medio en España", afirmó.
Relató escenas de la amistad que llegó a tener con el poeta mexicano y
contó algunos de los consejos que Octavio Paz le dio, incluido uno
sobre el papel de los intelectuales en los debates de ideas.
Paz le dijo a Savater que "la forma de caer antipático a todo el
mundo es tener la razón antes de los demás". "Perdonan mejor al que se
equivocó con todos que al que acertó antes de los demás", dijo el
filósofo español en su discurso.
También en tono jocoso, recordó palabras del ex primer ministro
británico y Premio Nobel de Literatura Winston Churchill, quien dijo
que, al igual que los premios, las condecoraciones "no hay que pedirlas,
no hay que rechazarlas, no hay que lucirlas".
Pero este premio que recibió hoy en México "es especial", agregó
Savater, porque es reflejo de la amistad que tuvo con Octavio Paz y los
galardones "irrenunciables" que representa la vinculación que tuvo con
el poeta mexicano.
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