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Mostrando entradas de abril, 2012

Los de dentro

Decía Borges que los seres humanos nacen aristotélicos o platónicos; yo he pensado muchas veces que nacen, nacemos, acreedores o deudores, de modo que hay quien se pasa toda la vida exigiendo lo que se le debe y quien vive angustiado por las deudas urgentes que se le están reclamando siempre. También empiezo a sospechar que se nace para estar dentro o para quedarse o sentirse fuera, para creerse instalado sin incertidumbre o para temer a cada momento que lo expulsen a uno de donde acaba de llegar, que vayan a rechazarlo cuando se acerca al control de pasaportes de un aeropuerto, incluso que no se le vayan a abrir unas puertas automáticas. La paradoja es que la mayor parte de los logros más valiosos, en las artes o en las ciencias, suelen deberse a personas que están fuera, o al menos al margen, o en una esquina no privilegiada; y que quienes se encargan de juzgar y de extender certificados de legitimidad son los que están dentro, los situados, los instalados, los que muc

El editor independiente busca refugio

¿Tienen las editoriales independientes los días contados si no se blindan o crean alianzas con grandes grupos o conglomerados editoriales? ¿La precipitación de un nuevo paradigma económico y digital redibuja un nuevo mapa editorial en España? Las preguntas que suelen rondar a los sellos medianos y pequeños cobran vigencia con la entrada del Grupo Planeta en el accionariado de Tusquets, la última editorial clásica, prestigiosa e independiente española. Casi una de cada tres editoriales está hoy vinculada a un grupo o conglomerado editorial. La joint venture entre Planeta Corporación y Tusquets está cerca de poner el punto y final a la existencia de sellos independientes de corte literario y volumen de negocio medio que no estén bajo un paraguas que pueda darles cobertura logística. El fenómeno no es nuevo. El acuerdo de Tusquets es de asociación y seguirá liderada por Beatriz de Moura al frente de su equipo editorial, que “podrá no sólo acceder a la poderosa y ef

"Los periódicos no han muerto, pero deben volver a servir de contrapoder"

 El autor debuta en la ficción con un 'thriller' que retrata la crisis del periodismo. Desde que José Sanclemente esbozó el esquema de su primera novela, en mayo de 2011, centenares de periodistas se han quedado sin trabajo, los últimos, afectados por el cierre de Público , La Voz de Jerez y La Voz de Asturias y el recorte en La Voz de Cádiz. Los datos cifran en más de 2.000 los informadores despedidos desde el inicio de la crisis -se sumarán los "importantes" ERE anunciados en El País y El Mundo -, un escenario desolador y mezquino que este economista catalán reconvertido a hombre de medios (ha sido consejero delegado del Grupo Zeta, de Antena 3 y presidente de la Asociación de Editores de Diarios Españoles) traza en Tienes que contarlo (Roca editorial). Con los mimbres de un thriller , apasionante y veloz que arranca -cómo no- con un asesinato, el de la mejor firma del rotativo El Universal , Sanclemente desvela el modus vivendi de los periódicos y a

La prosa como bella arte

Del gran Thomas de Quincey, pese a los reiterados elogios de Borges, ha perdurado la imagen del legendario opiómano que inspiró a Poe o Baudelaire, pero las famosas Confesiones reúnen sólo una pequeña parte de las miles de páginas que escribió, dispersas en los periódicos y revistas con los que se malganaba la vida. Es el de ese libro, con todo, un caso extraordinario, pues cuando los estupefactos relatan sus experiencias con las drogas resultan por lo general prolijos, aburridos y autocompasivos hasta la exasperación, tanto más irritantes cuando el adicto confeso presume además de canalla. De Quincey nunca lo fue, sino al contrario, dados su temperamento soñador y su proverbial nobleza, pero de cualquier manera si hoy seguimos leyéndolo no es por el halo de malditismo derivado de su prolongada afición a la adormidera, sino por el placer que depara una prosa original, encantadora y amenísima. Como señala Andrés Barba, editor y traductor de estos Autobiographical Sketch

"A Suecia aún le pesa su etapa pronazi en la II Guerra Mundial"

 Asa Larsson presenta en España 'Cuando pase tu ira', una novela en la que desentierra el pasado colaboracionista de su país. Suecia aún no ha sido capaz de "procesar y enfrentar" su oficiosa postura colaboracionista con la Alemania nazi durante buena parte de la II Guerra Muncial, una etapa histórica que aparece de forma recurrente en los argumentos de autores nórdicos de novela negra, afirma la escritora sueca Asa Larsson . "La II Guerra Mundial está relativamente reciente y aún pesa sobre muchos europeos" , señala Larsson, que ahora presenta en España Cuando pase tu ira (Seix Barral), la cuarta de sus novelas y en la que dicho periodo resulta clave en una trama que arranca con el asesinato, en la actualidad, de una joven pareja. En el caso de Suecia, que se mantuvo oficialmente neutral pero oficiosamente colaboracionista mientras Noruega y Dinamarca estaban invadidas, la autora considera que el país aún no ha encarado con honestidad aquella

La vanguardia de las Luces

Blom propone una relectura del legado de la Ilustración para reivindicar el pensamiento de los autores radicales, orillados en favor de las figuras más prestigiosas y contemporizadoras. Tras el ensayo panorámico sobre los Años de vértigo que precedieron al estallido de la Gran Guerra, Philipp Blom ha vuelto al territorio de su anterior y no menos valiosa entrega, Encyclopédie , donde el historiador y ensayista alemán contaba con admirable claridad y excelente pulso narrativo los logros, paradojas y sinsabores de la mayor empresa editorial que vieron los siglos. En Gente peligrosa Blom se aproxima de nuevo a los debates intelectuales del XVIII para recuperar, porque entiende que sus propuestas han sido insuficientemente atendidas, "el radicalismo olvidado de la Ilustración europea", retomando a muchos de los personajes históricos que ya comparecían en su ensayo sobre la aventura enciclopedista. Sin pretender abordar toda la complejidad del periodo, el au

“El libro es inmortal”

Marc Fumaroli (Marsella, 1932) es una de esas voces que resuenan sobre el actual griterío. Hay vocingleros en todos los ámbitos –tecnológico, político, cultural– con mensajes que duran lo que tarda un tuit en comerse a otro. Fumaroli no levanta la voz, pero su discurso cala en sus destinatarios a la manera de los antiguos pensadores. ¿Por qué va contracorriente? ¿Por qué ha reflexionado más de medio segundo? ¿Por qué tiene un conocimiento sólido sobre aquello de lo que habla? Esta tarde, el historiador y escritor francés abrirá en la Biblioteca Nacional el ciclo de conferencias El libro como universo , organizado con motivo del tricentenario de la institución (creada, por cierto, por un monarca francés, Felipe V, el primer borbón que reinó en España). Si quieren un resumen moderno, este sería el tuit de Fumaroli: "El libro es inmortal". Pero quedarse ahí supondría renunciar a descubrir todo el pensamiento que hay detrás. "Aunque se venda menos, el libro

El ‘Mein Kampf’ vuelve a Alemania

El principio es tratar de orientar lo que ya es imparable: el gobierno de Baviera editará a partir de 2015 dos nuevas versiones comentadas de Mi lucha , la autobiografía del dictador nazi Adolf Hitler. El land perderá en 2016 los derechos de autor sobre el panfleto propagandístico, que fue un gran superventas en los años veinte y treinta y convirtió a su autor en millonario antes de 1933, cuando accedió a la Cancillería e instauró su dictadura nacionalsocialista. Baviera tiene los derechos de la obra desde el final de la II Guerra Mundial. Hasta ahora había impedido que se reimprimiera en Alemania. Para cuando caduquen sus derechos sobre el libro, el ministro regional de Hacienda Markus Söder propone las nuevas ediciones comentadas como una manera de “desmitificar” la obra. Una de las ediciones se dirigirá al público juvenil, mientras que la otra versión se apoyará en textos de historiadores de alto nivel. Habrá ediciones en inglés e incluso un audiolibro. Se trata

Últimos días del mundo

 Llega a las librerías, por primera vez traducida al español, 'Wadzek contra la turbina de vapor', de Döblin.   Es fácil relacionar este Wadzek contra la turbina de vapor , obra temprana de Alfred Döblin y precedente inmediato de Berlin Alexanderplatz , con el Frankenstein de Mary Shelley y La Eva Futura de Villiers. En todos ellos, en el gótico anglosajón, en el simbolismo francés y en el expresionismo alemán, se da el mismo recelo de la técnica y sus vertiginosos logros. No obstante, en Döblin se añade una cualidad muy acusada a primeros del XX: la menesterosidad de lo real y su carácter problemático. Quiere esto decir que en Döblin, sobre el temor a lo científico, ya maduro en el siglo XVIII, se añade la moderna extrañeza ante el idioma y el insólito protagonismo de los sueños. Baste recordar la Metrópolis de Lang o El gabinete del Dr. Caligari de Robert Wiene para señalar esta doble -triple- evidencia. Una evidencia, por otra parte, sobre la que se constr

Good luck!

Hoy estamos ya acostumbrados a ver los grandes momentos de nuestros deportes favoritos en televisión, repetidos una y mil veces. De modo que cuando el cine trata de representarlos artificialmente en toda su intensidad emocional, sentimos frecuentemente una cierta decepción: nos parecen poco auténticos. Como nunca veo partidos de fútbol, el que aparece en Evasión o victoria de John Huston, con Pelé y compañía, me resulta de lo más apasionante, pero mis amigos futboleros me han desengañado: tiene que ver poco con la realidad, ningún partido es así. Comprendo su objeción escéptica, porque a mí me pasa tres cuartos de lo mismo en muchas películas que pretenden recrear carreras de caballos. Los corceles protagonistas remontan desventajas imposibles para luego ganar cómodamente, cuando el jinete no se cae y luego vuelve a montarse pero en el caballo equivocado como Harpo en Los hermanos Marx en las carreras . Todo muy entretenido, aunque dolorosamente irreal. Quizá Seabiscuit

La Noche de los Libros celebra a Dickens y a los “músicos de letras”

Llega la séptima edición de La Noche de los Libros con una conmemoración de Charles Dickens en su bicentenario y decenas de actos de contenido literario por toda la región para celebrar hoy el Día del Libro. La Casa de Correos (Puerta del Sol, 7) acoge los actos más destacados. Fernando Savater, Félix de Azúa y Jon Juaristi se preguntan si ¿Somos modernos? , en un coloquio que parte de la contraposición planteada por el filósofo francés Alain Finkielkraut entre racionalismo y literatura (19.00), al que seguirá una conferencia de Ricardo Piglia bajo el título Novela y traducción. Una historia personal (20.15).  En la misma sede del Gobierno regional dos “músicos de letras” conversan con sendos escritores. Loquillo charla con Luis Alberto de Cuenca, a cuya poesía puso música en el álbum Su nombre era el de todas las mujeres (21.30); el diálogo entre Señor Chinarro y Elena Medel gira en torno a The Smiths (22.30). Remata la velada con el espectáculo Concierto Animado, de

"Soy acreedor al Premio Cervantes por el libro que estoy por escribir"

Doce meses. Hasta abril de 2013. Entonces el poeta chileno Nicanor Parra, ganador del Premio Cervantes , sí se sentirá a la altura de pronunciar unas palabras para agradecer el galardón. "Mi abuelo me ha enviado para que pida una prorroga de un año para un discurso medianamente plausible", ha explicado Cristóbal Ugarte, nieto del creador de la antipoesía , que ha recogido el premio en lugar de Parra de las manos del príncipe Felipe en la Universidad de Alcalá de Henares. La ceremonia tampoco ha contado con la presencia del Rey. "Le he dejado en Chile, rodeado de libros, la mayoría de ellos versiones del Quijote ", ha contado sobre su abuelo el joven Ugarte . "También había varias enciclopedias abiertas, con las paginas más importantes señaladas con bolsitas de té", ha añadido el nieto del antipoeta por excelencia al comienzo de una de las entregas del Cervantes más cortas de la historia, con sus menos de 40 minutos. Nicanor Parra se enco

“Desde el 11-S la literatura norteamericana está amaestrada”

El irreverente escritor estadounidense Chuck Palahniuk medita muy bien cada una de sus respuestas, a menudo sazonadas con una buena pizca de humor negro, sin eludir ninguna cuestión. El autor de El club de la lucha , irreductible rompedor de tabúes, presenta en el V Festival Internacional de Las Letras de Bilbao, Gutun zuria Al desnudo (Literatura Mondadori), su última novela publicada en España. Pregunta. ¿Cómo cree que ha evolucionado esa generación de escritores estadounidenses provocadores e irreverentes que eclosionó en los 90? Respuesta. No creo que hayan sido muy provocativos. Es como si los libros se hubieran convertido en la provincia de la comodidad, de la lectura fácil. Las personas provocadoras que conozco se han pasado a las películas, al juego, al ocio…los libros no tienen mucha importancia para ellos. Son más tímidos. P. ¿Qué opina de la nueva generación de narradores estadounidenses, más abierta al mundo global y marcada por la multiculturalidad?

La basura y la parusía

Pronto, la totalidad de las novelas con éxito serán policíacas. Y las de medio éxito también. De la misma manera que el ensayista ha dejado, en general, de ensayar y elabora historias de no ficción semejantes a un reportaje periodístico o un reportaje del corazón, los narradores, buenos y malos, se han inclinado por redactar intrigas de policías, detectives, ladrones y asesinos que les aseguran mejor el pan. Como consecuencia, en casi todos los casos, la calidad del texto importa poco y sí vale especialmente su facilidad de deglución. En los trenes, en el metro o en las playas los lectores engullen deprisa los volúmenes gordos y flacos trufados de crímenes e intrigas, que fueron best seller internacionales o que, incluso, aquí y en alguna otra parte recibieron condecoraciones literarias como si se tratara de los galardones de la posmodernidad. No importa tener o no tradición en la novela negra. Ni tampoco para esta clase de novela negra poseer oficio cabal. El autor

Martínez de Pisón, Premio de la Crítica por 'El día de mañana'

El escritor Ignacio Martínez de Pisón ha obtenido el Premio de la Crítica de Narrativa por El día de mañana (Seix Barral). Así lo acaba de anunciar en Soria el jurado de la asociación de críticos. La novela del autor zaragozano (1960) es mosaico del tardofranquismo y la transición a partir de Justo, emigrante que acabará de confidente de la policía política. "La clase media en realidad no hizo nada. No eran franquistas, pero tampoco activamente demócratas", dijo en una entrevista, el año pasado, para este diario el escritor Martínez de Pisón es autor de una docena de libros, entre los que destacan la colección de cuentos El fin de los buenos tiempos (1994), las novelas Carreteras secundarias (1996), María bonita (2001) y El tiempo de las mujeres (2003), y el ensayo Enterrar a los muertos (Seix Barral, 2005), que obtuvo los premios Rodolfo Walsh y Dulce Chacón y fue unánimemente elogiado por la crítica en varios países europeos. El premio, sin dotación e

l'existentialisme de Sartre

El existencialismo es una corriente filosófica con la que se suele identificar a varios autores que escribieron durante los siglos 19 y 20. En su texto denominado ‘El existencialismo es un humanismo’, Jean-Paul Sartre describe lo que él entiende por existencialismo. Los principios fundamentales del existencialismo para Sartre son los siguientes: La existencia precede a la esencia : Sartre denomina 'mala fe' al no reconocer que es uno quien toma decisiones y elige sobre sí mismo: el no reconocer que es uno mismo quien crea su propia esencia. El hombre es responsable : significa que, al elegirse a si mismo, el hombre elige a la humanidad. Para Sartre el hombre asume en su elección a la humanidad entera. Existe una condición humana universal : existe un conjunto de límites a priori que bosquejan la situación fundamental del hombre en el universo. Por ejemplo, es común a todos los hombres el nacer en una determinada situación histórica y morir. Subjetividad : segú

Hitchcock revive en la piel de Hopkins

La imagen de la nueva película sobre Alfred Hitchcock que ha salido a la luz da miedo. Miedo por el extraordinario potencial de una buena sesión de chapa y pintura, cuyos resultados pueden ser tan asombrosos como los conseguidos con el otro maestro del suspense, Anthony Hopkins, que calca la célebre silueta del modelo original. Con su papada y pose altanera incluidas, Hopkins protagoniza Hitchcock, un paseo retrospectivo por el rodaje del icónico filme de 1960 Psicosis, que se estrenará el año que viene. Tras la mera publicación de la foto ayer, las redes sociales, Twitter a la cabeza, ya han comenzado a arder. Con Helen Mirren en el papel de Alma, la esposa del cineasta; James D’Arcy en el de Anthony Hopkins, el protagonista de la escabrosa historia; Scarlett Johansson como la mítica Janet Leigh aterrorizada bajo la ducha; y Jessica Biel interpretando a la actriz Vera Miles, la película, que comenzó a grabarse –quién sabe si simbólicamente- el pasado viernes 13 en Los Án

Dickens, la memoria y los afectos

Poco después de cumplir la mayoría de edad, Charles Dickens (1812-1870) dio dos pasos fundamentales que marcarían su personalidad y su universo creativo: consiguió el carnet de lector de la Biblioteca Nacional y conoció a María Beadnell, su primer amor y con los años su pasión clandestina. Los Beadnell simbolizaban la estabilidad social que el escritor, de infancia agitada por la incertidumbre económica familiar, anheló siempre y María era la menor de las hermanas, una de las cuales se casaría con Henry Kolle, uno de los mejores amigos de Dickens. El joven aprendiz a escritor, en aquellos años un atractivo corresponsal en el Parlamento, protagonizó una tragedia clásica, tantas veces repetida a lo largo de la vida y la literatura: los padres de la chica no aprobaron la relación ante la falta de prosperidad del joven Charles y, entre otoño de 1831 y principios de 1833, enviaron a su hija a París para que continuara sus estudios con la intención de que la distancia propiciar

Caos entre los intelectuales

Fernando Savater publica 'Los invitados de la princesa', una novela sobre un desastroso congreso cultural que condensa sus filias y fobias y con la que ganó el Premio Primavera. Hace dos años, cuando la erupción de "aquel volcán islandés de nombre impronunciable" colapsó el espacio aéreo de toda Europa, Fernando Savater se encontraba en Milán participando en un congreso de escritores y quedó atrapado varios días en el lugar hasta que logró encontrar disponible un coche de alquiler para regresar a España junto a otros asistentes. Aquello fue la semilla del libro que poco después empezaría a escribir, y que bajo el título Los invitados de la princesa (Espasa) obtuvo en febrero el Premio Primavera de Novela. En la estela de la "venerable tradición de Chaucer y Boccaccio", maestros de esos relatos en los que por una causa externa y fortuita un variopinto grupo de personas se ve obligado a convivir y esperar cruzando historias y debates, Savater ha