Título original: I giorni dell′abbandono
Autor: Elena Ferrante
Traducción: Nieves Lopez Burell
Editorial: Ediciones Salamandra
Año de publicación:2002
Año de edición : 2004
Número de página:224
Genero: Novela, ficción
Teniendo la incógnita de un saber sobre el autor de esta novela, quien se amparó bajo un nombre el cual no es el real, sino que quedó bajo la sospecha de muchos en querer con certeza dar con el verdadero autor de la misma, tanto Elena Ferrante como sus editores sellaron cualquier fuga de su identidad. Muchas fueron las sospechas, de que era un hombre, que se fue trasladando de Nápoles, Grecia, y por último a Turín. El 4 de octubre de 2016, a través de la cuenta de Twitter fue confirmado el pseudónimo de Elena Ferrante, bajo el sello de la escritora Napolitana Anita Roja. El por qué del anonimato será otro tema.
La novela cuenta la historia del precipitado descenso, de la implosión de una mujer a lo que ella llama una "ausencia de sentido" después de ser abandonada por su marido. Los "días de abandono" de Olga se convierten en una caída libre desesperada y peligrosa hacia los lugares más oscuros del alma mientras deambula por las calles vacías de una ciudad que nunca ha aprendido a amar. Cuando se encuentra atrapada dentro de las cuatro paredes de su apartamento en medio de una ola de calor de verano, Olga se ve obligada a enfrentarse a sus fantasmas, la posible pérdida de su propia identidad y la posibilidad de que la vida nunca vuelva
a la normalidad. A convertirse en una madre distante y distraída, negligente en su propia desesperación, aferrándose en sus propios hijos, pensando egoístamente más en sus propios deseos que en sus necesidades.
Personalmente, creo que el personaje es excelente, pues la escritora va desarrollando con franqueza nuestras ideas sobre lo cual descansa la maternidad y la feminidad. Como esta mujer se va consumiendo, se va ahogando ante el abandono de su esposo y como debe hacer frente a todos sus fantasmas. Hay capítulos que uno percibe que algún momento cometerá algún acto para acaba con su vida, pero no, la novela se va desarrollando entre situaciones, donde una gran parte se vuelve circular con una mascota, el perro Otto con algunos acontecimientos que le sucedieron. Olga llega acostarse con su vecino Carrano, algún que otro encuentro. Concebí cierta prontitud de la escritora para terminar la novela, al parecer no sabia como culminarla, pues los últimos capítulos donde podría sacar mayor partida a su narrativa fue muy cortante, mientras que en lo narrado sobre el perro abundo demasiado.
Comentarios