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Un amor

Título original: Un amor

Autor: Sara Mesa

Editorial: Anagrama

Año de publicación: 2020

Año de edición :2002

Número de páginas:192

Genero: Ficción, Novela, Mujeres, Contemporánea

 

“Fuera el silencio no es como esperaba. De hecho, no es silencio. Hay un rumor lejano, como de carretera, aunque la carretera más cercana es comarcal y está a tres kilómetros de distancia.”

 

La ficción en cierto modo para muchos es difícil de explicar, legítimamente la vemos sin la necesidad de convencernos  que lleve impresa alguna verdad de un hecho, que para los personajes es su verdad, pero para nosotros constituyen palabras sueltas dichas por una narrador que intenta desafiar la idea de que la verdad que dicen sus personajes son tangibles, pero veámosla solo como las ramas de la imaginación de autor, informaciones que trillan una historia, que puede ser aceptable o no, y que en algún modo te podría parecer con algún vicio de realidad, pero esta se hace difusa y permeable para sentarte y decirte, recuerda es ficción, lo que busco es los contornos de la realidad, más no la real, y para muestra este libro.

 

Sara Mesa, nos cuenta la historia de una joven e inexperta traductora, Nat, que lleva acuesta todos sus errores, vergüenzas en  La Escapa, un pueblerino lugar sumido en la miseria, donde cada uno de sus habitantes en primera instancia mueven a muchas incógnitas. Un casero, el casero más desgraciado que uno pueda imaginarse, donde el hecho de ser el casero tiene la autoridad de violentar las puertas del inquilino sin su autorización, “Un hombre maleducado y mezquino… Inculto, sucio y pobre” le regala un perro como un gesto de bienvenida, pero no se crean que esto le hace ver como bueno, sino que más tarde nos damos cuenta sus económicas sombras. Los conflictos no ha de esperarse entre ambos, pues la casa es una construcción llena de grietas y goteras, dirán ustedes, el casero tiene la responsabilidad de reparar, no que va, quien debe reparar es Nat. Los demás personajes se van adicionando con la pura normalidad, como es natural frente a un nuevo vecino que llega a un pueblo, y más un pueblo con unas características propias, la figura extraña no son los vecinos, sino quien llega, pero más tarde todos son extraños. La chica de la tienda, Piter el hippie, la vieja y demente Roberta, Andreas el alemán, la familia de la ciudad que pasa los fines de semana, entre otros que le da carácter a este texto.

 

“Los límites de La Escapa son confusos,” “La zona ni siquiera es bonita, aunque al atardecer, cuando se difuminan los contornos y la luz se vuelve más dorada, encuentra cierta belleza a la que aferrarse.”

 

Una mirada analítica de La Escapa, así como de sus personajes, nos lleva a cierta discriminación, donde la realidad que el narrador nos dice a menudo es una batalla con la lúgubre negociación de un estado que atropella en cualquier contexto la realidad, hace mucho calor, es arrapada por los insectos, húmedo, extraños ruidos en mitad de la noche. “Vivir aquí es un rollo. ¡Si ni siquiera hay chicos!”, el casero ni vive en Escapa, sino en Petacas.


Quienes saca la verdadera historia del por qué Nat decide vivir en aquel remoto lugar, La Escapa y el enigmático monte El Glauco, es Piter el hippie y Andreas el alemán, donde el robo, el escape a la vergüenza, el respiro con fin de redirigir ese mal momento la lleva a dicho lúgubre lugar, donde los miedos, los ruidos extraños a mitad de la noche, la llevan a relacionarse más con dichos personajes, especialmente con Andreas el alemán, con quien tiene sexo, por el simple hecho de que él quería acostarse con ella, ya que tenía tiempo que no se acostaba con un mujer. “¿Por qué has venido a La Escapa?” “Nat se retrae. No quiere dar detalles. Era un trabajo de oficina, dice. Traducciones comerciales, correspondencia con clientes extranjeros, cosas así.” “Ella robó algo. Había robado sin necesidad, por un impulso. Nunca llegó a entender el motivo que la llevó a hacerlo. No fue por un desafío social y mucho menos por codicia. El objeto estaba allí y ella, simplemente, lo cogió. Pertenecía a uno de los socios de la empresa. ”


No es la gran novela, la cual tenga una historia de una gran lucidez que haga explosionar nuestras expectativas, lo que si es que nos lleva Mesa por el gotero lento del fuego de los acontecimientos que se dan entorno a Nat y las posibilidades implícita de los personajes, con situaciones, donde te hace participe del cuestionamiento del proceder de sus personajes, del ver como su protagonista, se ve sumisa frente a otros. 


“Es cierto que desde que está en La Escapa se ha descuidado. Lleva el pelo desarreglado y áspero, la ropa de trabajo no le favorece y las horas bajo el sol, más que broncear su piel, la han enrojecido y resecado. Pero debe de haber algo más. Algo que tiene que ver con la edad, con el peso —más que con el paso— del tiempo.”

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