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Justine o Los infortunios de la virtud

Título original: La Nouvelle Justine ou les Malheurs de la vertu
Autor: Marqués de Sade
Traducción: Mauro Armino 
Editorial: Tusquets
Año de publicación: 1797
Año de edición :1994
Número de páginas:344
Genero: Clásico, Ficción, Erótica, Horror, Literatura, filosofía, Novela, 

Cuando como lectores nos creemos, que la lectura de un libro, y más de ficción tiene la función o finalidad de hacernos convencer en su narrativa, como si la ficción en algún momento lleva en si expresado la realidad o la verdad, es un claro indicio de que no hemos entendido la construcción de la misma. Esto viene motivado por un video que ví donde una joven decía de Justine o Los infortunios de la virtud de Marqués de Sade, a una persona en carne no le puede pasar cada uno de los hechos que le pasó a la joven del papel principal, como si Sade lubricó en su mente, que cada uno de los hechos son reales, no olvidando que el texto no es más que una ficción, y ya por esto decía que el libro es malo. Si Sade hubiese convertido su texto en un ensayo, ya el panorama hubiese sido otro, porque tiene muchas aristas por donde rebatirlo.

Este texto aunque fue escrito por primera vez en 1787, pero fue revisado y publicado por primera vez 1791. Finalmente, la novela se amplió para comprender 10 volúmenes y se publicó en 1707. Ambientada justo ante de la Revolución Francesa, y cuenta la historia de una joven que se llama Therese (Justine). Una doncella de 12 años: ("En cuanto a Justine, de edad como hemos señalado, doce")...) que se abre camino en Francia prosiguiendo hasta los 26 años, sometida a abuso, quien oculta bajo una mascara de virtud, las situaciones desafortunadas en que busca refugio y confesión en un monasterio, se ve obligada a convertirse en esclava sexual de los monjes, que la someten a innumerables orgias y violaciones. Más luego, con la ayuda de un caballero, que es robado en el campo, la lleva a su casa con la promesa de cuidar de su esposa, una vez más se ve sometida a los abusos y castigos con las mismas características que las del monasterio.

Mas allá de las descripciones sexuales que nos muestra Sade en este texto, fue una respuesta contra la tradición, de cómo la subjetividad de la virtud y el vicio es interpretado por Sade y no van por el mismo camino en el texto, la búsqueda de la virtud, así como la del vicio, son tanto por el bien del placer, como el placer es la meta final de la humanidad y de la vida. De cómo la jerarquía y las desigualdades dentro de un sistema de clase tiene una tecla bien diferenciadas.

Una protesta sobre la corrupción de la iglesia, el sistema de justicia y la mayoría de las instituciones. El mal y el crimen son directamente placenteros en sí mismos, evitando la sublimación y la gratificación retardada involucradas en actos de virtud. Por supuesto, es un placer que los virtuosos esperen en el más allá, después de que su negación de por vida de las autogratificaciones instintivas los retuvieran, ya sea por su propia voluntad o a través de la imposición de la costumbre o la ley. La voluntad de poder es la voluntad de placer, y todo uso de la razón está ordenado hacia el logro, en cualquiera que sea la forma inmediatamente manifiesta, de ese fin. Por lo tanto, la virtud siempre es una especie de máscara.

Nunca debemos permanecer insensible al texto, claro si en el mismo hay acto de violaciones contra la mujer, pero más allá de esto, es un texto que detrás esconde una acusación violenta contra todo lo que representa la ‟moralidad”, que hay más tela por donde cortar. Que no estamos de acuerdo el método utilizado por Sade, también estamos de acuerdo, pero fue el mecanismo utilizado para hacerse diferenciar de los demás, y nadie mejor que él, considerado el primer sociólogo de la sexualidad, pues fue quien mejor presentó la anatomía comparativa de las costumbres humanas que se combina con la precisión de su pensamiento, con un estilo grandioso y hasta ahora aun no anticuado. No decimos que es el mejor, ni mucho menos el más grandes, sino la raya entre formas de escribir.

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