Título original: Swan song
Autor: Edmund Crispin
Traducción: José Calles Vales
Editorial: Impedimenta
Año de publicación:1947
Año de edición :2012
Número de página:276
Genero: Novela, Misterio, Ficción, Thriller
Tremenda sentencia da el inicio de esta novela a los cantantes, comparándolos a estúpidas criaturas, estulto de un escenario, pero cambiemos el rumbo de esta introducción “Esa susceptibilidad e irritabilidad de los cantantes, y esos lapsus aterradores y esos vacíos intelectuales, se observan también en los actores… ” pues como lo dice la narración no hay una respuesta a este complejo problema.
En esta entrega, Edmund Crispin nos trae el aficionado detective y profesor de Oxford, Gervase Fen, quien también había sido uno de los personajes principales de su anterior novela La juguetería errante. Una novela que preludia los ensayos de una compañía de teatro en Oxford donde seria presentada Los maestros cantores de Nuremberg de Wagner. Relación entre Elizabeth Hardeing, escritora de novelas policiacas de 26 años y Adam Langley, al cual consideraba una excepción a esta introducción, como una persona culta e inteligente, esbelto y atractivo al colectivo de tenores operísticos, presentable de unos 35 años, rasgos amables, agradable, de modales corteses, pero con el defecto de la distracción. Una de las cualidades para la joven Hardeing para casarse era ser inteligente. “Los síntomas no dejaban la menor duda respecto a su dolencia” Pues en el discurrir de los días, uno de los personaje en quien contoneara toda la trama, Edwin Shorthouse, tenor ensayista de la obra, aparece muerto. Lo que la hace a novela en plan policiaca, pues todos sus compañeros de la obra de algún modo tenían cierta adveración hacia Shorthouse, y esto motiva a la sospecha de saber quien pudo dar muerte a Shorthouse, todos son investigados y llevado a juicio. Siendo una novela donde la intriga se serpentea por sus páginas, también hay lugar a momentos divertidos, donde se entrecruza la ironía y el humor. ¿Quién lo mato?, eso te lo dejo de tarea….
Dando por terminado lo ante expuesto, creo que es una novela bien delineada, donde cada personaje tienen ciertas características que hacen suponer que uno de ellos es el autor del crimen. El autor tiene mucho cuidado en los detalles para enriquecer su obra, si bien es cierto que da unos de esos pequeños giros sobre datos históricos y posiciones políticas, también es cierto que no se desvía de lo que se ha propuesto en la trama, resolver y encontrar el autor del crimen. .
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