Título original: Cien noches
Autor: Luisgé Martin
Editorial: Anagrama
Año de publicación:2020
Año de edición :2020
Número de página:264
Genero: Novela, Narrativa, Ficción
Tras haber leído hace unos días atrás el premiado Ensayo de Anagrama 2020, Las cosas como son y otras fantasías que recayó en Pau Luque, un buen merecido premio, ahora le toca el Premio Herralde de Novela 2020 a Cien días del madrileño Luigé Martin, una novela la cual como dice el mismo escritor en su libro: “Cien noches, por tanto, es una novela viajera, promiscua y compartida. Las tres mejores cosas que se puede ser.” Sin lugar a duda es una excelente propuesta de lectura.
«En Cien noches, perfecta hibridación de novela de tesis y cuento de hadas, Luisgé Martín es más Luisgé Martín que nunca; amor romántico y años receptores, fidelidad afectiva y promiscuidad culpable, evocan el conflicto entre erotismo caducifolio y persistencia de los afectos, así como la imposibilidad de vivir el placer mientras el placer se experimenta en el puro gozo de la literatura. Hablemos con y de esta novela. Es lo mejor que puede pasar con un libro: que su escritura nos proponga preguntas sobre las que conversar» (Marta Sanz)
Es una novela donde el escritor se enfrenta a los tabús, la promiscuidad y las mentiras sociales con respecto al sexo, la infidelidad y otros temas. Aunque no es la primera vez que el autor trata estos temas radicales y extremo ante el sexo. Todo comienza a raíz de un estudio donde plantea que el 55% de los hombres y el 46% de las mujeres se declaraban infieles. A esto surgió la pregunta «¿Pero qué ocurre con el resto? ¿Realmente han dicho la verdad? ¿Y si un detective privado les siguiera para demostrar que han mentido?» Irene, su principal protagonista, viaja de Madrid a Chicago para estudiar en la universidad y como parte de su formación académica realiza trabajo de laboratorio sobre el comportamiento sexual de las ratas,
que dan algunas pautas sobre la fidelidad o promiscuidad de los mamíferos según su sexo, pero esto también lo extrapola en los humanos, y es aquí donde entra ella no como una observadora, sino como parte del estudio, acostándose con cientos de hombres. Aparte de esto, también entra en juego la trama detectivesca con la muerte del esposo de Irene, Claudio.
A veces tengo mis dudas cuando se premian las novelas, pues he tendido experiencias no gratas, pero creo que fue bien merecido este premio, pues desde principio me conecto. Un texto que hace una excelente combinación de novela erótica, detectivesca, científica y negra. “Al llegar al gallinero, vio la actividad sexual de las aves y le preguntó con interés al encargado de esa zona cuántas veces al día montaba el gallo a las gallinas. El funcionario le respondió que decenas de veces, y ella, con picardía, le dijo entonces: «Cuénteselo al señor Coolidge cuando pase por aquí.” “Pocos minutos después, pasó el presidente por la misma zona, y el encargado, obediente, le contó la conversación que había tenido con su esposa. Coolidge se quedó pensativo y le preguntó: «¿Pero el gallo se aparea siempre con la misma gallina?» El encargado, con vergüenza, le respondió rotundamente que no. «Cada vez es con una distinta, señor», le explicó. El presidente sonrió satisfecho. «Vaya a contarle eso a la señora Coolidge, por favor», le pidió.”
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