Autor: Denis Diderot
Traductor: Félix de Azúa
Editorial: Santillana
Año de publicación: 1785
Año de edición :2008
Número de páginas:386
Genero: Ficción, Novela, Filosofía, Literatura francesa, Romance, Humor,
«el sueño de la razón produce monstruos»
Jacques el fatalista, un escrito de Denis Diderot, escapa a toda la clasificación tradicional que se tenia en aquel entonces de genero. Si indagamos por sus pasillos nos encontraremos con un consagrado conjunto de texto que desde el cuentos, ensayos filosóficos hasta pasando por tratados estéticos. Esto fue publico en 1785 el cual en su haber también roza algunas historias secundarias desde dichos, fabulas y anécdotas. Si algo que también hace de esta novela al revolucionario es que juega con algunas figuras de estilo como sermón, oración y retrato.
Desde inicio y a medidas que avanza la novela te darás cuentas que se produce un vieje sin ningún propósito aparente, ya el narrador nos anuncia que nos contará, "según un texto original", la historia de un viajante, que más bien son Jacques y su Maestro. De una vez percibimos el acto desafiante al lector, donde se burla de él, le pide que lo reemplace, luego Jacques reemplaza al narrador, para que ya no sepamos quien escribe, quien lee o quien cuenta. La critica ha llegado a determina casi 180 rupturas en su historia. Giros y vueltas de la trama que nos hace su poner una improvisación en el texto.
Aunque no esta bien clara la cronología del viaje, pues durante ocho días, que va desde que comenzó en la Etoile hasta el octavo día que da fin a la aventura la momento cuando entra en la casa de la enfermera del hijo del maestro. Pero en desarrollo del escrito descubrimos muchas historias de los amores de Jacques, en especial con Denise, quien se la cuenta al maestro. Si algo hace especial al texto es la introversión del narrado, quien se dirige directamente al lector, propina juicios sobre los personajes, pero que en muchas de las ocasiones crea un debate filosófico.
La lectura del narrador desvela a largo de la novela la presencia de Diderot. Quien más que Diderot, un máximo representante de la ilustración, filosofo e enciclopedista, de quien sabemos lo aguerrido de su intelectualidad y erudición, su espíritu crítico, un tipo conflictivo, un tipo explosivo como decía Emile Henriot: «¡Ese Vesubio de las letras, sin cesar desbordante de lava, de fuego, de escorias al rojo vivo, en perpetua explosión!», o como bien decía Voltaire: «la naturaleza había negado a Diderot un don esencial, el del diálogo». El narrador se cuestiona sobre las nociones de destino y libertad. Diderot con este escrito dejo a un lado la ilusión romántica, pero a la vez pregono, derribó el artificio de la invención literaria. "¿Cómo puede un hombre de significado, que tiene moral, que es picado por la filosofía, divertirse debitando cuentos de esta obscenidad?" - Primero, lector, estos no son cuentos, es una historia, y no me siento más culpable, y tal vez menos, cuando escribo la locura de Santiago, que Suetonio cuando nos transmite los libertinajes de Tiberio. Sin embargo, lees a Suetonio, y no le reprochas.”
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