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Para que lado miro

Es ampliamente conocido el dicho que: un país sin historia, y encajaría aun mas sin memoria, cultura, esta rayando el límite de desaparecer como estructura social. Con motivo a estas palabras es que nos aproximamos a enfocarnos desde cualquier esquina a mirar la desvalorización social, el derrumbe con el cual se encamina el ser humano, de como la desintegración familiar a dado al traste un desencajamiento de doble vía al cual nos hemos sometidos. Las causas apuntan en diferentes direcciones, como plantearía el Juez Porfirio Petrovich, en la novela Crimen y Castigo de Fiodor Dostoyvski, ante los interrogatorios de buscar el asesino de dos mujeres. Aunque él sabiendo quien era el asesino, somete a este (Rodion Romanovich) para que sea el mismo quien se descubra "Nos hallamos en presencia de un hecho fantástico y sombrío; este crimen lleva perfectamente la marca contemporánea, lleva en alto grado el sello de una época que hace consistir toda la vida en la persecución del confort.

Los políticos no muestra un ápice de sobriedad. Atontado por el poder dan la espalda un a pueblo que los eligió por un espacio. Se mofan de la precariedad circundante. La pobreza reinante es un medio bien valido para hacer fortuna de la ignorancia. Cuan atrevida es la ignorancia. Como se siente en sus aguas, cuando tras el voto hacen grandes promesas, que duran menos que un destello. Cuanto harían falta en práctica aquellas teorías políticas de Aristoteles donde concebía a todo Estado como una asociación, donde en vista de algún bien se forma dicha sociedad. Dejemosno de pendejas...

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No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

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