Ir al contenido principal

Carlos Fuentes: La literatura nos ofrece lo que la historia no nos da

PARIS (AFP) — Como preámbulo al Salón del Libro de París, que tiene a México como invitado de honor, el escritor Carlos Fuentes dio el miércoles por la noche una conferencia en la que invitó a un apasionante recorrido, en el tiempo y en el espacio, por la literatura latinoamericana.

El Salón del Libro abrirá sus puertas al público el viernes, tras ser inaugurado el jueves por la ministra francesa de Cultura, Christine Albanel.

En su prefacio de la mano de Fuentes, el gran auditorio de la Biblioteca Nacional de Francia (BNF) resultó pequeño para la multitud que asistió a la conferencia, titulada "Alrededor de la novela latinoamericana", y gran parte del público debió seguirla a través de una pantalla en otra sala.

Fuentes empezó su conferencia con una nota de humor, tras la introducción de Jacqueline Sanson, directora general de la BNF, que lo presentó como "un monumento de las letras", no sólo hispanas, sino mundiales.

"Me desplazo, luego no soy un monumento", dijo, antes de empezar su intervención citando al cómico Mario Moreno Cantinflas y su frase "¡Pero qué falta de ignorancia!".

Cantinflas, "maestro de la paradoja", pronunció una frase "impregnada de verdad". "Existe una cultura no escrita, un conocimiento que se expresa a través de la memoria y la tradición oral. Hay que preservar en nosotros una parte de ignorancia", dijo fuentes, citando inmediatamente otra frase, ésta del filósofo José Ortega y Gasset al referirse a campesinos andaluces que no sabían leer: "¡Qué cultos son los analfabetos!".

"Se podría decir lo mismo hoy de ciertas categorías de la población de América Latina", la que "tiene un saber no escrito, una tradición oral".

"La literatura del continente americano empieza y se perpetúa en la memoria épica, ancestral y mítica de los pueblos aborígenes", afirmó.

"La lengua es a veces un río impetuoso, a veces un arroyuelo", pero su flujo "transcurre siempre entre dos orillas, una es la memoria, otra la imaginación".

Tras esa introducción, el escritor, que habló en francés, hizo recorrer a los asistentes la literatura latinoamericana en un doble viaje, por el tiempo, desde la literatura de las culturas precolombinas hasta los más jóvenes novelistas actuales, y por el espacio, de México a Argentina y de Perú a Brasil.

Las crónicas de Indias de la colonia "son la primera manifestación de lo que hoy, gracias a Gabriel García Márquez, llamamos el realismo mágico", dijo citando párrafos de algunos de los cronistas.

Evocó luego a Juana Inés de la Cruz, al barroco latinoamericano, arte en el que el espíritu indio se expresó pese a la represión cultural de los colonizadores. Recorrió el siglo XIX "marcado en Latinoamérica por una necesidad imperiosa de historia".

En la literatura contemporánea aparecen dos aspectos nuevos: "el desplazamiento del antiguo mundo rural hacia la ciudad y la impresionante variedad de estilos, de tendencias, de temas, de referencias y de opciones. Las categorías precedentes han sido sobrepasadas por dos elementos que definen verdaderamente la literatura, la imaginación y el lenguaje".

Fuentes describió los valores de obras de numerosos autores, buceando en la escritura de cada uno de ellos, señalando sus talentos, situándolos en su contexto: los argentinos Tomás Eloy Martínez y Sylvia Iparraguirre, el chileno Carlos Franz, el colombiano Juan Gabriel Vásquez, el peruano Santiago Roncagliolo, los mexicanos Cristina River Garza, Pedro Angel Palou y Jorge Volpi, entre muchos otros.

"En la novela se puede crear toda la realidad posible, imaginaria, la que no existe todavía. La novela es la realidad de lo que la historia ha olvidado".

"La literatura nos ofrece lo que la historia no nos da", concluyó.

Copyright © 2009 AFP

Comentarios

Natanael Disla ha dicho que…
Excelente frase. Hoy, que es el Día Mundial de los Cuentos, contemos aquellas historias que el tiempo se lleva, pero que al contarlas y escucharlas no se olvidan nunca. Contemos un cuento, pues...

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente” “¿Cómo se llama una orq