"Nuestro tema es la fe filosófica, el fundamento de este pensar nuestro. Es un tema ilimitado. La fe filosófica, la fe del hombre que piensa, tiene siempre la nota de que sólo es en alianza con el saber. Quiere saber lo susceptible de saberse, y verse a sí mismo totalmente"
Karl Theodor Jaspers (1883-1969), psiquiatra alemán y filósofo. Desde muy temprana edad mostró un gran interés por los estudios filosóficos, independientemente de sus estudios de psiquiatría. Cabe enfatizar que una gran mayoría de comentaristas, al momento de concebir una referencia de este gran pensador siempre lo coligan mas a sus estudios filosóficos que a los estudios psiquiátricos, sobre todo a la filosofía existencialista, quien partiendo de la sombra que le sirven como escudero se afinca en el existencialismo de Nietzsche y Kierkegaard. La filosofía que manufacturó, trazó el camino que debe conducir la existencia humana hacia la trascendencia como comunicación ilimitada o aperturada idefinidad, que constituye el origen, el sentido y el fin de esta existencia.
La fe filosófica, este libro, es una colección de conferencias emitidas en la Universidad de Basilea en julio de 1947 a invitación de la Fundación Académica Libre de la Faculta de Historia y Filosofía. Esta cofradía de conferencias está ataviada de un lenguaje simbólico, todo al estilo de la filosofía alemana, en su agudo contraste entre lenguaje lógico y un lenguaje intrincado de símbolos bien llevados, y ese lenguaje del habla coloquial, donde el pensamiento plasmado induce a la dilación de una lectura continua, en ese sumario de ir ordenando las concepciones del autor. De todas las conferencias que tenía ideadas, la quinta no logró disertarse, la cual trataba: Sobre filosofía e infilosofía.
“Si preguntamos de dónde y hacia dónde hemos de vivir, tendremos seguramente la contestación: de la fe en la revelación, pues fuera de ella sólo hay el nihilismo” Estas son las primeras líneas que le dan inicio a su primera conferencia: El concepto de fe filosófica. La primera delimitación del concepto fe filosófica es ante el saber. Esta primera conferencia está delimitada por conceptos que trasciende por todo el escrito. La fe y saber. Un tema ilimitado. ¿A dónde dirigir nuestra vida? Y, ¿Cuál debe ser en definitiva el contenido de ésta?, preguntas a las cuales hace sus aseveraciones inmediatas, donde ni la fe por revelación, ni tampoco la ciencia, pueden ser respuestas contundentes a dichas preguntas, pues ambas prescinde de la filosofía.
Dividido el planteamiento de la cuestión en seis conferencias: El concepto de fe filosófica, el contenido de la fe filosófica, el hombre, filosofía y religión, filosofía e infilosofia (demonología, divinización del hombre, nihilismo), y la filosofía del porvenir.
En su planteamiento, establece lo disímil entre creer de saber. Ejemplo como los de Bruno y Galileo son claros. El primero creí y el segundo sabía. Bruno se retractó de sus tesis, más no de las decisivas para él, sucumbiendo en la hoguera por salvaguardar su fe, llevándolo a ser martí, mientas que Galileo se retractó de la teoría de que la Tierra se mueve alrededor del Sol y luego se inventó la acertada anécdota que después formuló esta frase: Pues se mueve. Bruno expresa una verdad de fe, como Galileo expresa una verdad de conocimiento. Bruno se mueve a través de la verdad vital, incondicionada, mientras que Galileo apuesta a la verdad ahistórica, intemporal, incondicionada. Ahora bien, ¿Es la fe un pre-estudio del saber, algo que va más allá del saber? ¿Es un tipo de saber en general, o más bien refiere a un origen irracional? Si es un saber, ¿Cual podría ser su validez como saber, bajo qué criterios? ¿Es cuestión subjetiva u objetiva? El pronunciamiento de Jaspers en cuanto a su aclaración filosófica del concepto, trae consigo una cadena de preguntas y aparentes soluciones que recorren toda la obra: la verdad, el hombre, la liberta, el saber mismo, el espíritu, la trascendencia, siendo esta última la que existe más allá del mundo del tiempo y el espacio. Esta formulación ultima, como expresión máxima de la no-objetividad ha llevado a muchos filósofos a establecer que Jaspers se volcó al monismo, aunque siempre tuvo claro el reconocimiento de los conceptos de subjetividad como objetividad.
Dejado aquí nuestro comentario, dejamos que sea usted el jurado, mientras decida navegar por las páginas de este apreciado libro. Fe, saber, vida, hombre, trascendencia, subjetividad, objetividad no son temas ocultados por los comentarios del pasado, sino un claro ejemplo hasta donde Jaspers puede darnos algunas pinceladas filosóficas de los mismos.
“El hombre sólo llega a su propio ser por conducto del 'otro', jamás por el solo saber. Llegamos a ser nosotros mismos sólo en la medida en que 'el otro' llega a ser él mismo, a ser libres sólo en la medida en que 'el otro' llega a serlo. De ahí que desde mis años de colegial la cuestión de la intercomunicación humana fuera para mí el problema central, por lo pronto práctico, luego filosófico, de nuestra vida. Todos los pensamientos podían, en definitiva, juzgarse según el supremo criterio de si promovían o trababan la intercomunicación humana y la verdad misma podía ser apreciada en función de lo que unía a los hombres y del grado en que ella posibilitaba auténticamente esta unión. "
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