Ir al contenido principal

Hermenéutica del sujeto

El libro Hermenéutica del sujeto recoge la cátedra impartida por Michel Foucault en 1982 en el Collége de France. Donde exterioriza un estudio entorno al “cuidado de si” “inquietud de si”, que mas que la propuesta de “conócete a ti mismo” reorganiza las practicas filosóficas, que según a técnicas, procedimientos y fines históricos del sujeto ético se construye en una relación determinada consigo mismo.

Tiene como táctica, Michael Foucault abordar en diagonal la actualidad a través de la historia. Con la colosal estratagema trazar a Nietzsche, Aristóteles, de la pericia psiquiátrica en el siglo XIX a la pastoral cristiana. El planteamiento nuevo de dicho tema era el cause para que los oyentes estuviesen actualizados y a la vez para en cualquier instante tomar por la aza los acontecimientos contemporáneos.

Releyendo historia filosófica nos hace interrogar a si mismo como sujeto moderno, partiendo de texto de autores como Platón, Marco Aurelio, Epicuro y Séneca para hacernos plantear una nueva manera de pensar la política.

“Su trabajo consiste, en principio, en volvernos extraños a nosotros mismo, mostrarnos la historicidad de lo que podría parecer lo mas antihistoricos: la manera en que, como sujetos, nos relacionamos con nosotros mismos”.

Michel Foucault nos invita en su cátedra a la armoniosa relación entre subjetividad y verdad, sujeto y verdad desencadenan esa critica pedagógica vista a todos a través de “Conócete a ti mismo” nos empuja a vernos a nosotros, actores contemporáneos donde no debemos descuidar los presupuestos dado por Sócrates a Alcibíades.

Siendo esta una cátedra, son muchas las cosas que dice Foucault, que en cierto modo en discurrir entre cada pagina se vuelve algo tedioso y monótono, pues apela en dar cuatro pasos adelante y dos atrás, para traer lo que dijo anteriormente. Debemos acomodarnos a este tipo de lectura.

Una recomendación mas

Ventilatore in funzione

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr

La extraña muerte de Fray Pedro

En 1913, el nicarag ü ense Ruben Dario presenta este cuento, el cual relata la historia de un fraile que muere en nombre de la ciencia. Un ser pertubado por el maligno espiritu que infunde la ciencia, el cual fragmentaba sus horas coventuales entre ciencia y oracion, las disciplinas y el laboratorio que le era permitido. Con este texto, Ruben Dario, deja en claro que la fe es un acto de fidelidad, que se sobreentiende en el corazón sin pasar por la cabeza. “No pudo desde ese instante estar tranquilo, pues algo que era una ansia de su querer de creyente, aunque no viese lo sacrilegio que en ello se contenia, punzaba sus anhelos” Toda la historia tiene lugar en el cementerio de un convento, cuya visita va dirigida por un religioso. la guia advierte a sus seguidores sobre la lapida de Fray Pedro, personaje central del cuento. Un personaje “flaco, anguloso, palido” e incluso de espiritu perturbado cuya desgracia se veia venir con su sed de conocimiento. El fraile persuade a

Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura

Por su primer título,  El secreto  (1992), Donna Tartt  (Greenwood, Misisipí 1963) recibió un adelanto de 450.000 dólares (el equivalente sería hoy una cifra muy superior), caso insólito en alguien que no había publicado aún nada. Antes de salir el libro, un  extenso perfil aparecido en  Vanity Fair  predijo la fama de la autora, anunciando la irrupción en el panorama de las letras norteamericanas de una figura que supuestamente borraba la distancia entre la alta y la baja literatura. Confirmando las esperanzas puestas en ella por sus editores, “El secreto” vendió cinco millones de ejemplares en una treintena de idiomas. Las críticas fueron abrumadoramente favorables, aunque no hubo unanimidad con respecto al diagnóstico de  Vanity Fair.  La primera novela de Donna Tartt es un thriller  gótico que lleva a cabo con singular habilidad el desvelamiento de un misterioso asesinato perpetrado en el departamento de lenguas clásicas de Hampden College, institución universitaria de carácter