Ir al contenido principal

Nuestra Señora de París

Título original: Notre-Dame de Paris

Autor:  Victor Hugo

Editorial: Penguins Clasicos

Año de publicación:1831

Año de edición :2015

Número de páginas:4705

Genero: Novela, Historia, Ficción, Ficción histórica, Romance, Novela, Clásico 

 

"Todos los ojos se habían levantado hasta la cima de la iglesia. Lo que vieron fue extraordinario. En la parte superior de la galería más alta, más alta que la roseta central, había una gran llama que se elevaba entre los dos campanarios con remolinos de chispas, una gran llama desordenada y furiosa cuyo viento a veces llevaba una solapa en el humo".

 

En 1831, Víctor Hugo reinventó la Edad Media y erigió un monumento literario tan perdurable como la piedra que lo inspiró. Nuestra señora de París o El jorobado de Notre-Dame de Paris, como comúnmente la conocemos es el producto de una inspiración de un vocablo que el autor vio en una resquebrajada en la catedral, donde entre sus paredes estaba grabado la palabra ANÁΓKHque deriva del griego y significa «fatalidad».


Dejando a un lado lo que empujo a Hugo a escribir este texto, muchos se han dado a la tarea de criticar al texto por su mala construcción, obviando estos críticos que es un escritor en potencia, la cual explota y alcanza la plenitud de su estilo con Los Miserables, publicado en 1862. Pero aun más, verlo en su momento por la mezcla de varios géneros literarios dentro de la obra. Ante los dos polos críticos que se han dando en el análisis del texto tenemos, por un lado están los que propagan la dualidad estructural de la obra, y la describen como un novela, pero por otra lado están los que la ven como una nueva epopeya. 


Notre-Dame de Paris cuenta la historia de la gitana Esmeralda, quien en compañía de su cabra Djalí toca la pandereta y baila en las calles de París para subsistir hasta que es acusada del asesinato de Phoebus, su amado, y condenada a la horca. Sin embargo, dentro del texto hay otros personajes, que es quizá el que mayormente se conoce por todas las publicidades que se ha hecho de él, es el jorobado Quasimodo, campanero de Notre Dame, que tras su deformidad, siempre oculto a las miradas y burlas de los ciudadanos,  esconde un corazón sensible y sediento de amor, lucha a toda costa para salvar a la gitana.

 

Es un excelente texto en el cual Víctor Hugo hizo de la catedral su personaje principal, así como lo hizo con Quasimodo, Esmeralda y Frollo. Que sin lugar a duda uno de los objetivos del novelista era rehabilitar un monumento que había caído en decadencia escribiendo panfletos en pro de arquitectura gótica mas resistente en la capital francesa. Un texto que disparó las ventas en Amazon al producirse el terrible incendio la tarde del 15 de abril de 2019 que destruyó parcialmente la catedral.

 

Tengo muchas imágenes de lo narrado y de las muchas descripciones que en el hay, y una de esta es cuando en la cúspide de la catedral nos comienza a describir el Paris arcaico, todo lo que queda de un lado a otro, con largas contemplaciones sobre la construcción social de la Edad Media. Las contemplaciones creativas y filosóficas. Vayan al libro, y dejen aun lado a Disney. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta de Manuela Sáenz a James Thorne, su primer marido

No, no y no, por el amor de Dios, basta. ¿Por qué te empeñas en que cambie de resolución. ¡Mil veces, no! Señor mío, eres excelente, eres inimitable. Pero, mi amigo, no eres grano de anís que te haya dejado por el general Bolívar; dejar a un marido sin tus méritos no seria nada. ¿Crees por un momento que, después de ser amada por este general durante años, de tener la seguridad de que poseo su corazón, voy a preferir ser la esposa del Padre, del Hijo o del Espíritu Santo o de los tres juntos? Sé muy bien que no puedo unirme a él por las leyes del honor, como tú las llamas, pero ¿crees que me siento menos honrada porque sea mi amante y no mi marido? No vivo para los prejuicios de la sociedad, que sólo fueron inventados para que nos atormentemos el uno al otro. Déjame en paz, mi querido inglés. Déjame en paz. Hagamos en cambio otra cosa. Nos casaremos cuando estemos en el cielo, pero en esta tierra ¡no! ¿Crees que la solución es mala? En nuestro hogar celestial, nuestr...

Grandes esperanzas (Fragmentos)

«En el primer momento no me fijé en todo esto, pero vi más de lo que podía suponer, y observé que todo aquello, que en otro tiempo debió de ser blanco, se veía amarillento. Observé que la novia que llevaba aquel traje se había marchitado como las flores y la misma ropa, y no le quedaba más brillo que el de sus ojos hundidos. Imaginé que en otro tiempo aquel vestido debió de ceñir el talle esbelto de una mujer joven, y que la figura sobre la que colgaba ahora había quedado reducida a piel y huesos. [...] ―¿Quién es? ―preguntó la dama que estaba sentada junto a la mesa. ―Pip, señora. ―¿Pip? ―El muchacho que ha traído hasta aquí Mr. Pumblechook, señora. He venido a jugar... ―Acércate más, muchacho. Deja que te vea bien. Al encontrarme delante de ella, rehuyendo su mirada, observé con detalle los objetos que nos rodeaban, y reparé en que tanto el reloj que había encima de la mesa como el de la pared estaban parados a las nueves menos veinte. ―Mírame ―me dijo miss...

Las muchas lenguas de Kundera

La primera novela de  Milan Kundera ,  La broma,  es la historia de cómo una ironía leída por quien no debería –escribir en una postal “El optimismo es el opio del pueblo”– arruina la vida de su protagonista en la Checoslovaquia comunista. La última,  La fiesta de la insignificancia  –que su editorial en España, Tusquets, saca a la calle el 2 de septiembre– relata en uno de sus capítulos como Stalin relata una historia que puede ser, o no, un chiste, aunque descubrirlo no es sencillo: si por casualidad no es un chiste y es un delirio de dictador, puede costar la vida al que se ría a destiempo. En medio, transcurre la vida de uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX, cuya existencia podría ser definida como una gran lucha contra un mundo que ha perdido el sentido del humor. Los chistes son un ángulo magnífico para contar la historia del comunismo en Europa Oriental y la URSS: “Qué hay más frío que el agua fría en Rumania? El agua caliente”...