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Que siga el circo de lo inseparable

Solo podemos discurrir sobre cosas, aunque el pensamiento no se limita en exclusiva a las cosas, puede con ayuda de la cosificación, maniobrar, aunque no está limitado al maniobrar: también puede destruir en ella esa posición de una cosa que ha permitido el maniobrar, es decir, tiene el poder, aunque también podría decirse que tiene la necesidad, de destruirse a si mismo. La única oportunidad del pensamiento es construir, en lo sucesivo, el conjunto de las posibilidades que el movimiento de la historia ha suscitado. Bergson veía en el misticismo una posibilidad de hablar cuando la razón ya no tenía derecho de hacerlo. La intromisión del lenguaje hace toda una perturbación en todo lo que toca, lo altera, lo corrompe, lo empaña con un procedimiento que solo corresponde a las operaciones vulgares, como lijar una tabla o labrar un campo. Siendo el hombre parte de la naturaleza, no algo en contradicción a ella, sus pensamientos y movimientos siguen las mismas leyes a estas. Cuando la religión irrumpe en el silencio del hombre provoca una tentativa de vencer esta antitesis. Si el mundo está dominado por Dios y Dios puede ser conmovido mediante la oración, adquirimos una parte de omnipotencia.


Todo en la religión tiene un espíritu especial, un mensaje singular, a la vez, una esencia en común que viene a ser la constitución misma de lo sagrado en lo sagrado. Al parecer todo el mundo tiene muy claro qué es religión, aunque es obvio, que la opinión general se limita a la elección al ámbito de las grandes religiones reconocidas. Debido a la propia naturaleza del hecho religioso y a la carga emocional que conlleva, hay elementos del hecho religioso que la hace notar a la distancia lo que es y no es religión. Las creencias, prácticas, relaciones e instituciones relacionadas, prácticas que suponen comportamiento de obediencia, reverencia o culto, carácter colectivo o grupal de la expresión de la vida religiosa, mantenimiento de una comunidad moral, eso es religión. El escritor Bryan Wilson en “Sociología de las sectas religiosas” define lo que es religión, en términos abstractos y generales, dando a conocer aquellos elementos y funciones entorno a esta: creencia en una entidad o entidades que trasciende la percepción normal de los sentidos, creencia en que tal entidad no sólo afecta al mundo natural y al orden social, sino que actúa desde detrás del mismo, prácticas regulares de ceremonias o exposiciones, expresiones de devoción, celebraciones, ayunos, penitencias colectivas, peregrinaciones y representaciones o conmemoraciones de episodios, proclamar una legitimidad divina mudada en ser los verdaderos del mensaje divino, a esto llamaríamos aristocracia, hidalguía, estirpe de creencia.


Lo escrito en el post “Para mi la religión es un instrumento que Dios usa en combinación con otras cosas para que el hombre aprenda a hacer naturalmente lo que no es parte de sus comunes hábitos” Dios utiliza la religión como instrumento, es como decir, el instrumento del zapatero por necesidad es su martillo para clavar. Un zapatero sin martillo creo que no puede ser zapatero, un mecánico sin sus herramientas, ¿qué sería?, un dentista sin sus instrumentos de trabajo, ¿qué seria este?, ¿un astronauta? Al parece Dios y la religión son inseparable, consustancial, inherente, forman una hipostática al estilo divino-humano, una necesita de otra para llevar a cabo su plan, al parecer no es mala la religión, si Dios la utiliza como instrumento, y si Dios la utiliza como instrumento, que mas tarea le corresponde al hombre que seguir en dicha práctica, porque su maestro la ha utilizado, como instrumento. Post:“Cuando algo es un instrumento de aprendizaje, en algún punto, cuando el aprendizaje es completo entonces ya no hay necesidad de eso” Entonces cuando Dios utiliza la religión como instrumento, al igual que un zapatero su martillo, esto le dirá al zapatero, ya tu sabes reparar zapato, ya no utilice las herramientas para repararlo, dentista no utilice el espejo, el explorador, la pinza y la cucharita, pues ya no hay necesidad de eso, eres todo un dentista a lo Robert Houdin, David Coppefield, Cris Angel ¿estos nos volvería monótono en el hecho religioso? ¿Sería nuestras suplicas, oraciones, ruegos, cánticos, predicas algo cíclico o mejor un circulo vicioso o papagayos de un ser que esta fuera y dentro de nuestra orbe? ¿Nos arrastraríamos a un monofuncionalismo inherente, maquinas humanas con proporciones conscientes de repeticiones infinitas?


Lo inseparable de Dios-religión lo podemos ver en la misma naturaleza del hombre en su origen. Si peregrinamos por todo el Antiguo Testamento, Jehová, como Jesucristo, dio por un hecho que todo lo escrito allí tenía el aval, la legitimidad suya. Qué pide él al pueblo de Israel, sino realizar todo lo que esta escrito en su palabra, es decir, siendo todo estos elementos esenciales de la religión dio su sello. Que pide Jehová a Abraham sino más que un elemento de la religión, sacrificar a su hijo, qué pide Jehová a Noe, construye un arca para salvarte de la gran catástrofe que se aproxima: diluvio, que hizo Noe, lo hizo creencia las palabras. Cuando Jesucristo irrumpe en la humanidad, este nace en una nación, la cual ya tenía bien establecida su religión, una religión dividida entre varios grupos ideológicos rivales. Qué aprende Jesús durante su infancia, sino todos los elementos característicos de la religión judía, más luego, este fue despegándose de estos elementos, para constituir sus propios elementos: bautismo, Santa Cena, lavamiento de pies, ayuno, exorcismo, la celebración de la pascua, entre otros, sin mencionar otros elementos, que mas tarde se introducen en la Didaché de los Apóstoles, si es que este libro tiene alguna importancia para los hacedores de historia eclesiástica.


Con esto no se procura a modo de sarcasmo como dice el post de constituir una cuarta persona de la trinidad, sino hacer ver que hay algunos “cristianos”, o mejor dicho cristianos aristocráticos o exclusivistas del cristianismo, que al igual que un Lutero hicieron ver a la Iglesia Católica, que había otra forma de buscar a Dios, no a través del “legalismo” imperante del siglo XVI, del derecho de propiedad de lo divino, de lo sagrado, de que como hicieron: Calvinistas, Anabaptistas, Cuáqueros, Jansenista, Pietistas, Adventistas, Metodistas, Mormones y unas miles religiones afines al cristianismo que hicieron descollar su visión del cristianismo y la hicieron como verdadero o aristocrática, esclarecidos estableciendo sus propias interpretaciones y muchos de ellos llegaron a encampanarse como un David Koresh y los Davidianos a una trágica escena, o a un Jim Jones en Guyana y la muerte voluntaria. Pero todo este tema solo se ha tratado desde la visión judeo-cristiana, qué decir de las de las demás religiones, que al igual a las judíos-cristianas se hacen aristocráticas de su propias creencias.


No soy enemigo de la religión a modo de Thomas Jefferson y Thomas Paine, que en publico hicieron sus planteamientos. Si la religión es innata al ser, también, lo es dudar de ella y despreciar sus debilidades. Así como la religión y la piedad se han convertido en un círculo de misterios absurdos, y resulta que los que mas desprecian la razón, que los que rechazan el entendimiento acusándolo de corrompido en su naturaleza, son, raro prodigio, justamente los que dicen mas iluminados por la divina luz.

Pero, nada que siga el circo.

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