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Mostrando entradas de mayo, 2015

Pisando ceniza

Las cosas solo   suceden a quien sabe contarlas, dice el narrador de este libro. Ese narrador que es un joven librero, dedicado en el Madrid plomizo de los años 70 a vender libros prohibidos en una trastienda de la calle Génova. El mismo narrador que es también el editor del poeta José Bergamín, con quien recorre España a bordo de un descapotable amarillo, a punto siempre de matarse por las curvas de Despeñaperros, siguiendo a un gitano torero que se llamaba Rafael. Y también el narrador que es un niño y luego un joven y luego un hijo pródigo en su pueblo de Burgos, oyendo las historias de los viejos en la taberna, y los recuerdos engarzados de su madre ante la tumba de su hermano. Ese narrador que pisa el bosque quemado alrededor de la casa de su infancia es Manuel Arroyo-Stephens, librero y editor impar, escritor sentimental hasta donde lo permite la anglofilia, fundador de esta editorial que hoy recoge sus relatos sin saber si son novela o autobiografía, o quizá una historia de

Mi genio es un enano llamado Walter Ego

Claudia Hammerschmidt basa su estudio sobre Guillermo Cabrera Infante en la simultaneidad de vaciamiento y remotivación de la lengua; en la de la pérdida y recuperación del control sobre las fuerzas que operan en todo acto de habla; en la de la carencia de poder autorial y la reapropiación retrospectiva del propio texto. De esta manera, desvela una técnica consistente en una constante reescritura, por la cual todos los textos del autor cubano se convierten en un pasaje permanente que permite (y exige) la reinscripción y la reafirmación retrospectiva del mismo autor. Así, la escritura de Cabrera se instala en su propia hibridez de una pretensión de poder autorial sobre las palabras y en un exhibicionismo radical del fracaso de cada intento de expresión para poner en escena una poética de eterno recomienzo que hace renacer al autor como el ave fénix de entre las cenizas.   Prólogo Arribo, ahora, al inefable centro de mi relato; empieza aquí, mi desesperación de escritor [...]. Qui

Los «Errores infalibles

Un ensayo sobre el arte y los sueños, sobre las desdichas del éxito y el fracaso, sobre los errores infalibles, sobre la entereza. Un llamamiento a la insurrección estética diseñada con amor al arte. En mayo de 2012, Neil Gaiman se subió a una tarima universitaria para pronunciar el discurso de graduación. Durante los siguientes diecinueve minutos expuso a los estudiantes sus ideas sobre la creatividad, el coraje y la entereza. Los animó a incumplir las normas, a pensar sin trabas ni barreras. Los incitó a cometer errores sin someterse a la dictadura del éxito. Les mostró las victorias del fracaso. A aquellos pintores, músicos, escritores y soñadores en ciernes les regaló una consigna: HACED BUEN ARTE. Este pequeño volumen contiene el texto completo de su estimulante arenga acentuado por el no menos vigoroso y original diseño de Pablo Martín. «Cuando sintáis (no es imposible) que camináis desnudos por la calle; que mostráis demasiado de vuestro corazón, de vuestra mente, de vues