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Mostrando entradas de febrero, 2012

La novela perdida de Saramago

El primer libro que escribió José Saramago nunca vio la luz. Hasta ahora, 59 años después. Se titula Claraboya y lo publicará Alfaguara a partir de mañana jueves. Una novela rechazada por los editores de entonces, extraviada luego y recuperada ahora cuyo primer capítulo te adelantamos en exclusiva en este blog de EL PAÍS . Al final del blog un vídeo de la Fundación Saramago sobre la novela. A continuación la historia del manuscrito. El manuscrito que devolvió el viento 1953. Este hombre, José Saramago, era un trabajador de muchos oficios; y era, como su abuelo, como sus padres, como los hombres y como las mujeres de Azinhaga, el pueblo portugués en el que había nacido en 1922, una persona silenciosa y sutil, en cuyo interior vivían los dramas que vivía y aquellos que imaginaba detrás de las pequeñas viviendas o dentro de los edificios altos. Ya está en Lisboa, trabaja. Y escribe; ese carácter reconcentrado esconde a un poeta, y a un novelista. Luego será muy conocido, lle

Fernando Savater gana el Premio Primavera

Fernando Savater ha ganado hoy el XVI Premio Primavera de Novela con la obra Los invitados de la princesa . Un libro lleno de humor y sátira en el cual se conjugan tradición y modernidad cuyo escenario es un congreso de cultura celebrado en una isla donde quedan atrapados sus participantes debido a la erupción de un volcán. Una novela "muy savateriana" al abordar algunos de los temas clave del filósofo español. El premio lo otorga cada año la editorial Espasa, y está dotado con 200.000 euros. "Es la novela que más me ha divertido escribir, y con la que me lo he pasado mejor", ha reconocido Savater durante la entrega del premio esta mañana en Madrid. "Complacerá hasta a los lectores más exigentes. Está llena de guiños y complicidades para disfrutar de ella desde el principio hasta el final", ha afirmado Ángel Basanta, escritor, crítico y portavoz del jurado. Basanta reemplazó a Ana María Matute, presidenta del jurado, durante la concesión del g

La literatura como modo de vida

Digan lo que digan sus detractores, el viejo Bloom ha aportado mucho a los espesos debates que rodean a la crítica contemporánea. Es cierto que sus desahogos lo retratan como a un autor soberbio, anglocéntrico, caprichoso y partidario, pero nadie puede negar la fuerza y la brillantez de un discurso crítico que remite -por su voluntad abarcadora y porque está claro que los ha leído a todos con provecho- a sus grandes predecesores en el ámbito de la literatura en lengua inglesa, autores como su venerado doctor Johnson , Emerson o Walter Pater , que son algunos de los que él mismo afirma que, junto a Hazlitt o Nietzsche , más le han influido. Más allá de su desinterés por el rumbo de la crítica académica, de la ya cansina polémica a propósito del canon occidental o de sus trifulcas con los partidarios de los estudios culturales, al obstinado profesor de Yale hay que agradecerle su defensa de la literatura frente a las interferencias de otras disciplinas que en los últimos

"Apareció el demonio y se metió en mi cama"

"Su Majestad es el autor de lo que escribo". Con palabras tan claras como éstas, la monja mexicana sor María de San José, nacida en 1656 y muerta en 1719, tomó la pluma para escribir su vida a instancias de su confesor y bajo la iluminación de Dios. Se trata de un fenómeno histórico-literario de amplio suceso en la España Moderna, a este y al otro lado del Atlántico. Uno de los motivos que suelen invocarse para explicar la extensa serie de autobiografías espirituales femeninas, escritas en el mundo hispano durante los siglos XVI y XVII, es el estímulo ejercido por el Libro de la vida de Teresa de Jesús , sobre todo tras su edición impresa en 1588 por iniciativa de fray Luis de León. A partir de este momento la obra gozó de una notable difusión y fue lectura habitual en bastantes conventos femeninos, sobre todo en los monasterios de carmelitas descalzas fundados por ella. Distintas monjas así lo advirtieron al narrar sus vivencias y alguna que otra atribuyó su o

Examen de conciencia

Alain Minc ha tratado de responder a la pregunta de dónde están los intelectuales, reiterada con regularidad desde el inicio de la crisis económica y su progresiva transformación en crisis política y social. Lo ha hecho dando por descontada la respuesta, en el entendimiento de que la pregunta no traduce un verdadero interrogante sino una exclamación a medias furiosa y a medias decepcionada. En realidad, nadie espera que se le diga dónde están cuando, víctima del temor, pregunta por los intelectuales; lo que espera, por el contrario, es que se le confirme que no están. Pero, ¿no están porque han desertado o porque han dejado de existir? En Una historia política de los intelectuales, Minc se inclina por esto último y, aunque circunscribe el fenómeno a Francia, el hecho de que fuera Francia el país donde nació la figura del escritor que aspira a convertirse en conciencia moral de su época invita a generalizar el diagnóstico de que hoy no es posible encontrar “hombres de le

"La literatura actúa a la inversa que los totalitarismos: salva al individuo"

Aunque reside en Alemania desde mediados de los 80, Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) ha continuado inspirándose en su tierra: su obra, una de las producciones más serias de la literatura española, posee esa autenticidad, esa sobria emoción, que caracteriza a los relatos que vuelven la mirada a los paisajes conocidos. Si en Los peces de la amargura , uno de sus títulos más celebrados, exploraba la repercusión en personas concretas de las acciones de una banda terrorista, ahora describe en Años lentos, la novela con la que ha conseguido el Premio Tusquets, cómo era la vida en un barrio modesto de las afueras de San Sebastián en los últimos tiempos del franquismo. Desde el principio de la historia una voz se dirige al "señor Aramburu" para dejar claro al lector que Años lentos no es exactamente un proyecto de corte autobiográfico. "Ese personaje, como yo, asiste siendo un niño a la realidad de aquel tiempo, en un lugar en el que yo también viví", adm

“Leer es un gesto de insatisfacción”

“Gabilondo hablando es un peligro”. Lo dice Ángel Gabilondo de su hermano mayor, Iñaki, que, como él, nació en San Sebastián pero siete años antes, en 1942. El pequeño, solo de edad, ha vuelto a su Cátedra de Metafísica de la Universidad Autónoma de Madrid tras ejercer dos años como ministro de Educación y acaba de publicar un ensayo de título inequívoco: Darse a la lectura (RBA). En una sala de reuniones de la cadena Ser y con el libro delante, Iñaki Gabilondo pregunta si puede preguntar. Iñaki Gabilondo . ¿Has podido leer durante tu tiempo en el Gobierno? Ángel Gabilondo. Ya no dormimos las mismas horas que cuando se dormía. Eso sí, lees un poco a brincos, con otras inquietudes. Y tiene su peligro: leer siempre algo que sea rentable para hablar. Es el problema de tener una tribuna pública, sea un cargo o un blog: buscar rentabilidad inmediata, una idea, una frase que puedas citar… Hay que tener mucho cuidado con lo que uno lee. I. G. Leyendo corres el peligro de ser o

El mundo editorial puja por la nueva novela para adultos de J. K. Rowling

La puja por editar la primera novela para adultos de J. K. Rowling en el mundo ha empezado. Y en España están detrás de ella Salamandra (su sello actual), Planeta, Plaza y Janés y Suma de Letras (de Santillana). Aunque Salamandra, la editorial que ha publicado la saga de Harry Potter desde el comienzo, tendría la primera opción, no tiene nada seguro. “Estoy esperando la propuesta del agente sobre cómo procederán en España”, afirma Sigrid Kraus, editora del sello español. “Sé que nos tienen en consideración porque están contentos con nosotros, pero también soy consciente de que hay otras editoriales interesadas”, añade. Y está en lo cierto. La cartografía de las casas Rowling en el mundo cambiará. La euforia por la primera novela para adultos de la autora británica se ha desatado luego de que ella anunciara el jueves en un comunicado un nuevo libro y, sobre todo, el cambio de registro. Lo que, además, anuncia en su página web donde dice que más detalles se conocerán a fina

Swift, clérigo y moralista

Dos siglos antes, sir Francis Bacon, un brillante y expeditivo Lord Verulam, ya había puesto en práctica cierta industrialización de la miseria, exportando mendigos a ultramar, convertidos en galeotes, y despoblando los bosques de Inglaterra (los viejos bosques de Arturo y Robin Hood), donde hasta entonces habían hallado alimento y cobijo. A primeros del XVIII, el deán de San Patricio propone una mejora para las tierras de Irlanda: no se trata de trasladar la mendicidad y la hambruna a las nuevas colonias, sino de convertirla, milagrosamente, en una industria cárnica, como el cerdo de York o la ternera de Gales. Ése es el origen -satírico, obviamente- de Una humilde propuesta , escrito panfletario firmado por Jonathan Swift en 1729, a la manera de aquellos memoriales que el Siglo de Oro y el reformismo ilustrado dirigieron a la atención y el criterio de los monarcas. Tres años antes, en 1726, Swift había publicado Los viajes de Gulliver , asombrosa novela donde la diferen

Libros: la adicción que invade Hollywood

Johnny Depp es un asiduo. Lo mismo que su ídolo, Keith Richard, o su amigo, Nicolas Cage. Brad Pitt también es otro habitual y en cuanto Whoopi Goldberg se suma al acto, los congregados se frotan las manos con el dinero que harán en la feria. Lo mismo ocurre con Madonna, Jay Leno o Daniel Radcliffe por citar algunos personajes. Todos ellos tienen algo en común además de su fama y de sus abultadas cuentas corrientes: su adicción por los libros. Eso sí, no se trata de ejemplares corrientes y vulgares. Su entusiasmo les lleva más lejos, por ejemplo, hasta la feria de anticuarios especializados en el mundo del libro que se ha celebrado recientemente en Pasadena (California), un foro en el que solo se encuentran obras descatalogadas, primeras ediciones, manuscritos originales o volúmenes agotados que muchos consideraban perdidos en el tiempo. Es ahí por donde Pitt se paseó vestido con un chándal para no llamar tanto la atención y poder curiosear y comprar principalmente libros

Los escritores misteriosos

Hay grandes maestros en la novela y en el campo de la poesía de todos los tiempos. Maestros reconocidos con obras perdurables. Homero con Virgilio, Cervantes con Shakespeare compiten por milímetros de diferencia en la cantidad de gloria alcanzada durante siglos. Entre Balzac y Dickens ocurre otro tanto. ¿Pero podría un escritor como el francés Marcel Schwob, por citar un ejemplo incontestable de literatura marginal competir con todos ellos por un lugar de honor en la memoria literaria del mundo? Un lugar tiene pero tan pequeño, que no sólo puede osar arrebatarle a ninguno de aquellos maestros una fracción de segundos de atención sino que es hasta posible que no falten quienes lo consideren un producto de la genial inventiva de Borges. Precisamente estos días sale a la venta El libro de Monell , libro del que Borges tantas maravillas nos habló. Porque Schwob no sólo no es un invento suyo sino que sin él (y otros pocos, más la Enciclopedia Británica, según exponía en un ens

La honradez de Dickens

¡Por cuántas cosas merece ser celebrado Charles Dickens en el bicentenario de su nacimiento! Su obra enorme y vigorosa ridiculiza gloriosamente la manía de jerarquizar la cultura “seria” por encima de la “popular” o “comercial”. Nadie fue más devoradoramente popular que él y nadie influyó tanto en lo más respetable de la literatura anglosajona posterior: después de Shakespeare, solo él. En sus novelas el arte narrativo combina el afán de justicia con la compasión y el optimismo, los ingredientes necesarios de la perspectiva moral. Fue un moralista, pero no en el sentido francés del término, que se refiere más bien a una forma de cinismo cultivado y desmitificador. Aún más insólito: su moralismo literario logró efectivamente moralizar aspectos de la sociedad en que vivió, llena de rutinas despiadadas como las ejecuciones capitales ante el público, la cárcel por deudas…Todos los buenos escritores mejoran la literatura, pero muy pocos logran también que el mundo cotidiano se

El libro como campo de batalla

Dos viajeras se mueven por separado dentro de una estación de trenes. La primera busca una conjunción de carteles indicativos grises y verdes, que encuentra rápidamente; en los paneles localiza una flecha dirigida hacia abajo y lee el mensaje adjunto. Como preveía, las palabras hacen referencia a los andenes de partida de los trenes. La segunda viajera, después de un largo viaje en tren, desea tomar un taxi. Persigue con los ojos un letrero que rece “salida” y a los pocos s egundos divisa un grupo de paneles donde se halla el mensaje deseado. Junto a él, sorprendida, encuentra el dibujo de un taxi visto de frente. Ya completamente segura, se dirige a la dirección indicada por la flecha junto al taxi. La diferencia entre estas dos viajeras reside en la habitualidad del tránsito. La primera es una viajera frecuente y conoce la señalética de memoria, mientras que la segunda necesita contrastar varias veces la información. Sin embargo, ambas están acostumbradas a desentrañar

Un noble corazón victoriano

En 'Cuento de Navidad', una de las cimas de su grandiosa obra literaria, Dickens encarna la inocencia primera. Es fácil enumerar algunos de los Londres que la historia moderna nos ha dejado: el Londres turbulento y en llamas que describió Pepys, el Londres bubónico de Defoe, el Londres tabernario y honesto del Doctor Johnson, el Londres petulante de Brummel y Oscar Wilde; aquel Londres miserable de Thomas De Quincey, nacido de la desdicha y el opio; el Londres policíaco de Holmes y Mister Hyde; el Londres pictórico de Turner y Doré; el Londres monumental, granítico, de Wren; el Londres mágico, crepuscular, nimbado por la gracia, que fabuló Gilbert Keith Chesterton... Todos esos Londres han existido sucesiva o paralelamente desde el siglo XVII. Sin embargo, el Londres de la modernidad, Londres como criatura viva, como personaje literario, como vasta metrópoli del XIX, es invención y obra de Charles Dickens. Al menos, tanto como París fue fruto del genio vagabundo de

"Todo nacionalismo, toda patria, parte de un origen mitológico"

El autor narra la rebelión de una mujer frente a las manipulaciones del poder. En su nueva novela, La apnea del hipopótamo, publicada por Ediciones Rubeo, el malagueño Pablo Bujalance reivindica la dignidad del individuo frente a las verdades institucionales y los abusos de poder. Una mujer es contratada como nodriza de los hijos de los gudaris muertos. La guerra ha llegado a su fin, los extranjeros han sido expulsados, pero Ada, la protagonista, comprenderá que la vida está más allá de esas paredes y los dogmas que defiende el entorno. Un viaje hacia la verdad, por una realidad opresiva en la que no obstante tienen cabida los ecos de las leyendas más diversas, que su creador narra con un asombroso oficio. El periodista del Grupo Joly presenta su nueva propuesta en Málaga el viernes próximo, a las 19:00, en la Sociedad Económica de Amigos del País (Plaza de la Constitución, 7), la primera parada de una gira que llevará al escritor por otras provincias andaluzas. -Después d

Diario de invierno. Memoria de Paul Auster

Diario de invierno . Paul Auster. Trad. Benito Gómez Ibáñez. Anagrama. Barcelona, 2012. 244 páginas. 18,90 euros El nuevo libro del escritor neoyorquino retoma los experimentos con la verdad para trazar un sugerente autorretrato en el que se muestra más desnudo que nunca. La obra narrativa de Paul Auster contiene multitud de guiños y referencias que aluden de forma encubierta a sus experiencias personales, pero en ella figuran además varios títulos abiertamente autobiográficos. Es el caso de la excelente y recién reeditada La invención de la soledad (1988), obra inaugural que tiene algo de exorcismo y actuó -lo ha explicado el propio novelista- como embrión o desencadenante de toda su trayectoria posterior, y también de A salto de mata (1997), la "crónica de un fracaso precoz" en la que Auster evocaba sus años de aprendizaje. Otros libros como Experimentos con la verdad (2001) o Viajes por el Scriptorium (2006), además de los relatos reales de El cuaderno rojo